Estalinismos

Se me ha enfadado el excelentísimo presidente de la Diputación de Lleida. Y mucho. Les cuento: el pasado viernes celebrábamos el primer pleno tras el parón de agosto con una moción de lo más “entrañable”. La presentaba la CUP e iba cómo no, del sempiterno tema de la lengua propia. Y es que existe cierto consorcio llamado Consorci de Normalització Lingüística que se dedica, entre otras cosas a ofrecer cursos de catalán. En él participan ayuntamientos, Consejos Comarcales y la propia Diputación, todos ellos aportando generosas contribuciones. Pues la moción venía a cuento de que tradicionalmente, preside el consorcio el concejal de Cultura del ayuntamiento más grande, por eso de que apoquina más dinero y además tiene más oferta de actividades. En este caso hablamos de la concejal de Cultura del Ayuntamiento de Lleida. La cuestión es que a la CUP le parece que había que echar a la actual presidenta, del PSC, porque según ellos existe un acuerdo con el eje de todo mal, es decir, Ciudadanos.

Así que mientras andaba yo argumentando y poniendo en evidencia una mentira tras otra, tanto en la exposición de motivos como en los acuerdos, en un momento dado le dije al diputado de la CUP que tenían una actitud estalinista... Y he aquí, que el presidente, de lo que antes era Convergència i Unió y ahora es imposible saber cómo se llaman, me interrumpe en plena intervención para decir que moderara el lenguaje, que no eran formas y que ya vale.

Curiosamente, al diputado de la CUP le daba igual el adjetivo en cuestión, y no protestó por él ¿Y por qué se enfadó el presidente? Pues puede que sea porque su partido, en coalición con ERC en el Parlament de Catalunya ha firmado un acuerdo y depende por completo de la CUP para todo. Lo cual les convierte en rehenes de la formación antisistema y socios a la vez. Y que los representantes de la burguesía catalana, los del partido del “seny” y los de la gobernabilidad a cambio de la pasta, puedan ser considerados estalinistas por contagio o contacto probablemente es más de lo que alguno de sus dirigentes puede soportar... Así que tras la defensa cerrada del de CIU al de la CUP, se produjo la votación. ¿Y qué votó CIU? Pues en contra de sus socios en el Parlament.... Aún nos estamos riendo por las constantes contradicciones que se producen en la muy endogámica política local. Y las que veremos.