Salud
La importancia del equipo multidisciplinar en la rehabilitación del daño cerebral
“De una forma personalizada, se persigue conseguir el mayor grado de independencia en el menor tiempo posible”
La OMS ha advertido sobre el creciente porcentaje de personas que en algún momento de su vida padecerá una enfermedaddel Sistema Nervioso Central. Si a ello unimos los avances en el intervencionismo a nivel cerebral y el perfeccionamiento de las técnicas de tratamiento en la fase aguda de los accidentes cerebros vasculares de diversa etiología, todo apunta a que en los próximos años será progresivo el aumento de personas expuestas a una situación de alta dependencia y discapacidad.
El eventual daño cerebral adquirido (DCA) ocurrido en una persona causa diferentes tipos de déficits funcionales. Muchos de ellos pueden pasar inadvertidos y sólo pueden ser evidenciados mediante una exploración neurológica dirigida a la búsqueda de ellos. Sin embargo, la repercusión de los más graves, tanto para el paciente como para su entorno familiar, laboral y social puede ser trascendental y con grave incidencia en sus relaciones con el medio. Las muy bien conocidas consecuencias de los ictus constituyen a día de hoy la principal causa de discapacidad en España. Para paliar dichos déficits físicos y cognitivos es necesario un programa de neurorrehabilitación multidisciplinar, temprano e intensivo.
Para poder realizar un abordaje integral y con la mayor efectividad y recuperación funcional del paciente es preciso llevarlo a cabo a través de las diferentes líneas de tratamiento. Estas líneas de tratamiento están orientadas a tareas específicas y tendrán como objetivo la mayor recuperación funcional en el menor tiempo posible. El equipo multidisciplinar, compuesto por fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, logopedas y neuropsicólogos, busca el reacondicionamiento físico y cognitivo para mejorar las capacidades deficitarias tras sufrir un DCA. Su trabajo se encuentra muy interrelacionado creando sinergias positivas desde una estrecha colaboración.
En las dos primeras disciplinas, orientadas al plano más físico, los objetivos de recuperación, en última instancia, se centran en la mejora de las actividades básicas de la vida y su entorno social/laboral en la medida de lo posible. Gracias a las tecnologías de última generación disponibles se realiza el reentrenamiento de la bipedestación y la marcha, así como la realización de tareas instrumentales con el miembro superior afectado. Para el abordaje de las otras dos áreas, desde el punto de vista del logopeda también se trabaja con tecnología de electroestimulación orofacial que permite conseguir mejorar la eficacia y seguridad en la alimentación. De igual manera, también se cuenta con aplicaciones informáticas para dispositivos multimedia orientados a mejorar las dificultades comunicacionales presentes en un paciente afecto de DCA. A su vez, para el abordaje de los diferentes déficits cognitivos presentes en estos pacientes, mediante la actuación del neuropsicólogo, se potencian y estimulan las capacidades residuales por medio de métodos tradicionales y con aplicaciones tecnológicas sustentadas en bases científicas con efectividad en su aplicación.
Pero es preciso insistir, más allá de la especialización de cada disciplina, la experiencia clínica nos dice que el éxito de la rehabilitación neurológica radica en que estas cuatro líneas de tratamiento funcionen de manera totalmente coordinada. Para ello, la necesaria fluidez en la comunicación, sólo se consigue mediante la realización coordinada de las reuniones interdisciplinares en las cuales se destacan los puntos débiles y fuertes de cada paciente, se ponen en conocimiento de todos los miembros del equipo los logros obtenidos en cada disciplina y se intercambian opiniones clínicas sobre su estado tanto físico como mental. El hecho de exponer los problemas y los avances conseguidos ayuda a ampliar el foco terapéutico y aportar transparencia sobre el tratamiento realizado.
Junto al equipo, las valoraciones personalizadas iniciales, de seguimiento y finales del médico neurólogo y médico rehabilitador son fundamentales a la hora de determinar los tratamientos y su evolución.
La consecución de objetivos interdisciplinares exige que la persona sea capaz de generalizar, en su vida cotidiana, los aprendizajes obtenidos en las salas de rehabilitación y ello, sólo se consigue si todos los profesionales son conscientes de la realidad del paciente en su conjunto.
Resulta fundamental destacar que la efectividad de esta labor está basada en la activación de un sistema de atención integral de manera precoz iniciando el trabajo con los pacientes de manera inmediata siendo valorados por los diferentes especialistas y terapeutas. Así de una forma personalizada, se persigue un objetivo común: “Conseguir el mayor grado de independencia en el menor tiempo posible” y con ello evitar el mayor número de secuelas funcionales. Con todo esto, el fin es mejorar la calidad de vida de los pacientes y familiares y, de paso, disminuir los futuros costes sanitarios derivados del DCA.
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