Educación

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Más de 1.200 personas se manifestaron en la Gran Vía de Salamanca para protestar contra la nueva ley educativa, conocida como Ley Celaá. Ataviados con globos y lazos naranjas, alumnos, profesores, padres y sindicatos salmantinos reivindicaron “una escuela realmente inclusiva, con todos y para todos”, según se podía leer en algunas de sus pancartas.
El portavoz, Lauro Martín, reivindicó a través de la lectura de un comunicado la “libertad de enseñanza y la convivencia de redes educativas” y la “defensa de la pluralidad de modelos educativos y de la libertad de enseñanza”, ante una Ley Celaá que, en su opinión, “pretende restringir libertades sociales y desmantela la pluralidad educativa”.
“Celaá, escucha, esta es nuestra lucha” era el grito más repetido en esta protesta, que contó con la presencia de miembros del Partido Popular de Salamanca, como su presidente, Javier Iglesias, que ya había anunciado su presencia y su postura en contra de esta ley. También se dejó ver el concejal de Turismo, Fernando Castaño, miembro de Ciudadanos Salamanca, cuyo protagonismo se incrementó durante las protestas de los hosteleros semanas atrás.
El portavoz de la plataforma arrancó su intervención atribuyéndose la representación de “más de 10.000 alumnos y otros tantos trabajadores” que, en Castilla y León, forman parte de la escuela concertada. Aseguró además que han dado “ejemplo” y han “ayudado a paliar la situación” que atraviesa el país por la crisis del COVID-19. “Abrimos más de 200 centros en la Comunidad con mucha incertidumbre y, gracias a nuestra vocación, hemos ayudado a los alumnos para que reciban una enseñanza de calidad”, recordó.
Lauro Martín quiso además mencionar a las familias “presentes y futuras” que “desean libertad y una educación plural”. Por ello reclamó apoyo institucional “no solo para la educación pública, que también, sino para la concertada y la especial”. “Todas las personas que formamos Más Plurales queremos manifestar nuestro rechazo a esta ley. No es tiempo de modificar nada sin el más mínimo consenso social ni político. Con nocturnidad, y aprovechando la pandemia”, acusó.
El portavoz dejó claro que, en su opinión, esta octava ley educativa de la democracia “no garantiza la libertad de elección ni la pluralidad del sistema”. Por esta razón, dijo “no a la Lomloe, y sí una ley que sea de todos”. “No toleraremos más recortes a la libertad porque nos jugamos el futuro y la educación de nuestros hijos”, sentenció.
En la misma línea, cargó contra el “modelo de inclusión radical”, que “conduce a la educación especial a su desaparición”. Por eso, el portavoz reclamó a la instituciones recursos suficientes para educar a los niños discapacitados, lamentando que “la Lomloe no introduce ni una sola mejora ni en la concertada, ni en la especial”. Agregó asimismo que “es una agresión a favor de una ideología laicista que no es propia de un estado no confesional”. En este sentido, subrayó también que “la asignatura de Religión es una elección de miles de familias cada año”.
En suma, el portavoz de Más Plurales exigió financiación de los centros públicos y concertados “en igualdad de condiciones” y advirtió de que no se cansarán de hacerlo. “Seguiremos denunciando este atropello y hacemos un llamamiento a todas las familias de la Comunidad para que muestren su rechazo a esta ley. Sí, a la libertad de enseñanza y la convivencia de redes educativas”, concluyó.