
Crisis de vivienda
Casas-patera, habitaciones en supermercados y estafas en mansiones okupadas: así es alquilar una vivienda en Ibiza
En algunos alojamientos la gente vive hacinada en cuartos o espacios reconvertidos en habitaciones y por los que pagan desde 400 hasta mil euros al mes

El descubrimiento de un chalé-patera en Ibiza con capacidad para poco más de una decena de personas pero donde viven un total de 30 trabajadores ha vuelto a poner sobre la mesa el problemón que tiene la isla con la vivienda.
El drama de este piso, donde se alquilan habitaciones de dos por tres metros cuadrados por 750 euros mensuales, ha sido destapado hoy por elDiario.es. Las imágenes son impactantes: personas viviendo como animales en espacios diminutos donde abarrotan como pueden todas sus pertenencias.
No es, por otro lado, ni por asomo un alquiler legal el que pagan estas personas, la mayoría de ellos empleados de distintas empresas de la isla.
Un supermercado realquilado
El año pasado, Diario de Ibiza publicó que en pleno centro de la ciudad Ibiza, había un antiguo supermercado cerrado al público que en los últimos años se había convertido presuntamente en una infravivienda donde malvivían una veintena de personas.
Tras recibir varias denuncias, tanto el Consell como el Ayuntamiento de Ibiza a abrieron una investigación conjunta, apoyada por la Policía Local y la Policía Nacional, para confirmar si el local, sin licencia urbanística ni cambio de uso aprobado, estaba siendo utilizado como alojamiento ilegal.
Moho, escombros y larvas
Uno de los antiguos inquilinos, un trabajador colombiano que ahora duerme en un coche, relata cómo el interior del local había sido dividido en pequeñas "habitaciones" de apenas dos metros cuadrados, muchas de ellas con moho, escombros e incluso larvas en el suelo.
Por un espacio de estas condiciones, llegó a pagar 400 euros mensuales a un supuesto casero. Las autoridades han identificado ya a tres personas que estarían implicadas en la gestión de esta infravivienda y se estudia solicitar autorización judicial para acceder al inmueble.
Este caso fue uno de los tantos que han puesto últimamente de manifiesto el grave problema de acceso a la vivienda en Ibiza, donde cada verano empeora la situación de los trabajadores temporales y vulnerables.
Un camping ilegal con más de mil personas
Probablemente, el culmen del drama que está habitacional de la isla tuvo lugar el pasado 31 de julio cuando las autoridades y cuerpos de seguridad (incluidos los GEAS) desalojaron un camping ilegal situado junto a la carretera Ibiza-Sant Antoni y donde se habían asentado unas mil personas.
Pero eso no era todo. Los asentados eran en realidad que estaban pagando un alquiler mensual que a veces rozaba los 1.000 euros para vivir en una tienda de campaña, una caravana, una furgoneta o incluso en un barco, en el interior del terreno.
El casero se trataba de un 'pirata' que también utilizaba el solar (cuya propiedad compartía con sus hermanos, que fueron quienes tramitaron la orden de desahucio) como depósito de todo tipo de materiales pesados.
El ruido y el hedor del lugar hizo que los vecinos presentaran gran cantidad de quejas ante el Ayuntamiento de Santa Eulària.
8.000 euros por vivir en una villa okupada
También el año pasado, una casera pidió por adelantado a una futura inquilina, de origen argentino, 8.000 euros por vivir en una habitación en una villa de Sant Miquel durante toda la temporada.
Poco después de abonar esa cantidad, algunos meses, aparecieron un grupo de personas en la vivienda que pretendían echar a la fuerza a la mujer, que al parecer se trataba de una okupa. La Guardia Civil se presentó en el alojamiento y esta mujer les convenció de que no era así, pero sí lo era, como publicó Diario de Ibiza.
La inquilina estuvo intentando recuperar su dinero y el propietario intentando echarla por subarrendar las habitaciones en una propiedad que no era suya. De hecho, el hombre estuvo dispuesto a pagarle incluso 3.000 euros para que se marchara.
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