Castilla y León y Galicia defienden una gestión sostenible en el medio rural basada en las personas

El verano se ha terminado, pero el calor no. España y Castilla y León afronta estos días el tradicional "veranillo" de San Miguel, cuyo día es este viernes 29 de octubre, con temperaturas diurnas por encima de los 30 grados, por lo que desde la Junta se pide prudencia ante los que puedan acudir al monte estos días a disfrutar de estos últimos coletazos estivales por el riesgo elevado de incendios aún no ha terminado. Es más, acabará el próximo 12 de octubre, festividad de El Pilar, patrona de España, dentro de las medidas pactadas hace un año en el diálogo social para reforzar el operativo de la Comunidad.

"No cantemos victoria", ha dicho este jueves el consejero de Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, antes de reunirse con su homólogo de Galicia, José González, para coordinar actuaciones en materia de incendios forestales, gestión del lobo y del territorio, porque quedan días de calor que pueden estropear un verano que ha sido benévolo en lo que al fuego se refiere.

De hecho cabe señalar que desde el pasado 1 de enero, Castilla y León ha declarado cerca de novecientos incendios forestales, en su mayoría conatos, que son aquellos en los que quema menos de una hectárea de superficie, muy lejos de los devastadores fuegos que durante 2022 arrasaron grandes áreas de la Comunidad, especialmente en la provincia de Zamora, con dos grandes fuegos al inicio del verano de 2022 en la Sierra de Culebra que se llevaron por delante más de 55.000 hectáreas y la vida de cuatro personas.

"Si bien es cierto que este año se han producido cuatro olas de calor, no se han dado las circunstancias extraordinarias del pasado, de extrema sequedad en combinación con vientos erráticos y sostenidos de más de 80 kilómetros por hora", decía el consejero al respecto.

El consejero gallego, por su parte, coincidía con Suárez-Quiñones a la hora de pedir prudencia, si bien ponía en valor el fuerte trabajo de prevención que han llevado a cabo desde la Xunta. Además, defendía que tanto su comunidad como Castilla y León cuentan con unos servicios de extinción “extraordinarios”.

Gestión sostenible y personas

Por otro lado, tras el encuentro ambos consejeros pedían al Gobierno de España una gestión sostenible del territorio que tenga en cuenta a los habitantes del medio rural.

Cuestiones como la máxima protección del lobo ibérico, en detrimento de la ganadería extensiva, y la gestión de la silvicultura como medio de subsistencia y garantía de sostenibilidad demográfica, han puesto ambos de ejemplo en esta reunión periódica de coordinación celebrada este jueves en Valladolid.

"El Gobierno de España deja muchas sobras cuando toma medidas de forma unilateral, sin consultar y en contra de la opinión de las comunidades autónomas que tenemos lobo",advertía Suárez-Quiñones, para quien la conservación del territorio debe ser aprovechando sus recursos, donde hay vida. "No es necesario echar a la gente para que se pueda conservar. Que nos dejen a nosotros, que escuche a la gente que vive del medio rural, pero que no atropelle", decía Suárez-Quiñones, mientras denunciaba que la gestión de Sánchez "está desconectada y muy alejada de las políticas agrarias y ganaderas".

El consejero gallego, por su parte, se mostraba partidario de un "frente común" en la gestión forestal, agraria y ganadera, así como preguntar a la gente que vive en el medio rural "porque es realmente la que garantiza la sostenibilidad", decía.