Tribunales
Los acusados de pegar a unos gays en la Feria de Sevilla niegan los hechos
Las víctimas reconocen a algunos de los agresores
Los siete acusados de un delito contra la dignidad, por insultar y atacar presuntamente a un grupo de homosexuales durante la Feria de Abril de Sevilla de 2018, han negado los hechos, mientras que los presuntos agredidos han reconocido a varios de ellos durante el juicio.
Durante la vista, celebrada en la sección tercera de la Audiencia Provincial de Sevilla, los siete acusados, que solo han sido interrogados por la Fiscalía y la acusación particular, han negado no solo tener que ver con la pelea sino tener “problema alguno” con las personas homosexuales, además de conocerse entre ellos, aunque posaron juntos en una foto hecha poco antes de los hechos y difundida en redes sociales.
De hecho, han coincidido en que esa fotografía, que se considera clave para identificar a los presuntos implicados en los hechos, se la hicieron “como cualquier chiquillo que se mete en una foto, arrimándose porque una persona conocida se puso junto a él y luego se unieron más personas", ha indicado uno de los acusados.
Otro de los acusados ha sido tajante tras ser cuestionado sobre si se dirigió a las víctimas con frases como “maricón de mierda”, ya que “en la vida diría" no usa esas palabras, y sobre los motivos que le llevaron a ser identificado, ha entendido que se equivocaron y le terminaron señalando.
El escrito de la Fiscalía señala que uno de los acusados se dirigió a una de las personas del grupo y le propinó un puñetazo y un patada, uniéndose después el resto de los encausados, y otra de las personas del grupo, al tratar de ayudar a su amigo, fue golpeado brutalmente; y también fue agredida una amiga de las víctimas que trató de mediar.
Los hechos se remontan a la madrugada del día 21 de abril de 2018, en la popularmente conocida Calle del infierno, en la Feria de Sevilla, cuando los acusados, presuntamente, identificaron como homosexuales a un grupo de personas porque uno de los acusados conocía a una de ellas por residir en el mismo pueblo.
Este acusado ha sido el único que ha intervenido a petición del juez para decir unas palabras antes de dejar el juicio visto para sentencia.
"Intenté evitar la pelea porque consideraba a (…) mi amigo”, ha subrayado refiriéndose a uno de los agredidos, que ha dicho en el juicio que lo conocía solo porque son del mismo pueblo, de unos 3.000 habitantes, pero que no tenía más relación con él que ser amigos comunes en redes sociales.
Por su parte, las víctimas, que han comparecido en calidad de testigos, han sostenido que uno de ellos no tuvo más salida que quedarse en el suelo “en posición fetal mientras que todo el que pasaba le golpeaba”, y algunos de ellos han reconocido en la sala a los presuntos autores de los hechos, sin poder hacerlo con los siete porque, entre otras cosas, han pasado cinco años y algunos han experimentado un cambio físico.
La Fiscalía ha considerado en el juicio que "ha quedado acreditado” que todos los acusados participaron en los hechos "de una forma más o menos activa”, mientras que los abogados, cuatro en total, han pedido la libre absolución, aludiendo a posibles contradicciones de los testigos, como que uno de ellos dijese que pudo identificar a los autores “aunque se estaba a oscuras”, y otro afirmase que estaba amaneciendo cuando se produjeron los hechos.
Para la Fiscalía los hechos constituyen un delito contra la dignidad y tres delitos leves de lesiones, concurriendo la circunstancia agravante de homofobia.
Por el primero de ellos, les pide dos años de prisión, el pago de una multa de 2.700 euros e inhabilitación especial para profesión u oficio educativos, en el ámbito docente, deportivo y de tiempo libre por 6 años; les suma, por cada delito de lesiones, una multa de 900 euros.
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