Sociedad
La Fundación Atapuerca invierte 2,5 millones de euros en ayudas a la investigación desde su creación hace 25 años
Cajaviva, Fundación Caja Rural y Fundación Atapuerca renuevan el convenio de colaboración a través del cuál la primera aporta 14.000 euros para “facilitar estas investigaciones”
La Fundación Atapuerca invirtió 2,5 millones de euros en ayudas a la investigación científica desde su creación hace 25 años. Así lo aseguró hoy su presidente Antonio Méndez Pozo, al tiempo que precisó que “cerca de un centenar de personas han conseguido ampliar sus estudios haciéndose doctores y más de la mitad están ya trabajando en universidades y centros de investigación”.
Esto se enmarca dentro del programa de ayudas para investigación científica a miembros del Equipo de Investigación de Atapuerca (EIA), donde está prevista la concesión de ayudas predoctorales y posdoctorales. Actualmente, cuenta con ocho beneficiarios de ayudas predoctorales y posdoctorales y desde el año 2000, casi cien miembros del EIA han podido investigar gracias a estas ayudas.
Méndez Pozo ofreció estos datos tras la renovación del convenio de colaboración entre Cajaviva, Fundación Caja Rural y Fundación Atapuerca -que mantienen desde hace 17 años- a través del cuál Cajaviva Caja Rural aporta 14.000 euros para “facilitar estas investigaciones” que sirven “como motor de desarrollo económico, social y cultural del entorno rural al que pertenecen”, según resaltó el director general de Cajaviva Caja Rural, Ramón Sobremonte. Una cifra que este año se suma a otros 15.000 euros adicionales que aporta para los actos programados con motivo de las bodas de plata de la institución, sumando un total de 29.000 euros.
En este sentido, el presidente de la Fundación Atapuerca subrayó que dentro del amplio programa organizado para celebrar esta efemérides “uno de los temas principales era el apoyo a la investigación”. Sobre el programa cultural, recordó que el próximo 26 de julio tendrá lugar la reproducción del acto de la firma de constitución de la Fundación Atapuerca en la Trinchera del Ferrocarril de los yacimientos de la sierra de Atapuerca.
También apuntó que el lunes, 8 de julio, se celebrará un concierto de la Orquesta Freixenet, en el auditorio del Fórum Evolución, que cuenta con la colaboración de Telefónica y del Ayuntamiento de Burgos; el 15 de julio un recital lírico a cargo de ‘La Carroza del Real’, en el parking de los yacimientos de la sierra de Atapuerca, con la colaboración de Reale Foundation.
Asimismo, está previsto un concierto familiar ‘Mozart Revolution’ en el Paseo de la Sierra de Atapuerca, con la colaboración de Fundación Círculo e Ibercaja el 16 de julio; y al día siguiente, el 17 de julio, un concierto de la Orquesta Sinfónica de Castilla y León Joven (OSCYL Joven), en la Trinchera del Ferrocarril de los yacimientos, que estará presidido por la reina Sofía.
También en la Trinchera del Ferrocarril de los yacimientos se celebrará el 18 de julio un concierto a cargo del Orfeón Burgalés; el día 19, un concierto a cargo de la Unidad de Música de la División San Marcial; y el día 22 la coreografía de Alberto Estébanez ‘Danza en el camino’, en el marco del Certamen internacional de coreografía Burgos-Nueva York ‘Bailando con Piedras’, además de otras actividades.
Cambios en cráneo-mandibular
En este mismo acto se presentó la beneficiaria de la ayuda a la investigación Cajaviva-Fundación Caja Rural para jóvenes investigadores vinculados con Fundación Atapuerca, Raquel Blázquez, a quien se le concede por segundo año consecutivo para dar continuidad al trabajo de la investigadora sobre los cambios en la morfología cráneo-mandibular del género canis.
La doctoranda Raquel Blázquez investiga los cambios sufridos en las mandíbulas de perros desde el Calcolítico a la Edad del Bronce gracias a los restos encontrados en yacimientos del interior de la península ibérica como los de la Sierra de Atapuerca y comparándolos con los fósiles de otros yacimientos de costa.
Mediante la técnica tridimensional denominada morfometría geométrica, la beneficiaria de esta ayuda a la investigación ha conseguido visualizar diferencias entre las mandíbulas de los cánidos encontrados en el yacimiento de El Portalón de Cueva Mayor y el madrileño de Barrio del Castillo, localizado especialmente la variación de la forma a través de unos puntos anatómicos morfológicamente homólogos.
Con este punto de partida se compara con muestras modernas de lobos ibéricos, perros, lobos y zorros. Una de las conclusiones a las que se ha llegado con este estudio es que el tamaño de los restos de cánidos encontrados en estos yacimientos del interior de la península ibérica es muy similar en el Neolítico y hasta la Edad del Bronce y, al parecer, su papel estaría vinculado a actividades de pastoreo, caza y vigilancia de rebaño.
Los datos conseguidos con este estudio apoyan la idea de que las poblaciones de perros del interior de la península muestran una menor diversidad que los de yacimientos costeros, al menos en tamaño, ya que estos últimos estarían influidos por una mayor actividad comercial incorporando otro tipo de perros, lo que abre una puerta a un estudio más profundo de la presencia de otras razas en yacimientos costeros.
Por otra parte, los lobos y perros desde el Calcolítico a la Edad del Bronce conservan rasgos similares con ligeras variabilidades morfológicas entre los restos hallados en los yacimientos estudiados, siendo los perros domésticos de tamaño más pequeño. Con ello, una de las líneas de estudio que se abren es concretar el momento en el que los perros se distinguen de los lobos, no solo por la disminución de la talla, sino por la morfología dental que en ese momento ya es como la de los perros actuales.
‘Journal of Archaeological Science’
El vicepresidente de la Fundación Atapuerca, Juan Luis Arsuaga, anunció hoy que la semana pasada algunas de las conclusiones de este trabajo de quien calificó como su “nieta científica” fueron publicadas en la edición digital de la prestigiosa revista internacional ‘Journal of Archaeological Science’. Así, resaltó la importancia de la divulgación y que “el origen de la domesticación de animales fue fundamental para la creación de la idea de Darwing, el origen de las especies”.
Por su parte, el vicepresidente de Fundación Atapuerca, Eudald Carbonell, subrayó que el Sistema Atapuerca se plantea en tres patas: académica, de investigación y de socialización. Por ello, remarcó que “el activismo cultural que estamos desarrollando que ha conseguido socializar la ciencia”. “Lo hemos hecho comprender”, apostilló. También estuvieron acompañados por la directora general de Fundación Atapuerca, Eva Manrique, y la directora de su estudio, Nuria García, miembro del Equipo de Investigación de Atapuerca.
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