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Argul, el pueblo escondido que te lleva al medievo en Asturias

Uno de los más famosos escultores del siglo XVIII nació en este pueblo

Argul.
Argul.R. L. M.

Asturias está lleno de aldeas y pueblos por descubrir. Cada pueblo tiene un encanto diferente, un matiz, un detalle, pero si hay uno realmente maravilloso y que ha pasado desapercibido durante años y años ante los ojos del visitante, ese es sin duda el pueblo Argul, en el concejo de Pesoz una aldea medieval en donde la visita es un viaje al pasado increíble.

Precisamente parte del encanto de Argul es que es un pueblo enclavado en una de las zonas más vírgenes por excelencia de Asturias, el paraíso dentro del paraíso, el Valle del Navia. Dentro del concejo de Pesoz, el segundo menos poblado de Asturias sólo por detrás de Yernes y Tameza, se ubica esté maravilloso pueblo de origen medieval y donde han sido muchos los proyectos que se han pensado para él, como convertirlo en un balneario o en una residencia para mayores con casas individuales.

Una vista del pueblo de Argul.
Una vista del pueblo de Argul.R.L.M.

Pero pasa el tiempo y los años, y pasan diferentes gobiernos y lo único que sigue manteniendo a Argul con vida es el puñado de vecinos que vive en este pueblo de muy complicado acceso y de una belleza incomparable.

El encanto de esta localidad reside en su origen medieval, que constituye una de las mayores singularidades arquitectónicas del Occidente de Asturias. En la aldea hay hórreos, molinos, lavaderos, palomares, una iglesia, corredores de piedra que unen las casas, pasadizos... Un total de treinta casas de las que a día de hoy solo están habitadas tres, pero que son una auténtica joya de la arquitectura tradicional asturiana.

Además, como todo pueblo que se precie y que tenga solera, uno de los más famosos escultores españoles del siglo XVIII, Juan Alonso Villabrille y Ron, nació en este pueblo. Su casa es una de las que se conserva en perfecto estado. Tal es el encanto de este pueblo y de su entorno, que todo el conjunto histórico de Argul fue sido declarado Bien de Interés Cultural en 2004.

Además, para quienes quieran disfrutar del pueblo en toda su esencia pueden aprovechar para quedarse allí unos días, y es que algunas de las viviendas de este pueblo han sido rehabilitadas como casas de turismo rural.

Y si bonito es el pueblo tanto o más lo es el paisaje que le rodea. A Argul lo baña el río Agüeira, afluente del Navia, y desde esta localidad hay una vista panorámica preciosa de todo el valle. Además, hay decenas de rutas de montaña que pasan por Argul o por el concejo de Pesoz, donde se puede disfrutar de la belleza de los bosques autóctonos, de la elaboración del vino tradicional que aún se conserva en algunas casas, del silencio del valle, de su gastronomía y de la total desconexión que solo permiten las aldeas tan escondidas entre las montañas asturianas.