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El Delibes más periodista y su lucha contra la censura y la libertad de expresión

Arranca en Valladolid el I Congreso Internacional de Periodismo en homenaje al universal autor reivindicando la profesión en su “estado más puro”

Miguel Delibes observa varios pliegos del periódico El Norte de Castilla
Miguel Delibes observa varios pliegos del periódico El Norte de CastillaFundación Miguel Delibes

Sin duda, y aunque la mayoría del público no lo conozca, Miguel Delibes marcó un antes y un después en la historia del periodismo español. Su labor periodística, quizá quedó eclipsada por su brillante trayectoria novelesca, pero es de ley recalcar que sin su paso por El Norte de Castilla, del que llegó a ser director, las novelas del universal autor vallisoletano no serían las mismas que aún hoy, y seguramente, por mucho tiempo, continuarán traspasando fronteras.

Su lucha contra la censura y a favor de la libertad de expresión y de conciencia le convirtieron en uno de los grandes referentes del Periodismo español y por eso la Fundación estrena en el día de hoy el I Congreso Internacional en su memoria, con la participación de “juntaletras” de oficio y del primera línea que abordarán, a través de distintas ponencias y mesas redondas, el momento actual que atraviesa la profesión y sus retos de futuro.

Y es que la vinculación de Delibes al Norte de Castilla se fraguó el 10 de octubre de 1941, y el 14 de octubre debuta como dibujante. Informando sobre un partido de fútbol entre el Delicias- Ciudad Real. Su firma desde entonces “MAX”, M de Miguel, A de Ángeles su novia y la “X” sobre el futuro de ambos.

TFGP.
TFGP.Fundación Miguel Delibes

En 1942 comienza su principal actividad como dibujante y ese mismo año publica su primer artículo con el título “El deporte de la caza mayor”, donde ya mostraba uno de sus “hobbys” que más tarde inmortalizaría en varias de sus novelas. Continúa escribiendo artículos hasta que en el año 1944 ya firma como redactor en el periódico decano de la provincia.

A partir de ahí, la vida le cambia radicalmente en el transcurso de apenas cinco años. Gana por oposición la cátedra de Legislación Mercantil Española, se casa, tiene sus primeros hijos y con su primera novela, “La sombra del ciprés es alargada”, gana el prestigioso Premio Nadal.

Carné de Miguel Delibes periodista
Carné de Miguel Delibes periodistaFundación Miguel Delibes

En 1953 es nombrado subdirector de El Norte de Castilla. Hasta entonces había cultivados distintos géneros como la crítica cinematográfica, editorialista, necrológicas, veleidades literarias o crítico literario.

Aunque fue nombrado subdirector, asumió las funciones del máximo responsable con varias tareas por delante, crear una nueva política informativa propia y dar más protagonismo a capitales y pueblos de provincia cercanas. Para ello crearon una red de corresponsales reclutando maestros o farmacéuticos.

También se diseñó el periódico con nuevos logotipos, y en el tema de redacción -algo habitual en la historia de este oficio- faltaban manos y los recursos necesarios para nutrir al periódico de nuevos periodistas. Unos años donde se vive el centenario de El Norte y donde el periódico comienza a recibir diversas amonestaciones, en su lucha por la libertad de expresión.

En 1958 era nombrado director interino, con una “intensificación de la tendencia castellanista y agraria, siempre dentro de los límites entonces permitidos, pero forzándolos de continuo hasta su techo en una pugna constante por ganar cotas de libertad”, recuerda en el libro “Miguel Delibes, periodista”, José Francisco Sánchez.

Libro MIguel Delibes, periodista, editado por Destino
Libro MIguel Delibes, periodista, editado por DestinoLa Razón

Delibes trata de meter sangre nueva en la redacción y ficha Francisco Umbral, Bernardo Arrizabalaga o Manuel Ángel Leguineche, aunque ninguno de ellos llegaría a ser redactor y se ponen en marcha nuevas campañas a través del periódico para ayudar a vecinos afectados por diversos problemas.

La censura, que había sido fuerte hasta la fecha, alivia en este periodo a la redacción, aunque por ejemplo la Delegación Provincial prohibía aquellas crónicas firmadas en Rusia o sus países satélites, pero a partir de unos premios concedidos por ABC, donde se puso como jurado a Miguel Delibes -que no intervino en ellos- la cosa pasó a mayores y la animadversión con los “censores” fue “in crescendo”.

En 1960 era nombrado director, cargo en el que ejerció hasta 1966, aunque en junio de 1963 se apartaba voluntariamente por una temporada. Fue una época dorada, la expansión del periódico crecía y con nuevas secciones y dominicales. La llegada al Ministerio de Información y Turismo de Manuel Fraga Iribarne, suponía un “cambio esperado” para acabar con las advertencias del régimen a algunas noticias publicadas y a otras, que aparecían sin la importancia “demandada”, llevando también problemas al Consejo de Administración del propio periódico.

Pero Delibes no cejó y las críticas contra el régimen político y al Gobierno seguían publicándose en las páginas de opinión y editoriales. Finalmente el cese, llegaría en 1966 con muchos tiras y aflojas con “personajes del Gobierno de entonces” por las informaciones publicadas, pero seguiría en el Consejo de la redacción, ejerciendo una influencia decisiva en el día a día de El Norte de Castilla.

Miguel Delibes escribiendo
Miguel Delibes escribiendoFundación Miguel DelibesLa Razón

Como colofón a este reportaje el propio Miguel Delibes dejaba constancia del significado de su vida periodística en el siguiente texto: “Al periodismo nací hace ahora cuarenta años y a través de El Norte de Castilla y de mis colaboraciones esporádicas en diarios y revistas he permanecido vinculado a lo largo de cuatro décadas. En este tiempo aprendí dos cosas fundamentales para mi posterior dedicación a la novela: la valoración humana de los acontecimientos cotidianos –los que la prensa refleja– y la operación de síntesis que exige el periodismo actual para recoger los hechos y el mayor número de circunstancias que los rodean con el menor número de palabras posibles. Con este bagaje periodístico pasé a la narrativa y, a pesar de los años transcurridos, permanezco fiel a aquellos postulados, es decir, mi condición de novelista se apoya y se sostiene en mi condición de reportero. El periodismo ha sido mi escuela de narrador”.

Años después en el 1985 publicaría un ensayo, bajo el título “La censura de prensa en los años 40″ donde reflexiona acerca de su experiencia en la prensa durante la primera etapa del franquismo.