Cultura

¿Cuáles son los castillos preferidos de Jesús Calleja?

La lista del aventurero leonés no ha dejado indiferente a nadie

El Alcázar de Segovia, donde se presentó la nueva campaña de turismo para verano
El Alcázar de Segovia, donde se presentó la nueva campaña de turismo para veranolarazon

Pocas personas en el mundo conoceran más rincones del planeta que el aventurero leonés Jesús Calleja. La escalada a altas montañas, los Dakar, y otras muchas aventuras forman parte de su curriculum. De pequeño, su padre le leía sobre las expediciones de Edmund Hillary al monte Everest, de Ernest Shackleton a la Antártida, y de otros aventureros como Roald Amundsen, Robert Peary o Robert Falcon Scott.​ Pronto se enamoró de la montaña; de pequeño, mientras que su padre y su hermano pescaban, él prefería ir a explorar por la montaña echándosele más de una vez la noche encima, teniendo que organizarse alguna batida para encontrarle.4

Su pasión por la escalada comenzó en el tren de Matallana en el que viajaba con trece años para disfrutar de las montañas de León (en lugares como Aviados, Pedrosa o Vegacervera), como Peña Ubiña, donde probó sus primeras paredes. Luego llegó el Naranjo de Bulnes, donde ha escalado cinco vías diferentes en la cara oeste, incluida la Directísima.5​ A los 21 años hizo su primera visita a las montañas del Himalaya.

 

Durante un tiempo trabajó en su tierra natal como peluquero, como la mayoría de su familia en León, ganando además un campeonato nacional de peluquería masculina, celebrado en Burgos. Más tarde fue copropietario de la tienda familiar de automóviles que regentaba su hermano menor, Kike Calleja. Mientras tanto, y durante 16 años, estuvo trabajando como guía en expediciones por el Himalaya y los Alpes para una agencia de senderismo y escalada de España. Eso le permitió, entre otras cosas, ascender numerosos picos como el Stok-Kangri (6150 m), el Randung-Go (6000 m) o el bautizado por él como pico León (6300 m), así como intentar escalar el Labuche Kang II (7072 m). Su relación con Nepal, cuya lengua domina, supera la del mero amante de la montaña, pues ha viajado allí en más de 60 ocasiones.

A los 37 años decidió dar un vuelco a su vida, abandonando todo por la montaña. En 2003 intentó su primer ochomil, el Cho Oyu; acudió sin porteadores, sin oxígeno y montando él mismo sus propios campamentos. Le acompañaban también Juanito Oiarzabal y Manuel Caballero y, si bien Juanito consiguió alcanzar la cima, Jesús y Manuel no pudieron debido al mal tiempo. Al año siguiente, en 2004, lo volvió a intentar con la ayuda de un sherpa y sin oxígeno, alcanzando los 8201 metros del Cho Oyu.

Ese mismo año consiguió coronar una montaña virgen de más de 6000 metros situada en el valle del río Zanskar, en Ladakh, en el Tíbet indio, que fue bautizada con el nombre de «Madrid por la paz» con el objetivo de rendir homenaje a las víctimas del 11-M.6​ La expedición se pudo seguir en tiempo real a través de su página web.

En 2005 se propuso uno de sus sueños, subir el monte Everest, lo cual ya deseaba siendo muy pequeño, cuando su padre le leía historias acerca de él.​ Estuvo entrenándose desde comienzos de año, logrando alcanzar una cumbre inexplorada, a la que llamó «León 16 de febrero», en la cordillera Darwin (Chile) formando parte de una expedición que él lideraba. Luego se dirigieron al helado sur para escalar el Cerro Torre y el monte Fitz Roy, en la frontera entre Argentina y Chile.9​ Al mismo tiempo, buscó despertar el interés de instituciones públicas y empresas privadas, logrando el patrocinio del Ayuntamiento de León, la Diputación Provincial de León, la Junta de Castilla y León y una empresa de reciclaje.

Finalmente, en abril del mismo año viajó hasta Nepal para acometer el ascenso. Hizo la subida por la cara sur tan sólo en compañía de un sherpa y con la ayuda de oxígeno (aunque inicialmente tenía idea de subir en solitario y sin oxígeno), hasta que el 30 de mayo alcanzó la cumbre, siendo el primer español en subir ese año por dicha cara sur.

Pues ahora como imagen turística de la Junta de Castilla y León ha decidido hacer una encuesta en sus redes sociales sobre los cinco castillos que más le gustan. La iniciativa no ha dejado indiferente a nadie, ya que a pesar de su gran defensa por León, no ha elegido en su top, ninguna fortaleza de esta provincia.

Las monumentos elegidos por Jesús Calleja son: En quinto lugar el de Árevalo, en Ávila. Castillo del siglo XV y reformado durante el XVI por orden de los Reyes Católicos, para convertirlo en fortaleza artillera. Presenta ladrillo por estas obras de adecuación, con el característico toque mudéjar, propio de la zona. Es de planta pentagonal con una gran Torre del Homenaje y presenta foso adelantado con restos de defensas.

 

Sirvió como prisión real de la cercana corte de Madrid, albergando personajes ilustres, como el príncipe Guillermo de Orange. Tras dos siglos de abandono y su uso como cementerio, el Ministerio de Agricultura se hizo cargo de él en los años 50, restaurándolo. Actualmente alberga la exposición permanente "Castillo y silo. Un lugar único en el mundo".

En cuarto lugar, el de Peñafiel, en Valladolid. El Castillo de Peñafiel comenzó a levantarse en el siglo X, aunque su aspecto actual es producto de las importantes intervenciones que tuvieron lugar durante los siglos XIV y XV. Esta fortaleza medieval fue declarada Monumento Nacional en 1917 y en la actualidad se ha convertido en todo un emblema para el enoturismo de la Ribera del Duero, al encontrarse ubicado en su patio sur el Museo Provincial del Vino.

Peñafiel constituyó junto con su castillo un punto fundamental en la línea defensiva del Duero, tanto para cristianos como para musulmanes allá por los siglos IX y X. Desde el cerro, el castillo dominaba los valles de los ríos Duero, Duratón y Botijas, y protegía a la población.

 

El Museo Provincial del Vino se instaló en el Castillo de Peñafiel en el año 1.999 y desde ese momento recibe una media de 100.000 visitas al año, unos números que han convertido a esta fortaleza en ‘lugar de peregrinación’ para los amantes del turismo cultural y del enoturismo.

Una visita al Museo Provincial del Vino es un recorrido por la historia y la cultura del vino que acerca al turista las técnicas de producción y elaboración de alguno de los caldos más afamados del mundo. En la sala de catas es posible realizar una degustación guiada de diversos vinos de la Denominación de Origen Ribera del Duero, así como asistir a cursos y catas profesionales.

Para acceder al Castillo se puede subir en coche particular. En algunas ocasiones, como son: días festivos nacionales, puentes y fechas señaladas, el castillo pone un servicio de autocar gratuito en el aparcamiento que hay junto a la subida del mismo, siendo obligatorio dejar el coche en el parking. Dichos autocares funcionan durante el horario de apertura del museo y salen cada media hora, aproximadamente.

En tercer lugar, el de La Mota, en Medina del Campo (Valladolid). Existe constancia de una fortaleza en el alto de La Mota desde el reinado de Pedro I, no obstante, poco sabemos de dicha construcción ya que el castillo que hoy conocemos data del siglo XV. Reinando en Castilla Juan II comienzan las obras de construcción del actual castillo cuyos muros se adaptarán y apoyarán en las viejas murallas medievales del siglo XII. El rey Enrique IV terminará las obras del recinto interior del mismo y culminará la obra de la gran torre del Homenaje. Posteriormente, serán los Reyes Católicos quienes dotarán al castillo de una gran barrera defensiva con una moderna galería de tiro subterránea y excavarán el foso que circunda toda la construcción. Precisamente dicha obra será la que convertirá al Castillo de la Mota en una referencia entre todas las fortalezas de su época, configurándose como uno de los primeros castillos de toda Europa que se adaptó al uso de la artillería.

 

Además de su importancia militar y arquitectónica, La Mota encierra en sus muros un sinfín de historias y sucesos que dibujan el pasado de esplendor del edificio: su función de archivo de la Corona, el encierro de la princesa Juana, la huida de César de Borgia, su papel en la Guerra de las Comunidades, etc.

Con el paso del tiempo el castillo cayó en desuso debido al cual las instancias interiores originales se perdieron. A partir de su declaración como Monumento Nacional en 1904 se comienzan diversas obras de restauración y reconstrucción del edificio interior para albergar a partir de los años 40 la escuela de mandos de la Sección Femenina.

Hoy en día la fortaleza es propiedad de la Junta de Castilla y León, y en ella se compaginan dos usos diferentes: la Consejería de Cultura de la Junta de Castilla y León utiliza las instalaciones interiores para realizar cursos, conferencias y otras actividades culturales de diversa índole; mientras que la Concejalía de Turismo del Ayuntamiento de Medina del Campo desarrolla el uso turístico de la fortaleza.

Para poder desarrollar mucho mejor este último uso, en 2007 se inauguró el Centro de Recepción de Visitantes del Castillo de La Mota, desde donde organizan visitas guiadas a la fortaleza, además de mostrar al visitante un interesante yacimiento arqueológico de la Edad del Hierro, sobre el que dicho Centro se asienta, y de proporcionar información del resto de la villa.

En segundo lugar, el de Ampudia en Palencia. Se trata de la fortaleza más importante y mejor conservada de la provincia de Palencia. Fue construido entre los siglos XIII y XV, siendo declarado monumento nacional el 3 de julio de 1931. De arquitectura gótica, presenta una planta trapezoidal que cuenta con tres torres cuadradas en las esquinas (la cuarta torre se derrumbó debido a que las bodegas que había al lado del castillo, horadaron sus cimientos), la mayor de las cuales se corresponde con la llamada torre del homenaje. Presenta una fachada de elegante aspecto, distribuida simétricamente y ornamentada con bellas escaraguaitas de traza flamenca y un escudo del Duque de Lerma.

Como nota curiosa, se puede decir que en este castillo, se firmó el documento por el cual se produjo el cambio de capitalidad de Valladolid a Madrid. Entre los Señores que han poseído el castillo cabría destacar al Conde de Salvatierra, D. Pedro de Ayala, que abrazó la causa comunera dando lugar al hecho de armas conocido como la Batalla de Ampudia, entre los partidarios del emperador y las tropas acaudilladas por el obispo Acuña. Además podemos citar a D. Juan de Alburquerque (1280-1354), Duque de Lerma, la Casa Ducal de Alba y el Conde de La Granja. Y como huéspedes destacados del castillo mencionaremos a Dña. María de Molina, el Rey Fernando el Católico y Carlos V.

 

A principios del siglo XVII se convierte en titular del señorío Francisco Gómez de Sandoval y Rojas, Duque de Lerma y favorito del rey Felipe III, al que atrajo en distintas ocasiones a la Villa, convirtiéndose el castillo en sede ocasional de la corte y siendo éste su periodo de máximo esplendor. A partir de entonces el castillo entrará en un largo periodo de abandono hasta ser adquirido, en 1960, por D. Eugenio Fontaneda Pérez, el cual, desarrolló un arduo proceso de restauración que ha llevado a la recuperación de este histórico edificio. Además, fruto de su labor coleccionista, el castillo alberga una gran y variada colección de antigüedades que se distribuyen en las diferentes salas: Arqueología, Arte sacro, Artes populares, Juguetes, Armas, Etnografía, etc.

El Castillo preferido para Jesús Calleja es el Alcázar de Segovia, en Segovia. El Alcázar de Segovia, que data de principios del siglo XII, es uno de los castillos medievales más famosos del mundo​ y uno de los monumentos más visitados de España​. Por sus estancias han pasado veintidós reyes​, además de algunos de los personajes más destacados de la historia.

Su imponente perfil se levanta, majestuoso, sobre el valle del Eresma y es símbolo de la Ciudad vieja de Segovia, declarada Patrimonio Mundial de la Unesco en 1985​. Palacio y fortaleza de los Reyes de Castilla, su traza refleja el esplendor de la Corte durante el medievo, y sus muros han sido testigos de batallas, intrigas palaciegas, bodas reales y sucesos asombrosos. En su ya milenaria existencia, el Alcázar ha sido castro romano, fortaleza medieval, palacio real, custodio del tesoro real, prisión de estado,​ Real Colegio de Artillería y Archivo General Militar.

La fortificación tiene fundamentos romanos, probablemente restos de un antiguo castro, aunque verdadera historia del Alcázar -que de árabe sólo tiene el nombre- comienza con la Reconquista, cuya evolución coincide con la del castillo, si bien con importantes remodelaciones posteriores, como la techumbre de pizarra que mandó hacer Felipe II y que convierte al Alcázar de Segovia en el castillo “más europeo” de la península, siendo uno de los ejemplos más notables de fortaleza militar y un caso único en la historia de la arquitectura española y europea, castillo y palacio real, cual su apelativo indica: "alcáçar", con el que ya se le conoce en 1135, reinando Alfonso VII el emperador.

 

Orson Welles lo utilizó en Campanadas a medianoche, y es común además la creencia de que su contorno esbelto y elegante fue una de las inspiraciones que usó Walt Disney para su castillo de La Cenicienta, que a su vez se convirtió en el famoso icono de las películas de la compañía Disney.

El coronel de Artillería Eduardo de Oliver-Copóns dejó escrito en 1916 que el Alcázar es «el modelo perfecto de los fantásticos castillos descritos en sus romances de viajes por los ingeniosos trovadores que errantes cruzaban todas las comarcas en busca de la dama digna, por sus perfecciones, de ocupar su pensamiento y enamorar su corazón, para a los pies del amurallado recinto donde se encerraba, cantar sus trovas y tañer sus cítaras»..