Prevención

Contra el estigma de perder audición

Un estudio de Oi2 subraya que un 25% de los españoles ha reducido su capacidad auditiva y menos de la mitad lo reconoce y busca ayuda del profesional médico

Los investigadores han concluido que la pérdida auditiva se asocia con un aumento del 87% en el riesgo de fragilidad
Los investigadores han concluido que la pérdida auditiva se asocia con un aumento del 87% en el riesgo de fragilidadlarazon

Un estudio de Oi2 subraya que un 25% de los españoles ha reducido su capacidad auditiva y menos de la mitad lo reconoce y busca ayuda del profesional médico

Quedarse sordo es un miedo que muchos prefieren obviar. En la VII edición del estudio «¿Eres todo Oi2?», al que ha tenido acceso A TU SALUD antes del Día Internacional de la Audición –el próximo 3 de marzo–, se apunta a que el 25% de los españoles sufre pérdida auditiva, y la mayoría de ellos no ha acudido a un especialista todavía (64%) o no está siguiendo un tratamiento (28%). Además, sólo el 8% confiesa que además de estar siendo controlado por un especialista, también utiliza audífonos para mejorar su audición y calidad de vida. Desde Oi2, subrayan que los españoles no son muy propensos a consultar por sus problemas auditivos, «existe una suerte de estigma contra el que se debe luchar, y perder el miedo. No todos los problemas de audición precisan un audífono», manifiesta Eric Rivera.

Por eso la detección temprana es un factor clave. Datos del estudio indican que hasta un 80% de los españoles con pérdida auditiva reconoce que no descubrieron que padecen esta disfunción hasta después de la mayoría de edad. Entre ellos, un 27% lo detectó cuando tenía entre 18 y 30 años, un 32% de los 30 a 45, un 17% de los 45 a 60, mientras que el 4% a partir de los 60. El resto de los encuestados afirma que su pérdida auditiva se manifestó antes de los 12 meses de vida (5%), de 1 a 10 años (3%) y de 10 a 18 años (12%). Sufrir la pérdida auditiva no sólo lleva consigo secuelas físicas, sino también le acompañan efectos sociales. Así, siete de cada diez personas con pérdida auditiva padece algún tipo de molestias físicas, entre las que destacan el dolor de cabeza (18%), vértigo (16%), estrés (15%), cansancio (11%), problemas de alimentación y/o sueño (7%) y aumento de la presión sanguínea (3%). Y entre las secuelas sociales apuntan a la pérdida de atención (24%), distracción y falta de concentración (21%), problemas de comunicación con los familiares (12%), aislamiento y retraimiento (8%) y depresión (5%).

La salud auditiva debe colocarse al nivel de la oftalmológica, ya que, por ejemplo, cuando uno ve borroso o cree que ve peor, va a hacerse una revisión al médico o a la óptica. Pero con el oído eso no ocurre. El 51% de la población con pérdida auditiva manifiesta que ha sufrido alguna enfermedad en el oído, especialmente otitis (49%). «Por ejemplo las otitis medias (agudas o crónicas), otitis internas o laberintitis, otitis externas, herpes zóster, producción excesiva de cerumen (tapón de cera), perforación de tímpano, obstrucción o lesión en la trompa de Eustaquio, rinitis, otosclerosis...», apunta Nieves Mir, técnica en Audición en Oi2 Elda. De ellos, el 27% ha acudido a un especialista a tiempo que le ha ayudado a combatirla sin consecuencias, aunque el 24% padece problemas posteriores de pérdida de audición al no darle demasiada importancia a su enfermedad. «Lo que les lleva a consultar al ORL antes de acudir a nosotros es ver si tienen tapón o alguna patología como puede ser una otitis, para asegurarse de que la falta de audición que presenta el paciente no es provocada por una causa externa y no necesita ningún tipo de tratamiento. Cuando la pérdida auditiva no es provocada por ninguno de esos factores es cuando ya intervenimos los audioprotesistas», explica Mercedes Lamas, técnica en Audición en Oi2 Albacete.