El pueblo de Asturias donde recoger las uvas es casi un milagro

Es época de vendimia pero no en todos los lugares del mundo recoger la uva cuesta el mismo esfuerzo. Que se lo digan a los productores de vino de Cangas del Narcea, un pueblo del suroccidente asturiano, en donde este fin de semana celebran la edición número quince de su tradicional Fiesta de la Vendimia, una celebración que fue pensada para poner en valor la recogida de la uva en esta zona de alta montaña, en la que recoger las uvas se convierte en un acto casi heroico debido a su dificultad. Y es que los viñedos de Cangas del Narcea trepan y crecen en los montes empinados, lo que les confiere un valor extraordinario y hace de sus uvas unos frutos únicos y singulares.

La Fiesta de la Vendimia es también única en Asturias y desde que se celebra, hace ya quince años, se le hace coincidir con el Puente del Pilar. La capital canguesa se engalana y ofrece actividades durante todo el fin de semana que incluyen feria de artesanía y mercado de todo tipo de productos asturianos, catas de vinos, visitas guiadas en el Museo del Vino y degustaciones culinarias en torno al vino. Son cuatro días de auténtico culto a la cultura del Vino de Calidad de Cangas.

Con motivo de esta celebración, el Museo del Vino mantiene durante todo el fin de semana sus puertas abiertas y además se han organizado visitas teatralizadas, para que todas las personas que acudan puedan ver cómo se pisa la uva y cómo se trata una vez que se recoge y llega a las bodegas. Se trata de una actividad que puede disfrutar toda la familia y en la que se puede ir con niños ya que está programada una cata infantil.

El toque de alegría y de música lo traerán al pueblo las numerosas cofradías que cada año se dan cita en Cangas del Narcea con motivo de esta celebración, y que realizan un desfile popular por las calles de la localidad acompañadas de la Banda de Música local.

La tradición del vino de Cangas nace de la Edad Media, sin embargo, hace unas décadas que se recuperó con fuerza la producción vinícola de la zona, concretamente se viene haciendo de forma paulatina desde hace poco más de dos décadas.

Aunque el Principado no es una comunidad de tradición vinícola, ha encontrado en la comarca de Cangas de Narcea un lugar donde el vino ha ido ganando calidad con los años, gracias al esfuerzo de viticultores y expertos, que han dedicado su tiempo a mejorar los vinos de la zona, tanto los blancos como los tintos. Hoy, el vino de Cangas del Narcea puede acompañar con prestigio cualquier plato.

Los vinos cangueses cuentan en la actualidad con cinco bodegas adscritas a la Denominación de Origen Protegida (DOP): Monasterio de Corias, Muriella, Chicote, Chacón Buelta y Bodegas Vides y VIno de Asturias. Con esta denominación el vino de Cangas tiene una protección y diferenciación dentro de la Unión Europea.

El área geográfica de producción de este vino engloba varios concejos además de Cangas del Narcea, como son Ibias, Grandas de Salime, Illano, Allande, Pesoz, y Degaña.

Se trata en todos los casos de vinos bastante ligeros en los que se perciben toques a madera, buen gusto, cierta acidez y cuya graduación es equilibrada: 10,5 grados de mínimo para el vino tinto y 9,5 para el blanco.

El mayor encanto de estos vinos está en el método de elaboración, que solo sigue métodos tradicionales. Las variedades de uvas autóctonas que se cultivan son : el carrasquín, el berdejo y el albarín.

El albarín blanco es la uva más valorada por los expertos y la que da lugar a los mejores vinos de la tierra de Cangas.