Sexo
Siguen sin bajar los nuevos diagnósticos de VIH en España
A pesar de los esfuerzos para mejorar el diagnóstico y tratamiento precoz, el número de nuevos casos se mantiene estable en nuestro país en los últimos cinco años
A pesar de los esfuerzos para mejorar el diagnóstico y tratamiento precoz, el número de nuevos casos se mantiene estable en nuestro país en los últimos cinco años
De no abordarse de forma urgente los nuevos retos a los que se enfrentan los pacientes infectados por el VIH, los objetivos marcados por ONUsida para el año 2020 no podrán ser alcanzados, a la par que se producirá un incremento notable de los costes asociados al manejo médico de esta enfermedad. Ésa es la conclusión a la que llega el informe realizado por The Economist Intelligence Unit, con el patrocinio de Gilead, «Vivir y envejecer con el VIH: desafíos en la gestión del VIH en España». El trabajo pretende evaluar el conocimiento de la enfermedad en nuestro país, así como el diagnóstico, las comorbilidades y toxicidades acumulados, y mejoras en la prestación de servicios a los pacientes.
En 2014, el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH (ONUsida) estableció los objetivos 90-90-90. Esta estrategia aboga porque el 90% de todas las personas que viven con la enfermedad conozcan su condición, que el 90% con una infección diagnosticada estén en tratamiento antirretroviral y que el 90% de los que reciben tratamiento antirretroviral tengan supresión viral en 2020. Bajo esta premisa, España se encuentra bien situada: el 82% de la población española con VIH ha sido diagnosticada, y el 92% de los pacientes españoles con VIH está recibiendo tratamiento para la enfermedad. La supresión viral está muy cerca de alcanzar el objetivo (88%). Sin embargo, los datos obtenidos tras este informe demuestran una tendencia a tener en cuenta: el número de nuevos diagnósticos (aunque bajan ligeramente entre 2010 y 2015) sigue sin disminuir, manteniéndose estable, cerca de 3.500 nuevos casos al año. De hecho, los expertos señalan que el repunte de las nuevas infecciones hace necesario mantener la guardia alta ante esta patología. En 2015, el 14,4% de los nuevos diagnosticados tenían más de 50 años, frente al 7,7% en el año anterior.
Parte de la complejidad de abordar las poblaciones de VIH en España proviene de la dificultad de identificar y manejar poblaciones muy diferentes. Los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres representan más de la mitad de las nuevas infecciones, siendo la transmisión heterosexual un cuarto adicional y los consumidores de drogas un porcentaje más pequeño. En una de cada cinco personas con VIH no se ha podido determinar el modo de transmisión. Además, la diferencia en cuándo y cómo son diagnosticados y tratados los pacientes con VIH tiene un impacto significativo en su calidad de vida.
Nuevos perfiles
El informe profundiza también en los nuevos perfiles de pacientes con VIH a través de datos demográficos. De esta forma se puede ver cómo los esfuerzos realizados por la Administración han permitido avances muy importantes cuyo resultado ha sido un incremento notable de la supervivencia de esta población. En este sentido, cabe destacar que la edad media de los afectados recién diagnosticados en España es de 36 años.
Además, los nuevos tratamientos –con toxicidades reducidas- hacen posible que puedan tener una esperanza de vida similar al resto de la población general. No obstante, estos pacientes, además de tener que enfrentarse a los problemas derivados de un envejecimiento anticipado (desarrollan síntomas de senilidad a los 50 años), han de hacer frente a los efectos secundarios fruto de las toxicidades acumuladas por tratamientos anteriores.
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