La proyección de una película infantil en un cine de León se convirtió el pasado 1 de mayo en un escenario de violencia después de que un hombre tuviese una actitud "muy agresiva" con su pareja, utilizando un lenguaje agresivo y alarmante frente a otros espectadores, entre ellos varios menores de edad.

El boxeador Antonio Barrul, testigo de excepción de lo que estaba pasando, ni corto ni perezoso decidió dirigirse de buenas maneras al agresor para que depusiera en su actitud. Pero la situación, lejos de calmarse, escaló rápidamente cuando el joven comenzó a insultar y a amenazar de muerte al púgil, quien le propinó una sucesión de puñetazos y un rodillazo en la parte baja de la sala.

La policía fue alertada y detuvo al agresor, mientras que el boxeador mostró arrepentimiento por lo sucedido, pidiendo disculpas a los allí presentes, consciente de la presencia de menores.

Pasado este tiempo, Barrul, y tras una situación que ha dividido a la sociedad entre quienes han defendido su valentía en la defensa de una mujer que estaba siendo maltratada y entre la opinión de quienes aseguran que con violencia no se combate la violencia, asegura que no tiene "ningún problema" en acudir a los tribunales para resolver el conflicto ante la denuncia interpuesta por el agredido.

"Los argumentos del agresor no se sostienen, y yo sólo actué para intentar defender a una mujer", señala, en declaraciones recogidas por Efe, l púgil leonés, que en la actualidad se recupera de una lesión sufrida tras su última pelea en la que se impuso al rumano Alexandru Ionita.

Barrul ha recibido por parte del abogado del agredido la solicitud de una cantidad (90.000 euros) en concepto de compensación económica para intentar evitar el juicio, a lo que el púgil y su defensor se han negado al alegar que su actuación, varios puñetazos y un rodillazo, "fue la adecuada".

La agresión se hizo viral en redes sociales a través de un video del incidente grabado por una espectadora.

El herido presentó una denuncia el 6 de mayo por un delito de agresión, aunque en el mismo se constataba que, previamente a la agresión, se produjo un enfrentamiento verbal.