Medio Ambiente

Grullas migratorias extienden la gripe aviar y amenazan Villafáfila y otros humedales

"La esperanza es que la sequía en este caso juegue a favor y puede hacer que sean menos las aves migratorias que pasen por las lagunas", aseguran los expertos

Las Lagunas de Villafáfila de Zamora
Las Lagunas de Villafáfila de ZamoralarazonLa Razón

La migración de grullas desde el norte de Europa ha extendido la gripe aviar a humedales españoles que son parada obligatoria de aves migratorias, con la extensión de la enfermedad primero a la laguna de Gallocanta, entre Zaragoza y Teruel, y la aparición en los últimos días de los primeros casos con síntomas en la laguna del Oso en Ávila y las lagunas de Villafáfila en Zamora.

En la laguna del Oso, las cámaras que monitorizan ese humedal estepario abulense han observado grullas que caminan en círculo, un síntoma de la gripe aviar, ya que lo primero que ataca es la sistema nervioso, mientras que en las lagunas de Villafáfila en Zamora también se han observado casos, según ha detallado a EFE este domingo el ornitólogo Alfonso Rodrigo.

Este experto en aves de la Asociación Zamorana de Ciencias Naturales 'NaturZamora' ha advertido de que con la virulencia que está teniendo la gripe aviar en Gallocanta es "cuestión de tiempo" que llegue a humedales como el de las lagunas de Villafáfila y, de hecho, ya se han encontrado tres cadáveres de grullas en las últimas semanas.

Dos de ellos estaban ya comidos por la carroña y no se han podido analizar pero el tercero se ha enviado para determinar si la causa de muerte ha sido la gripe aviar, de la que se han observado síntomas en algunos ejemplares.

La esperanza es que la sequía en este caso juegue a favor y puede hacer que sean menos las aves migratorias que pasen por las lagunas de Villafáfila, lo que también aminora la posibilidad de que el virus se extienda a otras especies que se asientan de forma permanente en el humedal.

La Junta de Castilla y León ha confirmado esta semana a través del delegado territorial en Zamora, Fernando Prada, que han observado ejemplares vivos con síntomas del virus de la gripe aviar en Villafáfila, pero que no pudieron llegar a capturarlos.

Se trata de una enfermedad, que aunque en la variante europea no afecta a los humanos, sí que causa gran mortandad en diferentes aves y, aunque las más visibles son las de mayor tamaño, como las grullas, la incidencia es igual de devastadora para ejemplares de otras especies de aves de menor tamaño.

De hecho, según ha explicado Alfonso Rodrigo, en Gallocanta, que es una de las primeras paradas de las grullas tras cruzar los Pirineos en su ruta migratoria, los síntomas se han extendido a otras especies como los flamencos o los tarros blancos.

Ante esta situación, este ornitólogo ha pedido que cuando se detecten ejemplares con síntomas de gripe aviar, se capturen lo antes posible o si han muerto se retiren cuanto antes para evitar que pasen a la cadena trófica.

En las lagunas de Villafáfila, uno de los humedales más importantes de Castilla y León, a finales del pasado mes de julio también se encontraron ocho patos muertos y en algunos de ellos se confirmó la presencia del virus H5N1 de Influenza aviar.

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