Carlos García Carbayo, junto a Carlos Macarro y Daniel Llanos

El Ayuntamiento de Salamanca recupera las fortificaciones de la ciudad en una publicación

El libro está coordinado por al arqueólogo municipal Carlos Macarro

En consonancia con la política de divulgación y puesta en valor del Patrimonio Cultural que se está llevando a cabo en los últimos años en la ciudad, el Ayuntamiento de Salamanca, a través de la Fundación Salamanca Ciudad de Cultura y Saberes, ha publicado el trabajo titulado “Las fortificaciones antiguas de Salamanca. Desde los orígenes hasta la Repoblación”, coordinado por el arqueólogo municipal Carlos Macarro y que ha contado con la participación de un grupo de relevantes investigadores salmantinos, y que ha sido presentado por el alcalde, Carlos Garcia Carbayo.

En dicha publicación se ofrece una información exhaustiva de las antiguas fortificaciones que tuvo Salamanca y cuyos vestigios aún se pueden contemplar en algunos espacios singulares y novedosos que han sido recuperados recientemente y abiertos al público.

El libro propone una reconstrucción socio-urbanística de Salamanca a partir de las primeras construcciones de carácter monumental como fueron sus recintos defensivos sucesivos, desde su propio origen hasta el momento de la repoblación efectiva de la ciudad en el siglo XII. Se han editado 500 ejemplares que estarán disponibles desde mañana en las librerías con un precio de 25 euros.

El libro se ha estructurado en dos grandes bloques. El primero, de carácter más interpretativo, repasa las claves del éxito del asentamiento humano de Salmantica y la ocupación paulatina de la ciudad hasta la alta Edad Media. En este bloque se analizan de manera pormenorizada los dispositivos defensivos construidos en esos periodos.

El segundo bloque, a modo de anexos, describe en distintos artículos los contextos estratigráficos registrados en diversas actuaciones arqueológicas realizadas a lo largo de los últimos treinta años en distintos solares de la ciudad, próximos o vinculados al recinto amurallado de la Cerca Vieja. En este caso su información resulta esencial para obtener visiones de conjunto que permiten esbozar una reconstrucción urbana e histórica de la ciudad en sus estadios más antiguos. También se incluyen estudios urbanísticos de la ciudad contemporánea que incorporan información muy valiosa sobre ciertos elementos defensivos que estuvieron visibles hasta prácticamente el siglo XX.

El trabajo, en definitiva, analiza las claves del éxito de Salamanca como asentamiento humano habitado durante al menos 3.000 años, describiendo los factores medioambientales y estratégicos más determinantes que explican las singularidades de su hábitat desde la Edad del Hierro. Entre ellos destacan con un protagonismo absoluto sus murallas, entendidas como las primeras grandes obras monumentales colectivas que pasaron a convertirse en el primer referente ciudadano de adscripción a un espacio y fueron determinantes en la configuración posterior de la trama urbana de Salamanca.