Psiquiatría

Una pesadilla, el peor enemigo para el sueño de los bebés

El primer año los bebés duermen 15 horas al día pero los padres pierden más de 700 horas de sueño.. Hay cuatro grupos de problemas a tener en cuenta: insomnio, apneas, somnolencia y muerte súbita.. Hay que mejorar los hábitos del sueño como forma de prevención.

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Según un estudio realizado por el Instituto de calidad del sueño, los bebés retienen mejor el contenido de los sueños y el recuerdo de una pesadilla puede provocar que no quieran volver a dormir

El sueño es un conjunto de estados fisiológicos y de comportamiento que marcan y condicionan nuestra vida incluso desde antes de nacer. Las costumbres, vicios y rutinas que adoptemos desde pequeños pueden determinará nuestro futuro físico y mental.

Según explica el ESCI (Instituto Europeo de Calidad del Sueño, por sus siglas en inglés), los bebés presentan fases del sueño reconocibles incluso antes de nacer, por lo que los hábitos de vida que mantenga la madre pueden afectar negativamente a su calidad del descanso. En caso de que no padezca ningún trastorno del sueño, los primeros meses de vida un bebé duerme entre 14 y 15 horas al día aunque los padres perderán más de 700 horas de sueño ese primer año. Algunos de los problemas más frecuentes son la dificultad para quedarse dormido, la interrupción o respiración fuerte, apneas o el sonambulismo. Además, los bebés se acuerdan de los sueños mejor que los adultos y el recuerdo de una pesadilla puede provocar rechazo a volver a dormir.

Para evitar que se produzcan, el ESCI ha desarrollado una serie de recomendaciones para la vida cotidiana fáciles de adoptar y que mejorarán notablemente la salud del niño a la hora de ir a dormir. En primer lugar, no debemos dejar que el bebé se duerma fuera de su cama y establecer una rutina diaria (baño, cena y cuento, por ejemplo) Además, no debemos darles líquidos en exceso antes de acostarle ni estimularle con alimentos excitantes como el chocolate.

También debemos evitar la asociación de conceptos negativos tales como “castigado y a la cama” y encender la luz de la habitación a la hora de acostarles, pues la luz activa la melatonina y retrasa el sueño del bebé.