El PP de Burgos pide a Urkullu que desbloquee el convenio de atención sanitaria entre Castilla y León y País Vasco

Cuando Vox entró en el Gobierno de Castilla y León con tres consejeros y la vicepresidencia, fruto del pacto con el PP de Mañueco para que este último pudiera seguir al frente de la Junta, el Gobierno vasco que preside el peneuvista Íñigo Urkullu decidió bloquear el acuerdo de atención sanitaria que estaba listo antes de las elecciones autonómicas de febrero de 2022 entre ambos territorios para facilitar la asistencia a ciudadanos vascos en la comarca burgalesa de Las Merindades y, como contrapartida, a vecinos de esta zona de Burgos en el País Vasco.

Y es que tras el pacto entre PP y Vox, el Ejecutivo regional vasco dijo que no llegaría a ningún acuerdo con instituciones en cuyo gobierno figurara V la formación que lidera Santiago Abascal.

En este momento hay acuerdos entre ambas autonomías para atender a ciudadanos burgaleses del Condado de Treviño y de localidades concretas de Las Merindades como Espinosa de los Monteros, que pueden recibir atención sanitaria en el País Vasco, igual que ocurre con los ciudadanos vascos desplazados en Burgos.

Sin embargo, quienes viven en otras localidades de la zona, como Medina de Pomar o Villarcayo, no pueden recibir este tipo de atención si no se firma el convenio entre ambas comunidades autónomas.

En lugar de recibir atención en centros de salud próximos del País Vasco, los ciudadanos de esta zona están abocados a desplazarse a la capital burgalesa, en algunos casos a más de 90 kilómetros y con dos puertos de por medio, cuando no hay sanitarios de alguna especialidad en su entorno provincial.

“Esperemos que se quiten este tipo de excusas y que de una vez por todas tengamos un convenio en el que se beneficia tanto el castellano y leonés, el burgalés en este caso, como el vasco, en esa relación de entender que hay que ponerse de acuerdo en cuestiones tan lógicas y tan sensibles como son las sanitarias con independencia de donde resida en este caso el vecino que recibe esa atención”, advertía, en declaraciones recogidas por Ical.

Un 2024 intenso

Respecto al año recién comenzado, Suárez aseguraba que será “muy intenso” en lo político donde habrá diferentes citas electorales en Galicia, País Vasco y las europeas. Comicios en los que, según decía, el PP tiene que marcar cuáles son las líneas claras donde va a actuar y donde va a ser especialmente reivindicativo.

“Las primeras elecciones son las gallegas, que afectan y mucho también a los intereses de Burgos; no en vano ese itinerario cultural que es el Camino de Santiago une dos territorios y, por lo tanto, también las relaciones entre los territorios son estrechas, fluidas y además con intereses turísticos, culturales y económicos profundos”, apuntaba el dirigente popular, al tiempo que ponía también en valor las elecciones vascas por los lazos tan estrechos que existen con esta autonomía vecina. Y respecto a las europeas, destacaba que son muchos los proyectos que están vinculados a iniciativas europeas que afectan a los burgaleses, como por ejemplo en las infraestructuras que están vinculadas a financiaciones, a estrategias, a planteamientos que surgen del seno de la Unión Europea.

Por todo ello, avanzaba que el PP afronta este año y estas elecciones con ilusión, fuerza y con todos los recursos para hacer ver que el mejor proyecto es el del Partido Popular a la hora de votar todos los burgaleses.

Reivindicaciones

Finalmente, Borja Suárez se refería a los tres ejes que marcarán la agenda política del PP durante 2024. La reivindicación de las infraestructuras históricas, la exigencia al Estado para que mejore la conservación de las carreteras nacionales en la provincia y la llegada de más agentes de Guardia Civil al territorio serán las “líneas claras” que el PP va a reivindicar a través de sus cargos públicos.