Sociedad

La Junta invierte 400.000 euros en la creación de dos unidades de convivencia para personas con discapacidad en el centro ocupacional ‘El Cid’ de Burgos

La vicepresidente y consejera de Familia inaugura las obras de remodelación y adaptación al nuevo modelo de atención residencial

La vicepresidenta y consejera de Familia, Isabel Blanco, visita el centro ocupacional "El Cid" de Burgos
La vicepresidenta y consejera de Familia, Isabel Blanco, visita el centro ocupacional "El Cid" de BurgosJcylJcyl

El centro ocupacional ‘El Cid’, dependiente de la Junta de Castilla y León, es pionero y de referencia tanto en la Comunidad como a nivel nacional en su apuesta por la inclusión laboral de las personas con discapacidad intelectual. Desde 1979, se dedica a prestar a las personas con discapacidad intelectual de Burgos los apoyos necesarios para su plena integración en la sociedad tanto a nivel laboral como personal.

La vicepresidenta y consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, lo ha visitado para inaugurar las obras de remodelación y adaptación del centro burgalés al nuevo modelo de atención residencial, que han supuesto la creación de dos unidades de convivencia, con una inversión total de 400.000 euros procedentes de los fondos europeos Next Generation EU.

El paso del tiempo y su uso intensivo hacían necesario llevar a cabo esta importante actuación de remodelación y adaptación arquitectónica y funcional al nuevo modelo de atención residencial que, según ha explicado la vicepresidenta de la Junta, ha consistido en la transformación de dos apartamentos -de los cuatro que había en el edificio residencial y que contaban con 12 plazas en total- en dos unidades de convivencia con tres habitaciones dobles y una individual cada una de ellas. Esta intervención ha supuesto el incremento de dos plazas -en dos habitaciones individuales-, obteniendo 14.

Las obras ejecutadas se han centrado en la remodelación general y modernización del centro, con la mejora de la funcionalidad de los espacios y la renovación de las instalaciones. Entre los trabajos realizados destacan la sustitución de las carpinterías; el arreglo y sustitución de paramentos; la renovación de parte del sistema de saneamiento y de los baños, disponiendo de una nueva impermeabilización del suelo para evitar los problemas de filtraciones de agua existentes; y la adaptación de las instalaciones de fontanería, calefacción, eléctrica y de saneamiento a las obras realizadas.

La principal finalidad de ‘El Cid’ es proporcionar a las personas con discapacidad intelectual de Burgos un entorno saludable, promoviendo su autonomía y fomentando su integración en la sociedad, incrementando así sus oportunidades laborales. Para ello, ofrece 73 plazas para residentes, de las cuales, 61 están en el centro residencial -26 de ellas organizadas en cuatro apartamentos, dos de ellos, los que se han transformado en unidades de convivencia- y doce plazas en tres viviendas tuteladas -fuera del centro- en las que se ofrece una vivienda estable y ordinaria a personas que, debido a su discapacidad y a su situación personal y familiar, encuentran dificultades para permanecer en su entorno habitual.

El centro burgalés también dispone de 175 plazas de centro ocupacional, con 73 para usuarios internos y 102 para usuarios externos, en el que se les prepara para el acceso a un empleo con formación, apoyo y seguimiento una vez incorporados.

Para su gestión, cuenta con un amplio equipo de profesionales multidisciplinar -personal de servicios, sanitario, educadores, monitores, maestros de taller…-, compuesto por 94 trabajadores, que acompañan y prestan los apoyos que necesiten a los usuarios y residentes en diversos ámbitos de su vida diaria para que puedan llevar una vida lo más normalizada y autónoma posible.

El nuevo modelo de atención residencial para personas con discapacidad

La adaptación de este centro para personas con discapacidad al modelo de atención centrado en la persona a través de la creación de unidades de convivencia hace posible que los residentes reciban una atención centrada en su proyecto personal, mejorando sus condiciones de vida, respetando su autonomía y autodeterminación, dotándoles de una mayor privacidad e independencia, así como de una mayor comodidad y confort. A la vez, facilita a los profesionales el desarrollo de sus tareas, pues los espacios son compartidos por menor número de usuarios y con características similares.

Crear entornos que permiten proporcionar una atención integral y de calidad a las personas con discapacidad es fundamental para el Gobierno de Alfonso Fernández Mañueco. Por ello, desde la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades se está impulsando un nuevo modelo de atención residencial en Castilla y León para personas mayores y personas con discapacidad, tanto en residencias públicas como privadas, que garantice la calidad en la atención y protección a los más vulnerables y que supone cambios significativos en la organización y funcionamiento de los cuidados residenciales.

Este novedoso modelo de atención se trasladará a todas las residencias de la Comunidad a través de la nueva Ley Reguladora del Modelo de Atención de los Centros de Carácter Residencial y Centros de Día de Servicios Sociales para Cuidados de Larga Duración en Castilla y León, aprobada el pasado mes de abril, que nace del compromiso de la Junta y de su presidente con la atención residencial de calidad.

En este modelo de atención centrada en la persona se inspira también la Ley de Apoyo al Proyecto de Vida de las Personas con Discapacidad en Castilla y León, aprobada el pasado mes de febrero, que garantiza una atención continuada especializada de las personas con discapacidad durante todas las etapas de vida y promueve su derecho a participar en la toma de decisiones de su propio proyecto de vida, pensando en el presente y futuro de las personas con discapacidad.

De este nuevo modelo podrán beneficiarse las más de 175.000 personas con discapacidad que hay en Castilla y León, 27.728 en Burgos -2.900 con discapacidad intelectual-, que disponen de 2.849 plazas -815 en residencias, 359 en viviendas tuteladas y 1.675 en centros de día-.

También en Burgos, actualmente, la Junta está llevando a cabo una importante actuación de remodelación y adaptación al modelo de atención residencial de personas con discapacidad de otro centro dependiente del departamento que dirige Isabel Blanco, en el centro residencial de atención a personas con discapacidad intelectual ‘Fuentes Blancas’, que ofrece 123 plazas de residencia y 138 de centro de día -de estas, 15 se ofrecen a personas externas a la residencia-.

Con una inversión total de 4 millones de euros procedentes de los fondos europeos Next Generation EU, se crearán cinco unidades de convivencia, cada una de ellas con seis habitaciones dobles, tres baños - dos de ellos aptos para camillas-, una habitación para el cuidador y espacio de almacenaje y limpieza. Se abordará también una mejora de la accesibilidad del centro, de las condiciones de protección contra incendios, la sustitución de toda la carpintería exterior y la renovación de todas las instalaciones de la zona de intervención. Las obras se iniciaron en diciembre de 2023, con un plazo de ejecución previsto de 14 meses, y se está realizando en tres fases para interferir lo menos posible en la vida de los usuarios. Ya se ha ejecutado y recibido la primera fase, creándose una unidad de convivencia de 12 plazas.

La reforma del centro no solo es arquitectónica, también tiene en marcha el proyecto de eliminación de sujeciones, con el objeto de avanzar hacia una atención de mayor calidad a los residentes y que incluye formación específica y asesoramiento en la gestión de la práctica diaria para capacitar a los profesionales en alternativas seguras e individualizadas de cada sujeción. Además, este centro dispone de modernos sistemas de innovación tecnológica que suponen una mejora de la calidad y de la gestión del servicio. Cuenta con cuatro estaciones de Telemedicina Avanzada que proporcionan una medición de parámetros y constantes vitales de los residentes en el control rutinario, así como de otros parámetros y pruebas diagnósticas, almacenando los datos resultantes en un sistema de información centralizado.