España
Un componente del brócoli, eficaz contra el cáncer
Un ingrediente encontrado en esta crucífera inhibe el crecimiento tumoral en animales de laboratorio propensos a esta enfermedad
Desde hace años es uno de los productos que tienen el honor de engrosar la lista –cada vez mayor, todo hay que decirlo– de «súper alimentos» gracias a gran importancia desde el punto de vista nutricional, por su bajo contenido en calorías, su riqueza en compuestos bioactivos y por su elevada cantidad de vitaminas y minerales.
Concretamente, es una buena fuente de vitamina C y folatos, hasta el punto de que una ración (200 g) aporta casi el doble de las ingestas recomendadas de esta vitamina y la cuarta parte del consumo adecuados de folatos para un hombre y una mujer de 20 a 39 años con actividad física moderada.
Un hecho, el de reconocérsele sus propiedades beneficiosas sobre la salud, que ha incrementado su consumo en los últimos tiempos, para asombro de madres y abuelas, que durante años han tenido que pelear con sus vástagos para conseguir que lo comieran. Concretamente, «se le atribuye un efecto protector frente a diversos tipos de cáncer: pulmón, próstata, mama, endometrio, útero y tumores relacionados con el tracto gastrointestinal (estómago, hígado, colon), que parece ser debido a su gran contenido en nutrientes antioxidantes (b-carotenos y vitamina C), fibra (soluble e insoluble) y sustancias fitoquímicas, entre las que destacan los glucosinolatos (compuestos azufrados responsables del aroma y el sabor amargo-picante característico)», cuentan desde la Fundación Española de Nutrición (FEN).
A esta larga relación habría que sumarle un nuevo estudio en el que se ha descubierto que contiene una molécula que inactiva un gen que se sabe que desempeña un papel en una variedad de cánceres humanos comunes. Así, lo cuentan en un nuevo artículo publicado en la revista «Science», investigadores, dirigidos por Pier Paolo Pandolfi, director del Centro de Cáncer e Instituto de Investigación del Cáncer en el Centro Médico Beth Israel Deaconess, en Boston, (EE UU), demuestran que la detección del gen, conocido como WWP1, con el ingrediente encontrado en brócoli suprimió el crecimiento tumoral en animales de laboratorio propensos al cáncer.
«Encontramos un nuevo jugador importante que impulsa un camino crítico para el desarrollo del cáncer, una enzima que se puede inhibir con un compuesto natural que se encuentra en el brócoli y otras verduras crucíferas –afirma Pandolfi–. Esta vía emerge no sólo como un regulador para el control del crecimiento del tumor, sino también como un talón de Aquiles al que podemos dirigirnos con opciones terapéuticas».
El trabajo, que se llevó a cabo en ratones, está aún en fase preliminar y, si bien no deja de ser una vía de estudio prometedora, los que los expertos se muestran cautos al respecto. «Efectivamente son muchos los estudios que relacionan el tratamiento del cáncer con la alimentación, pero a día de hoy se considera una relación compleja, en la que se necesitan más estudios en cuanto a los alimentos responsables en la prevención de enfermedades. No obstante, se ha demostrado que una dieta adecuada es esencial para prevenir algunos tipos de cáncer, y además, la tolerancia al tratamiento así como la supervivencia», dicen desde la FEN.
Por su parte Manuel Moñino, vicepresidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Dietistas-Nutricionistas y presidente del Comité Científico de la Asociación «5 al día», entiende que aunque «numerosos estudios científicos les atribuyen a la reducción del riesgo de proliferación celular asociado los procesos cancerosos. No obstante, no existe ninguna declaración de propiedad saludables o de reducción de riesgo permitido por la autoridad europea de seguridad alimentaria, lo cual denota que aun no hay pruebas solidas que asocie el consumo del brócoli con esas propiedades».
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