Si los partidos duraran 60 minutos, el Real Valladolid no sólo estaría salvado, sino que incluso estaría luchando por Europa. Pero no duran 90 minutos, y por eso el equipo de Sergio González está donde está y tocará sufrir los próximos ocho partidos que restan para acabar la temporada. Era un partido marcado con una “X” en el calendario. Encima, enfrente un equipo que está haciendo historia como es el Granada, que venía el jueves de jugar contra todo un Manchester United, y que acabó devorando a los pucelanos, primero para empatar el encuentro a falta de diez minutos y seis minutos después para poner la puntilla. Y menos mal, por que pudieron ser más.

Cuesta entender el nivel físico de este equipo, que se cae partido tras partido, aunque hay que reconocer que entre bajas por lesiones y por la pandemia de la Covid-19 no está teniendo suerte, aunque también se han tirado partido por una mala gestión del equipo y en especial por los cambios. Sergio continúa con vidas extras, ya estas alturas, cambiarlo sería todo un error, pero viendo la que se avecina...

Y Sergio volvió a sorprender a todos. Primero al poner a Masip en portería -cuando ha dicho en reiteradas ocasiones que nadie pierde aquí la titularidad por lesión. Roberto parece que sí-. Luego tras siete partidos en el ostracismo salió de inicio Toni Villa, que aguantó sólo 60 minutos. Y arriba Guardiola y Kodro, que jugando de espaldas a portería y para bajar balones, de sobresaliente, pero a la hora de marcar un gol... (sólo uno entre ambos). A todo ello, se une una nueva lesión de Javi Sánchez, la enésima ya, por lo que tuvo que entrar en la segunda parte Miguel Rubio, que tuvo que hacer pareja con Bruno. Un experimento más, aunque es verdad, que no hay más.

Y eso que el Valladolid hizo una primera parte aceptable. De las suyas, de esperar al rival, de destruir el juego del Granada y a esperar la suya. Aunque los primeros nueve minutos el Granada tuvo las suyas. Toni puso un pase preciso a Guardiola pero éste remató a las manos de Rui Silva. El partido de niveló hasta el penallti que Vallejo realizaba sobre Kodro y ponía el 1-0 Orellana, infalible desde los once metros, pero nuevamente muy apagado en todo el partido.

El Valladolid presionó en la segunda parte, pero sin crear excesivo peligro y se fue desdibujando. A pesar de ello, Kodro puso poner el 2-0 al estrellar un balón en la cruceta. Pero el Granada se hizo con el dominio del balón y primero Jorge Molina en el 77 empataba el encuentro, que noqueaba incompresiblemente al Valladolid y Quini de un latigazo hacía minutos después el 1-2, ante un Valladolid hundido y sin poder reaccionar. Malos tiempos corren en tierras pucelanas y ahora a resetear porque la próxima cita sí que es una final. Ante el Elche en diez días. Y ahí ya no vale especular.

Ficha técnica:

1- Real Valladolid: Masip; Janko (Nacho Martínez, m.84), Bruno, Javi Sánchez (Miguel Rubio, m.46), Olaza; Orellana, Alcaraz, Roque Mesa, Toni Villa (Hervías, m.64); Guardiola (Marcos André, m.71), Kodro (Weissman, m.84).

2- Granada C.F: Rui Silva; Foulquier, Vallejo, Germán, Quini; Gonalons (Suárez, m.64), Yan Eteki (Herrera, m.46); Machís, Fede Vico (Montoro, m.54), Puertas; Jorge Molina (Víctor Díaz, m.85).

Goles: 1-0, m.41: Orellana, de penalti. 1-1, m.77: Jorge Molina. 1-2, m.84: Quini.

Árbitro: Carlos del Cerro Grande (Comité madrileño). Mostró cartulina amarilla a Janko (m.62), Alcaraz (m.62), Masip (m.63), Bruno (m.69), del Real Valladolid y a Vallejo (m.35), Suárez (m.67), del Granada.

Incidencias: Partido correspondiente a la trigésima jornada de LaLiga Santander, disputado en el estadio José Zorrilla.