Caso Bretón
«Batalla pública por la custodia de una niña»: No es esto... no es esto
Leo el periódico, y me llevo el primer disgusto del día, que viene en primera página. La publicidad de lo que no debería ser publico, la “democratización” de la calle, la batalla por lo que no debería de ser objeto de batalla.
No conozco el caso, y todo el mundo tiene mi respeto, pero los abogados de familia sabemos que cuando un juez toma una decisión de cambio de custodia , de la naturaleza de ésta, es que se han producido hechos de la suficiente gravedad como para que ese JUEZ (no olvidemos la palabra JUEZ, y por lo tanto principio de AUTORIDAD), haya llegado al convencimiento, después de muchas oportunidades anteriores o muchos requerimientos previos, o advertencias, de que la niña está en situación de riesgo, no porque la madre o el padre sea una mala madre en el sentido del cuidado físico de la menor, sino porque la menor se puede quedar emocionalmente sin figura paterna. Según el propio periódico la causa del cambio es obstaculizar las visitas del padre.
Esto ha debido de estar precedido de alegaciones, exposiciones de hechos, razones, pruebas, etc, y a lo que el Juez llega es a esta decisión. Lo ha dicho un Juez, y hay que cumplir lo que los jueces dicen.
Yo he vivido situaciones parecidas, y lo que dan es una profunda pena del sufrimiento inducido a los niños, que podía haberse evitado de cumplir con las resoluciones judiciales, estemos o no estemos de acuerdo con ellas.
El síndrome de alienación parental, o como queramos llamarlo, existe, y no hay otra forma de solucionarlo que ésta. Todos debemos pensar hasta donde llevamos las cosas en el derecho de Familia, porque es material extremadamente sensible.
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