Cargando...

Patrimonio

El grito de auxilio de una histórica ermita rural que está al borde del colapso

La falta de cimentación amenaza de derrumbe a este templo dedicado a la Virgen de las Angustias y San Roque en cuyo interior conserva tallas de gran valor artístico y sentimental

Ermita de San Roque, entre Valdavido y Truchas (León) Hispania NostraLa Razón

Castilla y León cuenta con un patrimonio histórico y artístico espectacular, forjado a lo largo de los siglos. Un legado repleto de joyas entre catedrales, monasterios, iglesias, castillos, palacios o también pequeños templos y ermitas ubicadas en el medio rural.

Y es que no hay pueblo en esta comunidad, por pequeño que sea, que no cuente con alguna joya arquitectónica u obra de arte en el interior de algún edificio que merezca y mucho la pena conocerla alguna vez en la vida.

Por desgracia, también ha mucho de este patrimonio rural que está en riesgo de desaparecer por su estado de ruina, si no se actúa con rapidez.

Es el caso de la pequeño templo protagonista de estas líneas de La RAZÓN de hoy: La ermita de San Roque, situada en el camino entre las localidades de Valdavido y Truchas, en la comarca leonesa de Cabrera, que está cerrada al público y amenaza ruina.

Un lugar emblemático en esta zona, que hunde sus raíces en los siglos XVI y XVIII y cuya titularidad pertenece al Obispado de Astorga, es refugio de recuerdos y tradiciones. Pero ahora se enfrenta al olvido y la ruina, y por ello ha lanzado un SOS de la mano de la Asociación Hispania Nostra y de un grupo de vecinos de Valdavido que se están implicando en su salvaguarda.

"Queremos salvarla, devolverle su vida y proteger nuestro legado en esta tierra vaciada", señalan los vecinos, quienes piden ayuda para mantener viva la historia y el alma de su comarca y evitar el derrumbe de un trozo de su historia.

Así, se ha iniciado una campaña de micromecenazgo que ha logrado ya los primeros 2.000 euros, que equivalen al 7 por ciento de lo necesario para acometer las obras.

Interior de la ermita de San Roque, entre Valdavido y Truchas (León)Hispania NostraLa Razón

Se trata de mucho más que un edificio: ha sido durante siglos punto de encuentro, lugar de culto y escenario de celebraciones como la festividad de San Roque cada 16 de agosto y el ascenso de pendones al castillo de Peña Ramiro, en septiembre.

Desde hace más de una década, el templo presenta goteras y grietas y en 2019 se realizó una intervención de urgencia para reforzar el arco triunfal y sustituir parte de la cubierta, pero el problema principal persiste.

La falta de cimentación adecuada está provocando el hundimiento de la estructura, por lo que los promotores de esta iniciativa argumentan en su anuncio que si no se realiza esta restauración "el destino de la ermita es la ruina".

La campaña, impulsada por la Junta Vecinal de Valdavido y respaldada por la entidad Hispania Nostra, busca reunir un mínimo de 31.000 euros para ejecutar una cimentación inyectada con resina expansiva, y un óptimo de 60.000 para sustituir la totalidad de la cubierta y acometer otras mejoras como restauración de carpintería, bancos, iluminación solar y limpieza del retablo.

Las donaciones pueden realizarse online o mediante transferencia bancaria antes de terminar el año, con posibilidad de desgravación fiscal, según informan desde Hispania Nostra.

Las aportaciones incluyen recompensas simbólicas, desde el nombre en un panel de agradecimiento hasta la plantación de un árbol con el nombre del donante, láminas del templo o el apadrinamiento de un banco de la ermita.

Obras de gran valor

De planta rectangular, está formada por una nave y un presbiterio separados por un arco triunfal de medio punto; cuenta con un pórtico apoyado en un pilar central y una espadaña con vano de medio punto.

La ermita, cuya advocación inicial fue a Nuestra Señora de las Angustias y que se dedicó también a San Roque tras las pestes del siglo XVI, conserva tallas de gran valor artístico y sentimental dedicadas a ambos sin retablo, que forman parte del patrimonio religioso y artístico de Cabrera.

De hecho, su espadaña se rehízo en 1797 y el presbiterio y la sacristía se concluyeron a principios del XIX.

"Perder la ermita sería perder una parte de la esencia de todos los vecinos de Valdavido", subrayan los promotores.

En plena España vaciada, esta iniciativa pretende no solo salvar un edificio, sino mantener vivo el legado cultural y espiritual de Cabrera. "Queremos devolverle la vida y proteger nuestro patrimonio para que nunca se pierda su espíritu", concluyen.