Turquía

Turquía y el dilema europeo

Turquía y el dilema europeo
Turquía y el dilema europeolarazon

Por Luis Lorente

Después del golpe de estado fallido que se ha producido en Turquía, analistas “occidentales” se han apresurado a definir quienes han sido los buenos y los malos en esta contienda. Turquía es por definición constitucional, una república laica, desde que Mustafa Kemal “Atatürk” se convirtió en el primer presidente de la república y, posteriormente, introdujo muchas reformas radicales con el objetivo de fundar esa nueva república laica que rompiese con su pasado otomano. Turquía apoyó a los aliados en la Segunda Guerra Mundial, y en 1952, Turquía se unió a la OTAN, que fue el garante en la zona contra la expansión soviética. El ejército ha sido la institución garante de ese laicismo, y de hecho, los golpes de estado se han producido a menudo (1960, 1980), en donde caía el gobierno, y tras un breve período los militares devolvían el poder a los civiles.

En el año 2002 llegó al poder un partido de tendencia islamista conservadora, pero a la usanza de los partidos democristianos europeos. Turquía en estos años ha sido un aliado “incómodo pero necesario” para y EEUU y Europa. Por un lado, como miembro de la OTAN, Turquía ha apoyado la política exterior de EEUU y ha participado en acuerdos con la UE como el acuerdo sobre los refugiados. Por cierto, pobres refugiados, si ya el acuerdo generaba dudas acerca de su legalidad, más dudas genera ahora en el fondo, porque el acuerdo se basaba en que Turquía era un país seguro, cosa que creo que es evidente que se ha demostrado falsa con el fallido golpe de estado. Es necesario mencionar que Turquía desea formar parte de la UE, a pesar de que este país no cumple con los criterios de adhesión establecidos en el artículo 49 del Tratado de la Unión Europea (libertades civiles, respeto a los derechos humanos y la existencia de un Estado de Derecho), ni con los criterios establecidos en las condiciones de Copenhague de 1993.

A pesar de esta situación la UE, ésta tiene tres instrumentos financieros de preadhesión de los que se beneficia Turquía: El instrumento estructural de preadhesión, el programa CARDS (Asistencia Comunitaria para la reconstrucción, el Desarrollo y la Estabilización), y un instrumento financiero de preadhesión específico para Turquía.

Por lo que el dilema europeo es: ¿apoyamos a un socio necesario en la zona para nuestros intereses, pero que sabemos que no respeta los derechos humanos (los kurdos serían un buen ejemplo de esto) y que pretende avanzar hacia un estado confesional en el país? es necesario tener un Servicio Europeo de Acción Exterior de la Unión fuerte para tratar con Turquía, pero la solución no puede ser mantener con dinero a un gobierno con tintes autoritarios para que solucione problemas como el de los refugiados que Europa no quiere resolver.

Por último, es necesario remarcar que por desgracia, en Turquía se va a producir una caza de brujas. Golpes de estado no, pero apoyar a Erdogan tampoco es la solución.