Acoso sexual

Cosas de tetas y culos

Imagen del cartel promocional que desapareció en cuanto arreciaron las primeras críticas
Imagen del cartel promocional que desapareció en cuanto arreciaron las primeras críticaslarazon

Siempre me han dicho que si ponía «tetas» o «culo» en un titular era éxito seguro... y, bueno, aquí estamos (ejem, ejem).

El otro día leí que una discoteca ofrecía 100 euros «en efectivo» y alcohol gratis a las mujeres «que no tienen marido» si acudían al local sin bragas. A ver, por dónde empiezo. Tú vas a una discoteca y así, a las bravas, le enseñas tus intimidades al primero que te lo diga. Te dan cien euros y te emborrachan. Pues no, no suena machista, ¿verdad? Lo que da es un miedo atroz y en mi cabeza sólo resuena la palabra «delito».

Tú piensas, bueno ninguna mujer aceptará semejante ofensa y entonces, un poco más abajo lees que sí, que fueron dos. Eso sí, no hay que alarmarse porque una de ellas le pidió antes permiso a su marido... ¿¿¿Perdona??? Que le pidas permiso a tu pareja para hacer el gilipollas es ridículo, pero que el otro te lo dé, ya es «pa hacérselo mirar».

Dice el dueño del bar que era sólo una «broma» y que se trata de un «local muy familiar». Eso lo explica todo, debe ser que se lo tienen todo muy visto ya. Y lo de los cien euros debe ser un método para blanquear pasta, fijo.

Más de una debe estar pensando: «¡Joder!, con la de veces que he ido yo sin bragas y no me han dado un duro». ¿No se lo creen?. Tras desaparecer el cartel, llamaron otras veinte para saber si seguía vigente la promoción. Vamos, que si seguían dando los cien euros. Y luego nos echamos las manos a la cabeza por comentarios como «hay prostitutas que por menos hacen más».

En este punto os estaréis preguntando qué medidas han tomado desde la Administración... Ni de coña, lo que estáis pensando es dónde están las tetas y los culos.

Hace unos años saltaba la polémica por este anuncio de «Casino Rooms», un local muy popular entre los estudiantes de Rochester. Su cartel promocional, que podéis ver aquí al lado, insistía en que «no era cuestión del tamaño, sino de cómo se presenten». Eso sí, de gratis nada, tú las enseñabas y te costaba tres libras entrar. ¿Os imagináis el mismo cartel para los chicos? Uno que les diga: «el tamaño no importa...» (risas de fondo) «...sólo importa la presentación» y todos con ella ahí... (ahora ya son carcajadas).

Vaya por delante que la mujer es libre de enseñar, mostrar y exhibir sus atributos cuándo y cómo le dé la real gana, pero cuando se comercia con ello de esta forma, asquea y mucho.

Lo que jamás entenderé es que chicas jóvenes se presten a ser vejadas y humilladas. Un local de Magaluf, en Mallorca, ofrecía barra libre a cambio de felaciones en un tiempo récord. Una de ellas consiguió una botella de cava barato por realizar 23 «mamadas» en dos minutos y medio. Que las chicas se sometan a este tipo de ultrajes me resulta inaudito, pero Youtube deja muy clarito (demasiado) que «haberlas, haylas». Esperemos que el cava, al menos, estuviese fresquito. Y ahora todos de cabeza a buscar «mamading» en internet (no sé si reír o llorar).