Sucesos

Tres detenidos y quince investigados por falsificar placas de matrícula en Ávila

Dentro de la operación “Laminarum” de la Guardia Civil

Un agente de la Guardia Civil, de espaldas, junto a un vehículo oficial
Un agente de la Guardia Civil, de espaldas, junto a un vehículo oficialGUARDIA CIVILGUARDIA CIVIL

Agentes del Grupo de Investigación y Análisis de Tráfico (GIAT) del Subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Ávila, dentro de la operación “Laminarum”, han detenido a tres personas e investigado a otras 15 supuestamente implicadas en delitos de falsedad de placas de matrícula.

Hasta el momento han sido detenidas tres personas, mientras que otras quince están siendo investigadas como supuestas autoras de varios delitos de falsedad documental en placas de matrícula, según ha informado en nota de prensa el instituto armado, que continúa con la investigación abierta hasta el esclarecimiento de los hechos.

Dichas investigaciones comenzaron el pasado mes de septiembre cuando numerosas personas fueron detectadas utilizando placas de matrícula temporales para empresa, con el objetivo de “camuflar las circunstancias reales de los vehículos que las portaban”, siendo alquiladas hasta por 250 euros.

La operación comenzó al ser detectado en septiembre un camión que circulaba con placas de matrícula temporales cuyo conductor no acreditaba tener relación laboral con la empresa titular de las mismas, aunque posteriormente se supo que dichas placas habían sido alquiladas por una determinada cantidad de dinero.

Al conocer el modo de actuar, la Guardia Civil comenzó a realizar gestiones para certificar si esos mismos hechos se estaban repitiendo, como así fue, ya que fueron localizadas “numerosas personas” implicadas en los hechos.

Unas utilizaban este tipo placas de matrícula y otras las alquilaban y facilitaban a personas que se dedican a la compra-venta de vehículos, abonando por el alquiler de las placas de matrícula una cantidad que dependía del trayecto que se necesitaba realizar.

Durante la investigación se averiguó que las empresas titulares de las placas de matrícula no tenían ni vehículos, ni trabajadores a su nombre y solo solicitaban la fabricación de dichas placas “con el único objetivo de ser alquiladas”.

Los vehículos que las portaban habían sido previamente dados de baja para su exportación, según el instituto armado, que apunta que con su uso, los propietarios de los mismos lograban ahorrar dinero en trámites administrativos, seguros obligatorios, ITVs de los vehículos, así como tiempo en los trámites de transferencia.

Las condiciones técnicas de los vehículos que portaban estas placas temporales solían ser “deficientes”, teniendo en cuenta la antigüedad de los mismos, ya que muchos de ellos carecían de inspección técnica periódica en vigor, lo que suponía “un riesgo añadido para la seguridad vial”.

Según el Reglamento General de vehículos, el uso de este tipo de placas de matrícula viene determinado por una serie de requisitos que “nunca se cumplían”.