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¿Cuál es el pueblo más impresionante de España que se encuentra al borde de un acantilado?

Se trata de la ciudad más pequeña de nuestro país y cuenta con menos de 300 habitantes

La localidad burgalesa de Frías
La localidad burgalesa de FríasAyuntamiento Frías

Algunos de los pueblos más espectáculares de la geografía española tienen la particularidad de situarse al borde de un acantilado, lo que provoca una visión impresionante de esa villa. Y es que un acantilado es un accidente geográfico que consiste en una pendiente o una abrupta vertical. Normalmente se alude a acantilado cuando está sobre la costa, pero también pueden ser considerados como tales los que existen en montañas, fallas y orillas de los ríos, por lo que la visión que ofrece no deja indiferente a nadie.

Son muchos los municipios de estas características existentes en España, pero los internautas han elegido como el más vistoso uno situado en la provincia de Burgos, que cuenta con menos de 300 habitantes, y que tiene la peculiaridad de que está considerada como la ciudad más pequeña de España. Esta localidad es Frías, perteneciente a la comarca de Las Merindades. Se ubica en un estratégico emplazamiento para cruzar el río Ebro que se ha venido utilizando al menos desde la época romana. La primera referencia histórica se remonta al año 867, en plena repoblación de estas tierras después de su conquista a los musulmanes. En el siglo XI el conde Sancho García, conocido por el sobrenombre de "el de los buenos fueros", adquiere la ciudad. A su muerte Frías se integra en el reino de Pamplona Nájera (predecesor del reino de Navarra) bajo el reinado de Sancho Garcés III el Mayor.

En 1202, el rey Alfonso VIII le otorga el Fuero de Logroño para darle mayor bienestar e independencia, favoreciendo el desarrollo económico de la población, que llegó a contar con una judería. Pasa a depender de Castilla y extiende su influencia por todo el Valle de Tobalina. En el siglo XIV se construye sobre el puente una torre con el objetivo de cobrar más eficientemente el pontazgo.

En 1435, el rey Juan II de Castilla otorgó a la villa el título de ciudad con el objetivo de intercambiársela a Pedro Fernández de Velasco, conde de Haro, por Peñafiel. La población de Frías se negó a aceptar al conde de Haro como su señor, lo que llevó al enfrentamiento y asedio de la plaza, que tuvo que rendirse tras un largo tiempo, y acatar las normas del nuevo señor. En 1492 los Reyes Católicos crean el Ducado de Frías, que otorgan a los Velasco.

Su sorprendente silueta sobre un peñasco, se encuentra enmarcada por el imponente pico Humión, el más alto del Parque Natural Montes Obarenes. Entre sus atractivos destacan su casco urbano, que está declarado Conjunto Histórico Artístico y alberga algunos edificios y monumentos que bien merecen una visita.

Castillo de los Duques de Frías

La principal visita en Frías es el Castillo de los Duques de Frías o de los Velasco. Está situado en lo alto del cerro de la Muela y se puede ver desde cualquier punto de la localidad. Su construcción data del siglo IX como fortaleza defensiva aunque la estructura que se observa en la actualidad es de finales del siglo XII y principios del XIII, durante el reinado de Alfonso VIII. Se puede acceder a su interior cruzando un puente levadizo sobre un foso. Alrededor del patio de armas se conservan restos de las antiguas dependencias, como estancias de servicios, graneros y bodegas. Desde la parte superior de la torre del homenaje las vistas de Frías y de sus alrededores son impresionantes.

Casas Colgadas

Las casas colgadas son el principal emblema del municipio burgalés. Todas son de dos o tres alturas, y la mayoría de ellas conservan la bodega ya que Frías ha tenido una gran actividad vinícola a lo largo de su historia. Las casas cuelgan desde la roca y su fachada tiene entramados de madera. La calle Antonio Carpintero y la calle San Mayor de San Vítores son las mejores para observarlas en todo su esplendor. En la antigüedad estaban rodeadas por una muralla, de la que actualmente sólo quedan algunos restos y dos de las puertas, la de Medina y la del Postigo.

Palacio de los Salazar

Situado en la plaza de Alfonso VIII, en la actualidad acoge la Oficina de Turismo de Frías. Conserva el escudo con las 13 estrellas de los Salazar.

Puente Medieval

El puente medieval del pueblo tiene nueve arcos y 143 metros de longitud. A pesar de su nombre, su origen es románico. Fue en el siglo XIV cuando se le añadió una torre defensiva en la parte central. Quienes quisieran cruzar el puente tenían que pagar el derecho de pontazgo en función de su lugar de residencia y los bienes que portaran.

Calzada Romana

Por Frías pasa una de las calzadas romanas más importantes de la Península Ibérica, que comunica el norte del país con la meseta castellana.

Iglesia Parroquial de San Vicente Mártir y San Sebastián

Es el principal templo religioso de la localidad, y está ubicado en el casco antiguo. De la construcción primitiva románica apenas quedan algunos restos. La torre se cayó a principios del siglo XX y tuvo que ser levantada de nuevo. En los siglos XIV y XVI se añadieron la capilla del Santo Cristo de las Tentaciones y la capilla de la Visitación a la nave central.

Otros municipios singulares que se encuentran al borde un acantilado son:

Rello (Soria): La localidad soriana se localiza en lo alto de una peña de roca caliza ubicado en los Altos de Barahona en la Hoz del rio Escalote. Preciosa villa medieval amurallada cuya puerta y sus calles estrechas y empedradas compuestas por edificios señoriales, transportan al visitante a otro tiempo pasado. Todo el recinto es Bien de Interés Cultural y Conjunto Histórico.

La Muralla rodea y protege a la villa. Está flanqueada con diversas torres y rematada con almenas. Procede del siglo XII y fue reformada en el siglo XVI. Se puede acceder al interior del municipio a través de dos puertas. En una de ellas se puede encontrar el escudo heráldico del Señor de la villa: Lorenzo Suárez de Mendoza, Conde de La Coruña. Bajo el lienzo de la Muralla se sitúa la Torre del Agua cuya forma es cilíndrica. Llamada así porque servía para recoger agua del rio Escalote.

También hay un Castillo en uno de los extremos de la muralla. Se cree que pudo ser realizado en el siglo XV y posteriormente trasformado a finales de ese siglo y durante la centuria siguiente. Se conservan restos del aljibe y de la torre del homenaje, muy afectada por el impacto de un rayo. En la entrada a la fortaleza se puede contemplar nuevamente el escudo del señorío de la villa.

En la plaza de la localidad se halla el Rollo jurisdiccional o picota de hierro. Se trata de una bombarda (antigua pieza de artillería) del siglo XV o XVI. Posee cinco duelas o argollas de sujeción. En la base de piedra que sustenta la picota se puede leer “El rollo de Rello es de hierro”; famosa frase que se ha convertido en un popular trabalenguas en Rello.

La Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción fue realizada a mediados del siglo XVII durante el período barroco. Posee planta de cruz latina, de una nave única y cúpula sobre el crucero. El acceso se realiza a través de una portada con arco de medio punto sin presentar ningún tipo de decoración. En la parte superior de la zona de los pies se colocó una espadaña para albergar las campañas.

Alquézar (Huesca):Declarada Conjunto Histórico-Artístico, la villa de Alquézar invita al visitante a retroceder en el tiempo a través de un relajante recorrido por sus estrechas calles empedradas y rincones más emblemáticos. Su caserío se extiende a los pies de su castillo de origen islámico, convertido en colegiata tras la reconquista cristiana, mientras el río Vero atraviesa su último cañón antes de abrirse al valle.

Dedicada a Santa María, en la monumental colegiata se puede contemplar las huellas que las diferentes corrientes artísticas han ido dejando en el transcurrir de los siglos. Del siglo XI quedan algunos tramos de muralla, la torre albarrana, las ruinas de una torre cuadrangular y algún fragmento de la iglesia románica integrado en el magnífico claustro del siglo XIV. Hay que fijarse en sus bellos capiteles historiados y en las pinturas que decoran los muros del claustro (siglo XVI).

La visita a la villa no estará completa si no se llega hasta la Plaza Mayor –uno de los lugares con más encanto de la población- o entras en el Museo Etnológico Casa Fabián, ubicado en una típica casa del Somontano del siglo XVII.

Para disfrutar de una de las panorámicas más hermosas de la villa, hay que acercarse hasta el mirador "Sonrisa del Viento". Al formar parte del Parque Natural de la Sierra y Cañones de Guara, Alquézar es también un destino ideal para disfrutar de la naturaleza, de los deportes de aventura (senderismo, escalada, descenso de barrancos…) y del arte rupestre. También se pueden descubrir los bellos rincones del río Vero a su paso por la localidad, puedes hacer a pie la sencilla ruta de las pasarelas de Alquézar, ideal para hacer en familia.

Castellfollit de la Roca (Girona): Este pequeño pueblo se alza sobre un espectacular risco basáltico de 50 metros de altura y de casi un kilómetro de largura, recortado por el río Fluvià. Las estrechas callejuelas del pueblo desembocan en la antigua iglesia de Sant Salvador, en el extremo del risco, donde se halla un mirador con unas vistas privilegiadas. Castellfollit de la Roca es una de la puertas de entrada al Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa.

El barrio viejo está situado sobre un riscal basáltico formado por dos coladas de lava superpuestas. El recorrido se inicia en la plaza de Catalunya y se adentra en las calles de la parte vieja del pueblo. Una parte de esta ruta coincide con la antigua vía romana Annia. Desde la pasarela sobre el río Fluvià puede contemplarse el espectacular risco con el pueblo sobre él.

En Castellfollit de la Roca el visitante señalización en braille de diferentes puntos de interés turístico que conforman el itinerario circular que permite recorrer las calles del casco antiguo para llegar a los miradores de la pared basáltica y visitar la antigua iglesia.

Jorquera (Albacete): Sin duda lo primero que destaca de la Jorquera es su situación y su aspecto. Se sitúa en un alto sobre un meandro del Júcar y la población se adapta a su recorrido de modo que la atalaya natural parece hecha para el pueblo y no al contrario. La roca asciende con las casas perfectamente ensambladas y a sus pies el corte de la piedra del cañón del Júcar.

Entre sus monumentos más destacados se encuentra la fortaleza con varios recintos defensivos, entrelaza la zona cristiana en la parte inferior en torno a la torre de Doña Blanca, con la zona superior ovalada fechadas en la época almohade. En su casco urbano el edificio más notable es la parroquia de la Asunción del siglo XVI, de construcción gótica concluida con elementos renacentistas.

Cerca del ayuntamiento se encuentra la Casa del Corregidor, edificio barroco del siglo XVIII con labras heráldicas en la fachada y el escudo del Marqués de Villena. El paseo sosegado nos detiene sobre otros escudos labrados en las fachadas como el escudo de los Tomás-Alarcón o el escudo de los Ortega. En la ribera del Júcar se encuentra el santuario de la Virgen de Cubas de estilo dieciochesco, con una parte excavada en la roca y cúpula de perfil levantino.