Actualidad

Oftalmología

«La dieta mediterránea evita la muerte de las células de la retina»

Dra. Carmen Gutiérrez Rizo, responsable de la Unidad de Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE) del Hospital Quirónsalud Sagrado Corazón de Sevilla

Dra. Carmen Gutiérrez Rizo / Foto: Manuel Olmedo
Dra. Carmen Gutiérrez Rizo / Foto: Manuel Olmedolarazon

Dra. Carmen Gutiérrez Rizo, responsable de la Unidad de Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE) del Hospital Quirónsalud Sagrado Corazón de Sevilla

1- ¿Qué es la degeneración macular asociada a la edad (DMAE)?

Se trata de una enfermedad que afecta a una zona de la retina llamada mácula, que es la encargada de la visión central y de los detalles finos (lectura, rasgos de las personas y de las cosas), en la que se produce un deterioro de la misma que conlleva a una pérdida de visión. Se produce en pacientes a partir de los 50 años, por eso es denominada «asociada a la edad».

2- ¿Qué causa la DMAE?

Se produce una muerte de las células que componen la mácula por factores oxidativos e inflamatorios. Es una enfermedad multifactorial en la que hay componentes que van a aumentar esa oxidación e inflamación y que no podemos modificar, como la edad, la raza blanca y la genética del individuo, y otros que sí son alterables como el tabaco, la obesidad y la alimentación. Los dos primeros se relacionan con un mayor riesgo de padecer esta patología, mientras que una dieta adecuada ayudaría a prevenirla.

3- ¿Cuál es el perfil de los afectados?

El de cualquier persona normal de nuestro entorno, es decir, varón o mujer de más de 50 años, que no necesariamente tiene que ser fumador ni tener sobrepeso. Desgraciadamente la DMAE supone la primera causa de ceguera irreversible en los países desarrollados. Como ya he indicado antes, la genética es muy importante y no la podemos modificar de momento.

4- ¿Qué prevalencia tiene?

Se estima que alrededor de 700.000 pacientes sufren la enfermedad en España (un 1,5% de la población actual) y su incidencia va a aumentar debido al incremento en la esperanza de vida. Si nos centramos en el subgrupo con riesgo de padecerla, es decir, los mayores de 50 años la prevalencia es del 5,3%. Los porcentajes van cambiando en función del tramo de edad de manera que a los 65 años la prevalencia es del 2,5%, a los 70 del 6,7% y a los 75 años del 10,8%. Hay estimaciones que sugieren que en 2020 la prevalencia a nivel mundial será de 196 millones de personas.

5- ¿Cómo puede detectarse a tiempo la DMAE?

Con una visita anual al oftalmólogo, quién le hará la revisión en la que se incluye el fondo de ojo; con esta simple visita se puede indicar a un paciente el estado de su mácula.

6-¿Hay estudios que demuestren que la alimentación frena la DMAE?

Sí, el estudio Areds I y su posterior extensión Areds II son análisis multicéntricos realizados a más de 4.000 pacientes en los que se demostró que determinadas cantidades de nutrientes (vitaminas antioxidantes, zinc, cobre, luteína, zeaxantina y ácidos grasos omega 3) disminuían el riesgo de progresión de la DMAE a fases más avanzadas de la enfermedad. En concreto, los pacientes pueden tener drusas, que son lesiones causadas por material de desecho que el ojo no elimina, y éstas no tienen por qué producir un deterioro visual. Si estos daños evolucionan, sí se pueden formar áreas de atrofia o neovascularización que conllevan pérdida de visión. Estos estudios demostraron que los nutrientes disminuyen el riesgo de progresión de las drusas a formas más avanzadas de la enfermedad hasta en un 25%.

7- ¿Qué tipo de alimentación debe de seguir un paciente con DMAE?

Se aconseja seguir la dieta mediterránea rica en frutas y verduras con aceite de oliva como base en la preparación. No deben faltar las legumbres ni el pescado azul. También el modo de elaborarlos es importante para que no pierdan sus propiedades. Se deben evitar alimentos que favorezcan el sobrepeso como son los productos con grasas saturadas y la denominada «comida basura»: hamburguesas, pizzas, fritos, snacks, dulces... Estas pautas sirven para prevenir otras muchas enfermedades como la cardiopatía isquémica o, incluso, algunos tipos de cánceres.

8- ¿Cómo actúa la dieta mediterránea?

Ésta contiene propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, lo que disminuirá el estrés oxidativo y, por tanto, la muerte de las células de la retina.

9- ¿Qué tipo de complejos nutricionales puede tomar el paciente con DMAE?

Se le aconsejan aquellos que hayan sido formulados específicamente para la patología macular y siguiendo los criterios del estudio Areds II, aspecto que conocen los oftalmólogos, ya que con la dieta habitual no se consiguen estas cantidades de micronutrientes. Estos complejos se pueden encontrar en las farmacias. Entre los nutrientes que contienen están la luteína y zeaxantina (dos pigmentos maculares claves presentes en los vegetales de hoja verde), la vitamina C, D y E, ácidos grasos omega 3 (presentes en el pescado azul), el resveratrol (en la uva negra), el hidroxitirosol (en el aceite de oliva), el zinc y el cobre. Básicamente actúan de dos maneras: siendo antioxidantes y antiinflamatorios, lo que favorece el correcto funcionamiento celular, la eliminación de los productos de desecho y por consiguiente frenando la muerte de las células de la retina.

10- ¿Qué novedades científicas se investigan en DMAE?

Existen líneas de investigación, como en tantas otras especialidades, relacionadas con la genética y la terapia celular, en el sentido de identificar cuáles son los genes implicados en la enfermedad, intentar modificarlos o que no se expresen, o modificar células para administrarlas a los pacientes como «tratamiento».