Sucesos
Susto en Ávila tras desprenderse por la lluvia parte de un muro del antiguo convento de Las Gordillas
No ha habido víctimas en un suceso que podía haber provocado una tragedia en otros circunstancias debido a que en el lugar suele estar puesta la terraza de un bar
Menudo susto se han llevado en Ávila, donde se habla de mucha suerte, después de que se haya desprendido una parte del muro del antiguo convento de Santa María de Jesús, más conocido como Las Gordillas (s. XVI) de la capital abulense, que se ha venido abajo esta tarde tras un desprendimiento que, por fortuna, no ha causado víctimas.
Y es que la abundante y fuerte lluvia que ha caído durante toda la jornada ha hecho que no estuviera puesta la terraza del bar más cercano que hasta el lunes había permanecido instalada en ese punto. ”Me están templando las piernas todavía”, asegura José Luis del Río, uno de los trabajadores del conocido bar “Roca”, situado en la plaza Virreina María Dávila a menos de 20 metros del muro caído, en declaraciones recogidas por Efe, quien pensó en un primer momento que el desprendimiento fue un trueno”.
El empleado del bar ha recordado que la lluvia que comenzó a caer ayer sobre Ávila hizo que retiraran la barra que había estado situada hasta entonces junto al muro de esa parte del convento de Las Gordillas. Eran cuatro mesas para dieciséis personas, que habitualmente se encontraban con bastante gente tomando el café por las mañanas y cañas y vinos por las tardes.
José Luis del Río también ha recordado el hecho de que este martes ya se pudiera consumir en la barra, lo que ha contribuido a que todo el mundo se encontrara en el interior.
Junto a la gran cantidad de roca sobre la calzada de esta plaza situada en esta zona algo alejada del centro de la capital, pero muy transitada por los abulenses, aún se encontraban recogidas las sillas y mesas de la terraza que había estado instalado en la zona en la que este martes se ha producido el desprendimiento. Los vecinos y curiosos comentaban al ver lo sucedido que esa parte del muro estaba “cogido con pinzas” y que “cualquier día” podía pasar lo que ha ocurrido.
El alcalde de Ávila, Jesús Manuel Sánchez Cabrera, se ha trasladado hasta el lugar de los hechos junto al jefe de Bomberos, Alberto Pato, quien ha atribuido lo sucedido “al paso del tiempo y a la falta de mantenimiento”, así como a las últimas lluvias -13,6 litros por metro cuadrado hasta las 19,30 en la capital-.
Los efectivos de la Policía Local han acordonado la zona y los bomberos, tras valorar la situación para actuar sobre el resto del muro, han esperado a conocer la catalogación del inmueble para actuar sobre el mismo. Tanto el regidor como el jefe de los bomberos consideran que esa parte del muro no forma parte del espacio del convento protegido como BIC desde hace treinta años.
“Se ha venido abajo probablemente por la falta de mantenimiento y por el paso del tiempo”, se aventuró a adelantar Alberto Pato Martín, jefe de Bomberos, quien ha explicado que ahora habrá que ver si se apuntala o no. Al respecto, apunta en declaraciones a Ical que la actuación podría ser más o menos invasiva en función del tipo de protección. “La Junta de Castilla y León hizo hace años una actuación de consolidación del muro para consolidarlo”, recordó el bombero. Pero eso no quiere decir que en la actualidad sea la Junta la propietaria de esta parte de la estructura. De hecho, ahora habrá que confirmar si es la Sareb la propietaria de la misma”, decía.
En este convento se instaló la comunidad de monjas Clarisas en 1557, siglos antes de abandonarlo en 1971, para trasladarse a otro muevo convento en la zona sur de la capital. El convento ha sufrido un gran deterioro a lo largo de los años, sufriendo robos y algún incidente como incendios en su claustro, sin que se haya actuado para rehabilitarlo o conservarlo. De hecho, hace quince años llegó a proyectarse la construcción de un hotel por parte de una importante cadena hotelera, junto a un gran bloque de viviendas y un aparcamiento que nunca llegó a realizarse
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