Pacientes
«La inmunoterapia constituye la gran promesa en el abordaje del cáncer»
Nuria Soler / Directora de Onco-Hematología de Roche Farma España
- En Oncología se están desarrollando grandes esperanzas para los pacientes. ¿Cuál es el punto de vista del laboratorio farmacéutico?
-Nuestro compromiso con los pacientes se concreta en la investigación, desarrollo y comercialización de soluciones innovadoras para necesidades médicas no cubiertas que permitan mejorar la vida de las personas. Nuestra misión como compañía «Doing now what patients need next» implica nuestro compromiso hoy para asegurar las mejores soluciones para los pacientes de mañana. La Oncología siempre ha sido una prioridad para nosotros. De los 100 millones que dedicamos a I+D+i en España (el 20% de nuestra facturación), el 75% se invierte en este campo.
-En los tumores sanguíneos también se ha dado recientemente un salto cualitativo. ¿Qué lo ha impulsado?
-La cada vez mayor comprensión de la biología de los tumores de la sangre, como los linfomas o leucemias, está transformando el desarrollo y la disponibilidad de terapias más eficaces. Desde la introducción del primer anticuerpo monoclonal para el tratamiento del cáncer linfático hace 20 años, se ha seguido trabajando incansablemente para ampliar las opciones disponibles. En Roche contamos con uno de los mayores programas de desarrollo clínico en hematología, que ha hecho posible fármacos con un nuevo mecanismo de acción que, a diferencia de la quimioterapia tradicional, están diseñados para unirse sólo a receptores específicos y, por lo tanto, mantienen las células sanas y, al mismo tiempo, destruyen eficazmente las células tumorales.
-¿Cuál ha sido el punto de inflexión en el campo de la oncohematología?
-Principalmente, la inmunoterapia y la medicina personalizada. La primera de ellas, la inmunoterapia, se considera ya como la gran promesa en el abordaje de esta enfermedad. Esta nueva generación de fármacos, que fomentan la autodefensa del organismo, amplía su espectro y se consolida como una herramienta eficaz para combatir diferentes tumores, entre ellos pulmón, tumores genitourinarios en los que aún está por llegar la inmunoterapia, o pacientes con cáncer de mama triple negativo en las que debemos seguir investigando para mejorar la supervivencia. Con la medicina personalizada de precisión llegó un cambio de paradigma en la atención sanitaria al identificar a los pacientes según su susceptibilidad a la enfermedad, su biología o su respuesta a un determinado tratamiento. Su potencial continúa investigándose y ampliándose. Además, la posibilidad de combinar la inmunoterapia con los agentes clásicos es un tercer punto de inflexión.
-¿Cuáles son las moléculas que se hallan en la «parrilla de salida» que mejores resultados están obteniendo?
-Sin duda, la disponibilidad de nuestra primera inmunoterapia atezolizumab (Tecentriq) con indicación en dos tumores de mal pronóstico e igualmente necesitados de nuevas opciones, como son el cáncer de vejiga avanzado y el cáncer de pulmón no microcítico en fases avanzadas. En el caso del de vejiga, estamos ante el primer anti-PD-L1 autorizado por la FDA y la EMA y el único aprobado en más de 30 años para estos pacientes. El programa de desarrollo e investigación de Roche en inmunoterapia consta de 20 moléculas experimentales en varios tumores como el de mama triple negativo, cérvix, colon o melanoma, entre otros. Diez de ellas están actualmente en ensayos clínicos. El programa de desarrollo clínico con esta inmunoterapia es uno los más amplios que ha llevado a cabo la compañía con un solo fármaco y esperamos tener novedades en varios tumores en los próximos meses. Más allá de la inmunoterapia, avanzamos en el potencial de nuestras terapias dirigidas. En un subtipo de cáncer de pulmón, el ALK positivo que afecta sobre todo a gente joven y no fumadora, trabajamos para poder disponer pronto de alectinib (Alecensa) en primera y segunda línea. Estamos ante el primer fármaco verdaderamente eficaz sobre la metástasis cerebral, un problema común en estos pacientes con la enfermedad avanzada. En hematología contaremos con obinutuzumab (Gazyvaro) para el linfoma folicular, en dos indicaciones, linfoma folicular refractario y primera línea.
-¿Cuál es el papel que juega España dentro de los ensayos clínicos de Roche a nivel global?
-España es el segundo país del mundo, tras EE UU, con mayor reclutamiento de pacientes para ensayos clínicos. Siempre ha sido un país de referencia para la actividad investigadora de Roche, participando en el desarrollo de fármacos y en todos los programas de investigación clínica de los productos de la compañía. Mantenemos un compromiso continuado con la inversión en I+D en nuestro país, que se concreta en una media de 45 millones de euros anuales. Actualmente, tenemos en marcha 238 ensayos clínicos, de los que se benefician directamente 14.400 pacientes. De los 9.210 millones de euros que dedicamos a I+D, 100 millones de euros en I+D+i corresponden a nuestro país. Contamos con 188 profesionales que están investigando en España sobre 50 moléculas.
-¿Cómo se ve desde la compañía suiza nuestro tejido de investigación y nuestros profesionales médicos?
-Con los mejores ojos; sino, no habría una apuesta tan importante en nuestro país. Somos referencia para la actividad global de Roche en este ámbito. La confianza es plena y se basa en la calidad de los especialistas médicos y su tejido investigador. La excelencia y la innovación que han definido durante muchos años la investigación clínica en Oncología, en tumores como mama o pulmón, avalan la elección de Roche por España.
MEDICINA 2.0
-«Estamos realizando una gran inversión de recursos económicos y humanos para impulsar la aplicación del Big Data para mejorar la eficacia y la eficiencia de los tratamientos», apunta Soler.
-«Hemos adquirido Foundation Medicine, cuya actividad trata de identificar a pacientes concretos a partir de su genoma y de las mutaciones precisas del cáncer que padecen con el fin de encontrar el producto más adecuado para cada uno».
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