Comunidad de Madrid
El inicio de consumo de frutos secos es a los 3 años
Los datos preliminares de un estudio liderado por expertos españoles revela que el 45% los toma con regularidad. El 70% de los atragantamientos en este colectivo se debe a la ingesta precoz de este alimento
Su aspecto humilde de pequeños aperitivos no se corresponde con su enorme valor nutricional. Las bondades de los frutos secos ya cuentan con el sello científico que avala que su consumo no sólo beneficia a la salud, sino que además previenen numerosas enfermedades. Sin embargo, su inclusión en la dieta infantil está rodeado de luces y sombras. De hecho, la Sociedad Española de Neumología Pediátrica recomienda evitarlos en niños menores de cinco años por el riesgo de atragantamiento.
Con el objetivo de evaluar los hábitos de consumo de los frutos secos entre los niños en edad escolar, se ha realizado el estudio FS15, liderado por la pediatra especialista en Neumología y Alergología infantil del Hospital General de Villalba, Cristina Muñoz Archidona, y por el jefe de servicio de Pediatría del los hospitales Universitario Rey Juan Carlos y General de Villalba, Iván Carabaño Aguado. La investigación se realizó en 400 niños en edad escolar de la Comunidad de Madrid, entre los meses de Enero y Marzo de este año y se prevé su publicación en la «Revista de Pediatría de Atención Primaria». Como datos preliminares del estudio, previo a su publicación, «creemos importante divulgarlos en esta época del año (muy dada al consumo de este tipo de productos) para generar acciones preventivas sobre la sociedad civil», sostiene Carabaño.
Como prueba de ello, el 98 por ciento de los niños encuestados reconoce que ha tomado frutos secos alguna vez en su vida; la edad media de la primera ingesta de fruto seco fue de 3 años y 2 meses y un 45 por ciento del global de niños encuestados consume regularmente frutos secos. Respecto a los padres, el 73,3 por ciento sabe que el consumo de frutos secos puede ser peligroso, en especial por el riesgo de atragantamiento y su potencial alergénico. Aun así, dicen conocer los posibles beneficios nutricionales y cardiovasculares de su ingesta el 86.7 por ciento. En cuanto a la introducción en la dieta de sus hijos, el 23.6 por ciento de los padres afirma que el momento ideal es antes de los 3 años; el 50.9 por ciento cree que entre los 3-5 años y el 7.3 por ciento a partir de los 5 años. Por último, un 18.2 por ciento no sabe o no contesta.
Grasa buena
Para el doctor Carabaño, «la edad idónea para introducir los frutos secos es hacia los 5 años. El fruto seco del que tenemos más pruebas a favor de su calidad saludable son las nueces. Constituyen una fuente excelente de “grasa buena”, al igual que sucede con los pescados azules, el aceite de oliva o el cerdo ibérico». Dado que el atragantamiento es el principal riesgo de su consumo en la población infantil, «la mejor medida para evitarlo es no introducirlos precozmente. En nuestro medio, el fruto seco que más se asocia con los atragantamientos es el cacahuete», recuerda el experto.
Como conclusiones de la investigación, los autores advierten de que ««hay un importante desconocimiento sobre el tiempo idóneo y seguro para su introducción, pues casi tres cuartas partes de los niños de nuestro estudio inició el consumo de frutos secos antes de los 5 años, fecha reconocida por los estándares de seguridad de las sociedades científicas. Hasta un 70 por ciento de los atragantamientos en este colectivo, algunos con desenlace fatal, se debe a la ingesta precoz de frutos secos». Por contra, y como dato positivo, «un 45 por ciento de los niños consume con regularidad frutos secos, uno de los pilares básicos de la dieta mediterránea con los consiguientes beneficios nutricionales y cardiovasculares».
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