Medio Ambiente

El buitre negro sobrevuela de nuevo la cordillera ibérica para conservar el ecosistema

El Proyecto Monachus de GREFA logra por vez primera en décadas que nazcan en la Sierra de la Demanda burgalesa dos pollos de esta especie amenazada

El buitre negro, especie amenazada, vuelve a resurgir en la Sierra de la Demanda burgalesa
El buitre negro, especie amenazada, vuelve a resurgir en la Sierra de la Demanda burgalesaIcalIcal

El buitre negro, una especie en serio riesgo de extinción, incluida en la categoría de ‘Vulnerable’ en el Catálogo Español de Especies Amenazadas, tiene futuro por delante después de que dos pollos hayan nacido recientemente en la sierra burgalesa de la Demanda tras varias décadas sin hacerlo, y un tercero esté por llegar en breve en la misma zona, dentro del Proyecto Monachus impulsado por la asociación conservacionista GREFA con la colaboración de los gobiernos de Castilla y León y la Rioja, que busca conectar las grandes colonias de buitre negro del centro y el sur de la Península Ibérica con las que se están creando en Francia y otros países.

Una iniciativa que, desde 2017 que se puso en marcha, ha liberado medio centenar de buitres negros en la Sierra de la Demanda, lo que ha permitido que se hayan formado nueve parejas de la especie con posibilidades de reproducirse en la actualidad. Una gran noticia que, además, se produce coincidiendo con el Día Internacional de la Diversidad Biológica.

El nacimiento de estos dos pollos, que ha tenido lugar en el sector burgalés de la Sierra de la Demanda, confirma el éxito de las reintroducciones de buitre negro que se iniciaron hace tres años en el término municipal burgalés de Huerta de Arriba, y que actualmente cuenta con más municipios de ambas regiones implicadas, según informan fuentes de la asociación conservacionista, desde donde aseguran que seis de estas parejas, cuyos nidos se distribuyen por dos términos municipales burgaleses y riojanos, han incubado su puesta formada por un único huevo, por lo que es el primer año en el que la especie cría con éxito en este sistema montañoso de la cordillera ibérica.

La pareja formada por dos buitres negros reintroducidos en 2017, el macho Acebo y la hembra Arca, ha sido la primera que ha visto nacer su pollo, en concreto el pasado 30 de abril. La segunda pareja que se ha reproducido con éxito está formada por el macho Arrañón y la hembra Barbojeda, siendo el primero un ejemplar liberado en 2017 y la segunda un ave exógena (no reintroducida, sino procedente de otra colonia) y habiendo nacido su pollo el pasado 14 de mayo. La pareja de la que aún se espera el nacimiento de su pollo es la formada por el macho Benigno y la hembra Canaleja, ambos ejemplares exógenos.

Las tres parejas restantes, de momento no han podido incubar con éxito pese a iniciar el proceso, según apuntan fuentes del Gobierno de Castilla y León, quienes explican que detrás de este “fracaso” puede encontrarse la inexperiencia de estas aves o las inclemencias meteorológicas de esta primavera.

Acebo, a la izquierda, y Arca, a la derecha, la pareja de buitres negros que ha conseguido incubar dos pollos
Acebo, a la izquierda, y Arca, a la derecha, la pareja de buitres negros que ha conseguido incubar dos pollosGREFALa Razón

Limpia el campo de cadáveres de animales

“Recuperar la población reproductora de una especie amenazada en una zona donde estaba extinguida, como acaba de pasar con el buitre negro en la Sierra de la Demanda, es uno de los mayores logros a los que podemos aspirar quienes nos dedicamos a la recuperación y defensa de la biodiversidad”, explica el presidente de GREFA, Ernesto Álvarez, mientras que la bióloga y directora del proyecto, Lorena Juste, destaca la colaboración de numerosas asociaciones e instituciones así como la gran implicación de la población local en favor de la especie. “La gente de la zona cada vez valora más que el buitre negro, al igual que otras especies necrófagas o carroñeras, preste un importante servicio en los ecosistemas al limpiar el campo de cadáveres de animales, impidiendo así la propagación de enfermedades entre la fauna salvaje, la ganadería e incluso sobre la población humana”, apunta.

Muchos de los buitres negros liberados proceden de un buen número de centros de recuperación de fauna, que han cedido al Proyecto Monachus ejemplares rehabilitados en sus instalaciones tras sufrir alguna lesión o enfermedad. Desde la Junta de Castilla y León, en concreto, se han cedido al proyecto 32 buitres negros procedentes de la red de Centros de Recuperación de Animales Salvajes (CRAS).