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PSA y cáncer de próstata (III)

«La realización de este test tiene una pequeña o ninguna consecuencia sobre la mortalidad por este cáncer»

Células cancerosas / Foto: Gtres
Células cancerosas / Foto: Gtreslarazon

«La realización de este test tiene una pequeña o ninguna consecuencia sobre la mortalidad por este cáncer»

Hay mucha variación por países en la realización del antígeno prostático específico (PSA), el marcador prostático en sangre. En el Reino Unido, el 39% de los hombres de 45-69 años se han hecho un PSA en los últimos 10 años frente a un 23% de los hombres suecos. En los Estados Unidos, hasta la mitad de los varones se han realizado este análisis. Un artículo publicado por el «British Medical Journal» hace una revisión sobre los beneficios y perjuicios de realizar PSA en la población, tomando como referencia cinco ensayos clínicos con 721.718 hombres.

La realización de esta prueba incrementa la detección del cáncer de próstata en siete por cada 1.000 hombres a los 10 años, particularmente el cáncer de próstata localizado, pero la determinación generalizada del PSA no incide en la mortalidad por cáncer de próstata. Por tanto, la realización de este test , probablemente tiene una pequeña o ninguna consecuencia sobre la mortalidad por este cáncer. El PSA incrementa el diagnóstico del cáncer de próstata, pero no significa que detecte cánceres de próstata avanzados.

Casi dos tercios de los hombres que se realizan una biopsia de próstata por PSA elevado, no tendrán cáncer de próstata en el resultado de la biopsia. Los detractores de hacer esta prueba de forma rutinaria exponen que alrededor de un 15% de los hombres con un PSA normal serán diagnosticados de un cáncer, y un 2% de los hombres con un PSA normal tendrán, además, un cáncer de próstata avanzado.

Cada biopsia de próstata tiene el riesgo de importantes efectos secundarios y serias complicaciones que incluyen sangre en el semen (93%), sangre en la orina (66%), dolor (44%), fiebre (18%) e ingresos hospitalarios por sepsis (1-2%). Por ello, las nuevas técnicas como la biopsia guiada por resonancia, los marcadores genéticos y las herramientas de estratificación de riesgo serán decisivos en los próximos años.