Isabel Blanco defiende un mayor apoyo en favor de la mujer en el medio rural

Una apuesta cada vez más mayor por parte de las administraciones para beneficiar a las mujeres que viven en el medio rural, al ser «el motor» de los pueblos. Es lo que reivindicó la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, al participar en la jornada «Mujeres y vida en el medio rural», a la que asistió también la ministra de Igualdad, la vallisoletana Ana Redondo.

Los datos son claros. El 51 por ciento de la población en la Comunidad es femenina y su representación en el mercado laboral llega al 40 por ciento en los pueblos. Por ello reclamó la puesta en marcha de herramientas, programas y ayudas para que las mujeres puedan quedarse en los pueblos.

Como aspecto fundamental, se refirió la consejera a la formación, con una especial apuesta por el emprendimiento. «Tenemos la obligación de apoyarlas, animarlas y de seguir impulsando para que su trabajo y proyecto de vida siga en los pueblos», y defendió la necesidad de estar al lado de las mujeres más vulnerables como las víctimas de violencia machista.

Durante su intervención, Blanco también animó a romper los techos de cristal, pese a haber avanzado «mucho». Afirmó que eso solo se logra desde la colaboración y la coordinación entre las diferentes administraciones, las empresas y las entidades del Tercer Sector, que prestan muchos de estos servicios en el medio rural.

Por último, citó las redes de igualdad puestas en marcha con las entidades locales, las universidades y las asociaciones del mundo rural.

Mientras, la ministra de Igualdad, Ana Redondo, denunció la «involución» de las políticas de la Junta en materia de igualdad desde la entrada de Vox en el Gobierno autonómico, algo que negó la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, quien argumentó que es «todo lo contrario» y que «se sigue avanzando con más recursos, más presupuesto y medidas novedosas para atender a todas las mujeres de la Comunidad, independientemente de donde vivan». En todo caso, a pesar de esta crítica de la ministra, Ana Redondo admitió que la «relación institucional» con la Consejería de Familia es de «cooperación imprescindible porque muchas de las medidas del Gobierno necesitan aterrizarse desde el territorio».