Desde el más allá

Terror en Zaragoza: los fenómenos paranormales en la 501 y el fantasma de un inquisidor son los más terroríficos

Muchos inquilinos de la aterradora estancia de un hotel hablan de ruidos extraños o cambios bruscos de temperatura

Habitaciones de hotel
Presencias extrañasPexels

Fenómenos paranormales, supuestos milagros, fantasmas… En ‘La Razón Aragón’ os traemos descubrirás cuatro enigmas que seguramente no sabías de Zaragoza. Solo una de estas escalofriantes historias tienen, a día de hoy, una explicación científica o racional.

El fantasma de la Torre Nueva

El espeluznante hecho es poco conocido entre los habitantes de la ciudad del Ebro, pero muchos fueron los testigos oculares que afirmaron, durante el siglo XVII, que en la desaparecida Torre Nueva vagaba un fantasma que se aparecía solo durante el tañido de las campanas, que él mismo retrasaba.

Sobre la posible identidad del ente incorpóreo, corren dos leyendas. Una de ellas habla de que la presencia del fantasma correspondía a la del Tío Candiola, un zaragozano que ayudó a las tropas francesas a entrar en la capital aragonesa por túneles subterráneos. La otra explica que Pedro Arbués, un sangriento inquisidor del reino de Aragón en el siglo XV que terminó asesinado, sería el alma atormentada atrapada en el interior de la torre que ya no existe en la actualidad.

La habitación 501 del Hotel Corona de Aragón

El 12 de julio de 1979 tuvo lugar, en el mítico Hotel Corona de Aragón, un dramático incendio rodeado de mucho misterio. Esos días pernoctaban allí decenas de militares junto a sus familiares convocados a un importante acto en la Academia Militar General de Zaragoza. Por ejemplo, la viuda de Franco, Carmen Polo, su hija, su yerno y dos nietos serían rescatados de las virulentas llamas.

Con 80 muertos se saldó el imponente incendio, pero jamás se supo el detonante de tan grave suceso. Un absoluto misterio, del que solo destaca alguna hipótesis como esta: hubo sospechas sobre ETA y algún que otro grupo terrorista activo entonces, pero nada pudo demostrarse.

La cuestión es que, tras el desastre, la habitación 510 aterra a sus muchos inquilinos. Se dice que en esta estancia se han experimentado fenómenos paranormales como cambios de temperatura bruscos o ruidos extraños… ¿desde el más allá?

Las bombas de la Guerra Civil y el Pilar

El mito repetido durante décadas lo ha convertido en milagro, pero más bien es producto de un error técnico. La verdad que se esconde detrás de las bombas que en 1936 jamás explotaron sobre el Pilar, es que ese de explosivo necesitaba tirarse a más de 200 metros de altura para que se produjera la explosión, pero, en cambio, el avión que las lanzó estaba a solo unos 150 metros del suelo.

Hectáreas de fosas comunes bajo la ciudad

Muy pocos zaragozanos lo saben, pero varios son los cementerios ocultos bajo el suelo de la metrópoli. La arboleda de Macanaz, por ejemplo, es una gigantesca fosa común: fue el sitio elegido para enterrar a los 15.000 muertos del segundo Sitio de Zaragoza, acontecido entre 1808 y 1809. En unas obras efectuadas el Puente de Santiago realizadas en los años 50, apareció el comienzo del enterramiento. Rápidamente se volvió a cubrir, pero dejando como pista un semáforo en su vertical, aunque no ha trascendido cuál es.

No sólo en Macanaz, próxima al Ebro, existe una gran fosa común. También, en las proximidades del Teatro del Mercado, en la Plaza Santo Domingo, hay una gran fosa en la que reposan unos 7.000 zaragozanos.