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Situación crítica en la PACE

Situación crítica en la PACE
Situación crítica en la PACElarazon

Por Carlos Navarro Ahicart

Lo que está ocurriendo actualmente en la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (PACE) es algo desconocido para la mayoría de ciudadanos europeos, pero tan relevante como indignante. Recientemente, determinados agentes políticos dentro y fuera de la PACE están intentando, de las maneras más viles y lamentables, expulsar al legítimo Presidente de la misma, Pedro Agramunt, por un simple hecho: buscar la paz.

Agramunt realizó un viaje a Siria junto a una serie de parlamentarios de la Duma rusa, dos de la Asamblea del Consejo de Europa y Parlamento Europeo y varios parlamentarios nacionales europeos, para reunirse con Bashar al-Assad, actual presidente del país desde el año 2000. Al contrario de lo que quieren vender aquellos sumamente interesados en la defenestración política de Agramunt, ni se trató de una reunión secreta ni de una declaración de apoyo del presidente de la PACE en nombre de la misma al régimen sirio.

Cabe destacar que la principal función de la PACE es velar por el cumplimiento de los Derechos Humanos. Aunque solo puede investigar, recomendar y asesorar, su papel para la consecución de un estado de paz y respeto a los DDHH es sumamente importante. Asimismo, la PACE tiene la potestad de elegir a los jueces del Tribunal Europeo de Derechos Humanos y a los miembros del Comité Europeo para la prevención de la tortura.

Por ello, no parece descabellado afirmar que lo único que hacía Agramunt en Siria era parlamentar con el presidente al-Assad para apoyar no su régimen ni su gobierno, sino el desarrollo de vías diplomáticas que allanasen el camino hacia la paz en el país y, por extensión, en gran parte de Oriente Medio. Existe una enorme diferencia entre respaldar un régimen y respaldar que un régimen colabore en el objetivo de paz por el que debe velar el presidente de la PACE. Aunque algunos parecen no entenderlo.

Por si fuera poco todo esto, ahora los partidarios de la expulsión de Agramunt tratan de aprobar un borrador ilegal que incluye enmiendas al Reglamento de la PACE para poder reprobar al presidente de la misma y, en última instancia, echarlo. No solo viola los fundamentos más básicos del Imperio de la ley anulando la privacidad del voto y el principio de no retroactividad, sino que, además, ha sido duramente criticado por la Dirección de Asesoramiento Jurídico y Derecho Internacional Público del Consejo de Europa, que expone que “puede ser considerado contrario al principio de seguridad jurídica, principio básico del Estado de Derecho”.

Todo ello por no mencionar la deleznable conducta de determinadas personas, que recuerda al abandono y el escarnio público que se practicó contra la ya difunta doña Rita Barberá, ex alcaldesa de Valencia e íntima amiga del presidente Agramunt. La política es tremendamente desagradecida, y parece que ya no importa (para algunos) cuánto has aportado a lo largo de toda tu carrera. Parece que cuentan más los “errores” que cometes en un momento puntual. Y entrecomillo “errores” porque no se trata de un error, sino del cumplimiento del deber moral y político que se espera de Agramunt.

No seré yo quien se ponga en plan conspiranoico. No es mi estilo. Pero nada de esto responde a la mera casualidad y al cabreo puntual de algunos parlamentarios de repúblicas ex soviéticas. Parece que alguien está muy interesado en que Agramunt se vaya y deje de luchar contra el Mal, contra los poderes fácticos que parecen manipular el mundo a su antojo y crear guerras allá donde él desea llevar la paz. Tremendamente injusto.