Naturaleza

No sabías que existía y ahora querrás mudarte a este lugar de España: artesanía, arqueología y vino en un solo rincón

Este pintoresco municipio forma parte de la red de Pueblos Mágicos de España

Mazo, en La Palma
No sabías que existía y ahora querrás mudarte a este lugar de España: artesanía, arqueología y vino en un solo lugarPentax Forums

Si alguna vez soñaste con encontrar un lugar donde la historia se respire, la naturaleza te abrace y la tradición se sirva en bandeja, ese lugar existe. Está en la isla de La Palma, en pleno archipiélago canario, y forma parte de la exclusiva red de Pueblos Mágicos de España. Un lugar que, aunque pequeño en tamaño, derrocha encanto por cada una de sus empedradas calles.

Este pintoresco municipio, colgado entre el mar y la montaña, enamora por su belleza paisajística, pero también por su arraigada identidad cultural. Es, ni más ni menos, el corazón artesanal de la isla, con la mayor concentración de artesanos por metro cuadrado. Allí, el arte no se expone en vitrinas: se huele, se toca y se aprende. Una escuela local mantiene viva la herencia de oficios tan ancestrales como la cestería de colmo y palma, la alfarería, el bordado o el telar. Porque en este rincón, el pasado y el presente no compiten, se dan la mano.

Donde las piedras cuentan historias

Pero si de historia se trata, el municipio guarda un as bajo la manga: el Parque Arqueológico de Belmaco, considerado el primer yacimiento descubierto en Canarias. En sus paredes volcánicas aún se aprecian grabados rupestres con formas geométricas que invitan a imaginar la vida de los benahoaritas, antiguos pobladores que dejaron su huella en la legendaria Cueva de Belmaco.

El casco histórico del municipio es una postal. Sus calles y sus construcciones señoriales cuentan siglos de esplendor con cada paso. Es un lugar para perderse… y encontrarse con la verdadera alma de La Palma.

Sabor a tierra volcánica

Si crees que el viaje termina con la vista, prepárate para el festín. Porque este pueblo no solo es mágico por su cultura, sino también por su gastronomía que hace bailar las papilas. Entre sus joyas destaca el vino con Denominación de Origen Protegida “Vinos de La Palma”, elaborado con mimo entre viñedos que crecen sobre cenizas volcánicas. Especial mención merecen sus malvasías dulces, capaces de hacer sonreír incluso a los paladares más serios.

Y por si fuera poco, los pastores locales ofrecen un queso de cabra galardonado, de esos que se recuerdan. Para el postre, una oda a la repostería tradicional: almendrados, roscas, pastelones, bizcochones y mantecados. Todo elaborado con productos de agricultura ecológica, que además de ser deliciosos, cuidan del planeta. No faltan frutas tropicales, verduras y miel local, de esas que saben a flor.

Fiestas

La tradición no se queda quieta, especialmente en septiembre, cuando el calendario se llena de alegría popular. Las fiestas de La Salemera, entre el 9 y el 15, llenan las calles de música, concursos de pesca, juegos populares y verbenas al borde del mar. Y unos días antes, del 2 al 8, llegan las celebraciones del Varadero de La Bajita, donde la devoción mariana se mezcla con la fiesta. ¿El momento más emotivo? El embarque de la imagen sagrada tras la romería y la misa. Un acto que emociona hasta al más escéptico.