Investigación científica

Tecnología para «ver» el cerebro

«Conocida por las siglas DWS capta fluctuaciones de luz por el movimiento de la sangre»

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«Conocida por las siglas DWS capta fluctuaciones de luz por el movimiento de la sangre»

Una vez más la Física ayuda a la Medicina para conseguir mayor calidad de vida en pacientes de diversas enfermedades. En este caso ha sido para aquellos que han sufrido un infarto cerebral (ictus). Ingenieros biomédicos de la Universidad estadounidense de California en Davis han logrado una nueva técnica para medir el flujo sanguíneo en el cerebro. Será muy útil en aquellas personas que han sufrido un ictus o un accidente con traumatismo. Se basa en una cámara digital convencional, pero posiblemente sea más barata y eficaz, según explican Vivek Srinivasan y Wenjun Zhou en «Optic». Si se hace brillar una luz en una solución turbia, los fotones se dispersarán en diferentes direcciones. Así, la espectroscopia de correlación difusa (DCS) utiliza esencialmente este enfoque para observar el cerebro. La luz láser brilla dentro de la cabeza, a medida que los fotones atraviesan el cráneo y el cerebro, dispersándose por la sangre y los tejidos. Como esta señal es muy débil, la DCS necesita detectores de fotones individuales muy sensibles, que son bastante costosos. Además, al aumentar la luz, hay riesgo de quemar al paciente. En su investigación han logrado que un detector colocado en otra parte de la cabeza, donde los fotones salen nuevamente, captel as fluctuaciones de luz debidas al movimiento de la sangre. Estas fluctuaciones proporcionan valiosa información a los clínicos.

Estos científicos han denominado a su ingenio espectroscopía de ondas difusoras interferométricas (DWS). Una ventaja adicional es que no necesitan apagar las luces de la sala mientras hacen mediciones con él. Finalmente, es posible que incluso puedan controlar el flujo sanguíneo cerebral al aire libre, con la luz del sol. Hasta ahora, el equipo ha probado su dispositivo haciendo grabaciones cerebrales de voluntarios en el laboratorio. Están trabajando junto los neurocirujanos Bruce Lyeth y Lara Zimmermann para validar y adaptar la tecnología para su uso eventual en la atención neurocrítica.