Literatura
El libro sobre la amistad de Delibes y Umbral llega al Instituto Cervantes de Madrid
La obra, en la que colabora la Diputación de Valladolid y las fundaciones a ambos autores, recopila el intercambio de 300 cartas durante 30 años
La sede madrileña del Instituto Cervantes acogió hoy la presentación del libro “Miguel Delibes, Francisco Umbral. La amistad de dos gigantes. Correspondencia (1960-2007)” (Editorial Destino) y una mesa redonda posterior sobre ambos.
El libro recupera la correspondencia, la mayor parte inédita, entre Miguel Delibes y Francisco Umbral entre 1960 y 1991, lo que demuestra la íntima relación afectiva e intelectual entre los dos escritores y periodistas.
A lo largo de 300 cartas que se intercambiaron, salen a luz las experiencias personales e inquietudes artísticas que son claves para conocer el panorama periodístico, político, social y literario de una época de la historia de España. La obra cuenta con la colaboración con la Diputación de Valladolid y las fundaciones Francisco Umbral y Miguel Delibes, que además coincide con el centenario del nacimiento del novelista vallisoletano.
La obra, que ha sido compilada por Luciano López y Araceli López, cuenta con el prólogo de Santos Sanz Villanueva, quien señala que en el epistolario entre Delibes y Umbral se solapan motivos de índole tan variada como los asuntos profesionales, menudencias laborales, cuestiones privadas, testimonios de época o reflexiones literarias. Las cartas permiten comprobar que las escritas por Delibes tienen una mayor seriedad y se ocupan de aspectos más prácticos mientras que las enviadas por Umbral son más desenfadadas-
Por ejemplo, Umbral (1932-2007) valoró la amistad de Delibes (1920-2010) al preguntarse con quién se iba a confesar, al que le consideró su “hermano mayor” e, incluso, llegó a considerarse el octavo hijo del novelista. Por su parte, Miguel reconocía que su amistad, más allá de algunas diferencias, estaba por encima de “menudencias” por que aseguraba que su relación iba más allá de “dimes y diretes”.
No en vano, esa amistad se prolongó durante medio siglo desde que se conocieron a finales de los años 50 del siglo pasado cuando un joven Umbral se incorporó a la redacción de El Norte de Castilla y Delibes era su director, aunque las cartas se comenzaron a intercambiar a partir de 1960, cuando el escritor abandonó Valladolid.
También en el intercambio hubo hueco para las bromas ya que Miguel llegó a decir: “Ni de novio tuve una correspondencia tan activa”. Por su parte, Umbral reconoció que era el “ligue más largo” que había tenido en su vida.
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