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La Usal lidera el consorcio científico internacional que data por primera vez la erupción que emergió al volcán más activo de la Antártida
El geólogo Antonio Álvarez Valero dirige el proyecto que reúne a investigadores de Japón, Nueva Zelanda, Reino Unido, Italia y España y cuyos resultados acaban de presentarse en el congreso mundial de vulcanología ‘IAVCEI25’

El geólogo de la Universidad de Salamanca Antonio Álvarez Valero lidera el consorcio investigador, con científicos procedentes de Japón, Nueva Zelanda, Reino Unido, Italia y España, que acaba de datar por primera vez el evento de formación del volcán más activo de la Antártida, en Isla Decepción, así como el posterior evento eruptivo y más grande jamás registrado en la región antártica que, según explicó, “originaría la morfología actual de la caldera y su característico aspecto de herradura”.
Los resultados, “todo un hito para la comunidad científica internacional”, acaban de ser publicados por la revista ‘Scientific Reports’ y presentados en la última edición del congreso de vulcanología más importante a nivel mundial, el ‘IAVCEI25. En esta ocasión, el encuentro, organizado cada cuatro años, se celebró del 29 a al 4 de julio en Ginebra (Suiza) y reunió en torno a unos 1.500 expertos que debatieron y revisaron la actualidad en el campo de la vulcanología y pudieron conocer de primera mano el trabajo dirigido por la Usal.
Concretamente, el consorcio internacional ha podido determinar, gracias a la identificación de “una señal de isótopo de masa tres del helio de origen cosmogénico” en las muestras geológicas recogidas, que la formación del volcán de Isla Decepción se remontaría a cuatro millones de años atrás, “momento en el que emerge el material del fondo oceánico y comienza a recibir el bombardeo de radio nucleico cósmico procedente del espacio exterior, que quedó registrado en las rocas expuestas en superficie y ha permitido desentrañar su edad”.
Por otra parte, los investigadores también pudieron estimar que fue hace 4.000 años cuando tuvo lugar “el evento eruptivo antártico que dio origen a la morfología actual de la isla, tras un colapso inmenso de la caldera que vació la cámara magmática bajo el volcán”, tal y como subrayó el geólogo de la Usal, quien recordó que “se trata de un volcán que nace en fondo oceánico, controlado por una tectónica de placas compleja con varias microplacas en funcionamiento y mecanismos de subducción implicados”.
Los novedosos resultados han sido obtenidos al hilo de la ejecución del proyecto ‘eruptING’ del que Álvarez Valero es investigador principal y se desarrolla al amparo del Plan Nacional de Investigación del Gobierno de España. La iniciativa científica persigue descifrar si existe conexión entre la actividad volcánica y los periodos de glaciación en volcanes de regiones polares y otros volcanes de alta altitud, ubicados en Nueva Zelanda, Japón e Italia, además de precisar si las erupciones en ambientes polares están influenciadas por la carga y descarga del hielo, sea glaciar o estacional.
Para avanzar en la predicción de los eventos eruptivos, ‘eruptING’ se centra en el estudio de la evolución geoquímica de los volátiles desde su liberación en el magma profundo hasta su liberación en superficie, como indicadores de una potencial erupción. Motivo por el que, precisamente, los investigadores estudiaban en Isla Decepción el funcionamiento de la variación de las relaciones isotópicas de los gases nobles en la cámara magmática del volcán que resultó el desencadenante del hallazgo.
En este sentido, durante el proceso de análisis de los gases capturados en las muestras recogidas en superficie, Álvarez Valero y sus colegas de Japón y Reino Unido detectaron una señal isotópica de helio “anormalmente alta” para haberse generado en cualquier proceso geológico del planeta. “Eran unos valores que al principio incluso nos hicieron dudar de la estabilidad de la instrumentación que estábamos empleando para las mediciones”, comentó.
La réplica de los análisis en el laboratorio de referencia mundial, localizado en la Universidad de Tokio (Japón), confirmó la señal isotópica tan llamativa y disipó cualquier duda: los científicos estaban ante un ejemplo de señal alta por radiación cosmogénica del isótopo de ‘3He’ procedente de tormentas cósmicas.
Finalmente, el grupo de investigación consiguió discernir con toda precisión las señales y descifrar la edad geológica del volcán. “Avanzar en el conocimiento de un sistema magmático volcánico, desde su emplazamiento en profundidad hasta su erupción, desde la multidisciplinariedad y en colaboración con grupos punteros, permite a la Usal continuar a la vanguardia de la investigación en este ámbito de estudio y sumar fortalezas para seguir avanzando en predicción, nuestra contribución científica principal a la vulcanología”, concluyó el científico.
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