40 segundos dura

Mucha mantilla, sombrero y niños recelosos protagonizaron la primera película española sin saberlo: el rodaje fue en este emblemático lugar

En la misma comunidad autónoma en donde Orson Welles rodó Campanadas a medianoche

Proyector cine
Proyector cineCreative Commos Google

Antes de que el cine patrio existiera como industria, ya había una cámara tomando imágenes en movimiento en la comunidad aragonesa. Fue en 1897, tan solo dos años después de que los hermanos Lumière hicieran su primera proyección con público en París. Y lo que grabó esa primera lente no fue una ficción ni una obra de teatro, sino una salida de misa en Zaragoza en blanco y negro y sin sonido.

Ni Madrid ni Barcelona, que hubiera sido aparentemente lo más lógico, por ser las dos grandes urbes de nuestro país. Fue sin embargo en la capital del Ebro, frente a la basílica del Pilar. Su responsable Eduardo Jimeno Correas, un aragonés pionero y con mucho talento, que rodó lo que se considera como el primer documento cinematográfico de España. Un momento sencillo y cotidiano, la ‘Salida de misa de doce del Pilar de Zaragoza’, pero que a la vez es el inicio histórico del séptimo arte español.

Plano fijo a decenas de extras que estaban haciendo historia

En la actualidad, algo más de un siglo después, este primer documental del cine no solo es un icono de la cultura de nuestro país, pues es también un testimonio visual que confirma que los comienzos del cine español están profundamente ligados a Aragón. Después vendrían Luis Buñuel o Carlos Saura, entre otros.

Respecto al cortometraje, lo cierto es que la grabación es sencilla pero transformadora: decenas de individuos saliendo de la basílica del Pilar un domingo, tras la misa de doce. Ellas con mantilla, ellos con traje y con sombrero. Los más pequeños observan con recelo el extraño aparato que era para ellos, entonces, una cámara de cine. Un simple objetivo fijo captaba a toda esta gente, que desconocían que estaban haciendo historia.

Solo 40 segundos de metraje de cine

El film, de tan solo 17 metros de celuloide, tiene una duración de 40 segundos. Sin cortes ni montaje posterior. En la actualidad, la tira de fotogramas original está custodiada por la Filmoteca Española, en Madrid, que la preserva como un verdadero tesoro.

‘Salida de misa de doce del Pilar de Zaragoza’ fue, además el comienzo de un nutrido legado cinematográfico que llega hasta nuestros días. Y es que las tierras aragonesas han sido desde entonces escenario de icónicas películas como Viridiana de Buñuel, rodada en la provincia de Teruel.

También, un internacional y célebre Orson Welles rodó Campanadas a medianoche en Sos del Rey Católico. Pero si nos acercamos bastante más, o más bien no salimos de la comunidad aragonesa, destacan a día de hoy virtuosos de la dirección de cine como, por ejemplo, Paula Ortiz. La zaragozana, de 46 años, ya colecciona varios reconocimientos pese a su corta trayectoria en el cine. Con De tu ventana a la mía fue nominada al Goya a mejor director novel en 2011, pero con La novia -adaptación de Bodas de Sangre, de Lorca- la guionista consiguió el máximo de nominaciones en 2016, llevándose con cabezones a casa: uno por la mejor fotografía y otro por mejor reparto.