Sociedad
Una fiesta rave ilegal reúne a cientos de personas en el embalse de la Almendra
La Guardia Civil vigila esta concentración inusual de personas y vehículos en el entorno de la ermita de Argusino
La Guardia Civil vigila orillas del embalse de Almendra a la altura del municipio zamorano de Salce la posible organización de una fiesta ilegal que concentra a cientos de personas en la zona llegados de distintos puntos de Europa, en su mayoría en caravanas y autocaravanas.
La convocatoria de la fiesta, realizada por las redes sociales, ha producido “una concentración inusual de personas y vehículos” en el entorno de la ermita de Argusino pese a que no se había comunicado previamente a la Subdelegación del Gobierno en Zamora, como debe realizarse.
El secretario general de la Subdelegación del Gobierno y subdelegado en funciones, Dionisio Ferrero, señala, en declaraciones recogidas por Efe, que pese a esa falta de comunicación, la Guardia Civil realiza un seguimiento “de cerca” del desarrollo del evento para evitar incidentes y daños sobre el patrimonio natural.
Además, advierte de que en caso de que detecten conductas ilícitas se propondrán sanciones.
Igualmente, apunta que ya se han establecido controles de seguridad ciudadana y de alcohol y drogas en las vías de acceso al lugar de la concentración y la Guardia Civil también desarrolla labores de vigilancia aérea con drones.
Ferrero ha transmitido un mensaje de tranquilidad a los vecinos de Salce y afirma que la Guardia Civil velará por el cumplimiento de la ley y porque la concentración termine sin incidentes.
En la zona del entorno de la ermita de Santa Cruz, en las proximidades de donde se ubicó la localidad de Argusino antes de quedar anegada por las aguas, se han instalado escenarios musicales y hay cientos de personas que han acudido a la convocatoria realizada por redes sociales en autocaravanas y otros vehículos.
Hace dos años, en otro punto de la provincia de Zamora, en Vime de Sanabria, se organizó otra fiesta ilegal que congregó a más de un centenar de jóvenes, en aquella ocasión pese a las restricciones que existían por la covid-19.
En esa fiesta ilegal se impuso una sanción de 126.000 euros al organizado y de 3.001 euros a casi un centenar de participantes identificados por incumplimiento de la normativa covid-19, según informó meses después la Junta de Castilla y León, encargada de la tramitación de las sanciones
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