Medio ambiente
La culebra "motorizada" de Gran Canaria
Una serpiente se desplaza más de 20 kilómetros en Gran Canaria, un caso único de dispersión inducida
Gran Canariaha sido escenario de un fenómeno inusual, la dispersión inducida de una culebra real que logró desplazarse más de 20 kilómetros en un solo día. Este caso, calificado por los expertos del proyecto #StopCulebraReal como el primer caso confirmado de “dispersión inducida” en la isla, destaca la capacidad de esta especie invasora para expandirse rápidamente utilizando métodos no convencionales.
Un viaje inusual: de Gáldar a Agaete
La serpiente, que se trasladó desde Gáldar hasta Agaete, recorrió una distancia de 20,4 kilómetros en apenas un día, todo gracias a una inusual estrategia. Adosada a los bajos de un vehículo, la culebra aprovechó el transporte motorizado para desplazarse, lo que le permitió cubrir una distancia mucho mayor de la que podría alcanzar naturalmente en el mismo periodo de tiempo. Este método de “dispersión inducida” no solo facilita su movilidad, sino que también multiplica exponencialmente su capacidad de expansión.
Monitoreo y captura por el quipo de #stopculebrareal
El seguimiento de este ejemplar comenzó gracias a la alerta de un ciudadano que detectó su presencia en una urbanización en Gáldar. A partir de ahí, los expertos del proyecto #StopCulebraReal empezaron a monitorear sus movimientos. Día y medio después de la primera observación, la culebra fue vista en el aparcamiento del Faro de Sardina, habiendo recorrido apenas 300 metros por su propia cuenta en 24 horas. Sin embargo, su estrategia cambió radicalmente cuando trepó a los bajos de un coche y se ocultó.
Los investigadores siguieron el vehículo hasta Agaete, donde, tras 15 minutos de haberse detenido, la serpiente salió de su escondite. En ese momento fue capturada, confirmando así su desplazamiento “motorizado” de 20,4 kilómetros en pocos minutos.
La invasión silenciosa de la culebra real en Gran Canaria: es una amenaza a la biodiversidad
La culebra real de California, conocida científicamente como Lampropeltis getula californiae, ha emergido como una de las especies invasoras más preocupantes en Gran Canaria. Su llegada a la isla, relacionada con la tenencia como mascota, ha tenido consecuencias ambientales significativas que continúan desarrollándose.
Origen y llegada a Gran Canaria
El primer avistamiento de esta serpiente en la naturaleza de Gran Canaria ocurrió en 1998 en el municipio de Telde. Sin embargo, no fue hasta 2007 cuando se confirmó el asentamiento de su población en la isla. La liberación de estos reptiles se atribuye a sueltas intencionadas o a ejemplares que escaparon de terrarios. La popularidad de estas serpientes como mascotas se debe a sus llamativos patrones de color y a su buen temperamento, lo que las convirtió en animales codiciados entre los aficionados.
Expansión por la isla
En dos décadas, la culebra real ha logrado establecerse en cuatro núcleos principales que se extienden desde el norte hasta el suroeste de la isla. Estos núcleos incluyen:
- Núcleo Primario (1998): Telde, Valsequillo, Santa Brígida, San Mateo y Las Palmas de Gran Canaria.
- Núcleo Secundario (2005): Gáldar y Agaete.
- Núcleo Terciario (2015): San Bartolomé de Tirajana y Mogán.
- Núcleo Cuaternario (2018): Barranco de Guiniguada en Las Palmas de Gran Canaria.
En estos núcleos, la culebra ha ocupado una variedad de ambientes, incluyendo zonas naturales, agrarias y suburbanas. Su presencia cerca de espacios naturales protegidos representa una amenaza adicional para la biodiversidad local.
Impacto en la fauna local
La expansión de la culebra real ha pasado desapercibida para muchos ciudadanos, pero no para la fauna nativa de la isla. Especies como los lagartos, las lisas y los perenquenes se han visto amenazados por este nuevo depredador. La predación por parte de la culebra real ha tenido efectos devastadores en estas poblaciones, que son fundamentales para el equilibrio ecológico de Gran Canaria.
Impacto de la especie invasora
El proyecto #StopCulebraReal, encargado de monitorear y controlar la expansión de la culebra real en Gran Canaria, ha capturado más de 18.300 ejemplares de esta especie en toda la isla, con una notable concentración en las zonas este, norte y sur. Solo en el año 2024, ya se han capturado más de 15.000 culebras, lo que refleja la magnitud del problema y la necesidad de estrategias efectivas para gestionar esta invasión.
La amenaza de la dispersión inducida
La dispersión inducida representa un desafío significativo para el control de especies invasoras. Este fenómeno, donde los animales utilizan vehículos u otros medios de transporte humanos para desplazarse, puede complicar los esfuerzos de contención y erradicación. En el caso de la culebra real en Gran Canaria, este método de expansión añade una capa de dificultad al trabajo de los investigadores y gestores ambientales.
El caso de la culebra “motorizada” en Gran Canaria subraya la adaptabilidad y el ingenio de las especies invasoras para superar barreras geográficas y expandir su territorio. Los esfuerzos del proyecto #StopCulebraReal son cruciales para controlar esta amenaza y proteger la biodiversidad local. A medida que las estrategias de dispersión inducida se vuelven más evidentes, se hace necesario un monitoreo constante y la colaboración ciudadana para enfrentar este desafío ambiental de manera efectiva.
Este incidente no solo alerta sobre la presencia de especies invasoras, sino también sobre la necesidad de una vigilancia continua y de métodos innovadores para su gestión. Gran Canaria, con su biodiversidad única, merece todos los esfuerzos para mantener su equilibrio ecológico frente a estas amenazas.
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