Cargando...

Semana Santa

Luis Argüello inaugura la Semana Santa 2025 de Palencia con un pregón de fe y esperanza

El presidente de la Conferencia Episcopal y arzobispo de Valladolid proclama un mensaje de redención y renovación en un acto que une tradición, espiritualidad y comunidad

Luis Argüello durante el pregón de la Semana Santa de Palencia Brágimo/Ical

Palencia dio inicio este jueves a los preparativos de su Semana Santa 2025 con el pregón pronunciado por el arzobispo de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal Española, Luis Argüello, en un acto que congregó a cofrades, autoridades locales y fieles en un ambiente de expectación en la iglesia de San Francisco de la capital.

Acompañaron al prelado en el pregón, la alcaldesa de Palencia, Miriam Andrés, la presidenta de la Diputación, Ángeles Armisén, el Comisario de la Policía Nacional en Palencia, José Carlos Donoso, el subdelegado de Defensa, Jesús Manuel López Moreno y el consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo.

En su intervención, en la que se acordó del joven desparecido esta tarde en el río, Argüello definió esta festividad como “una semana de diez días” que comienza mañana, Viernes de Dolores, y que se alza como un “anuncio cantado” del amor de Dios manifestado en la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo. Con un discurso cargado de simbolismo y reflexión teológica, el prelado llamó a los palentinos a participar de manera renovada en esta celebración que trasciende el tiempo y el espacio.

El arzobispo estructuró su pregón en torno a la idea del 'kerygma' (término griego que significa proclamación, que en la Biblia se refiere a un sermón cristiano que anuncia la buena noticia de la salvación a través de Jesucristo). Así, Argüello reconoció en esa idea, el núcleo del mensaje cristiano que el Papa Francisco proclama. “Dios nos ama, Cristo ha dado la vida por nosotros y el Espíritu Santo nos permite vivir una vida nueva”. En este sentido, describió la Semana Santa como un despliegue de ese anuncio primordial, un evento que no solo rememora los hechos ocurridos en Jerusalén hace casi dos mil años, sino que los hace contemporáneos. “Pregonamos un acontecimiento cósmico, histórico y eterno”, afirmó, subrayando cómo los relojes del tiempo natural, histórico y del corazón humano se sincronizan en estos días para conectar Palencia con la Jerusalén terrenal y celestial.

Argüello destacó la riqueza de la Semana Santa palentina, con sus procesiones que sacarán a las calles imágenes como Jesús en el Huerto de los Olivos, prendido, camino del Calvario o resucitado, acompañadas por el característico sonido del tararú que convoca a los cofrades. Recorrió mentalmente espacios emblemáticos de la ciudad —la calle Mayor, la plaza de la Inmaculada, Don Sancho, la plaza de León, el paseo del Otero o la plaza Mayor—, invitando a los presentes a contemplar en ellos las escenas de la pasión y a descubrir en cada rincón "un eco" de la salvación. “Es posible una vida nueva; el pecado y la muerte han sido vencidos”, proclamó, presentando la Pascua como un punto de arranque y una anticipación de la vida eterna.

El prelado también lanzó una reflexión personal a los asistentes, pidiéndoles que identifiquen sus propias “cruces” en este 2025. “¿Cuál es mi cruz? ¿Qué quiero intercambiar con Jesús?”, se preguntó. Esta propuesta, que denominó un “admirable intercambio”, busca que los palentinos vean en la Semana Santa una oportunidad para entregar sus cargas a Cristo mientras contemplan su sacrificio. Asimismo, resaltó el papel de María, madre de Jesús, como figura central en la piedad popular palentina, desde el Viernes de Dolores hasta el rompimiento del velo el Domingo de Pascua, urgiendo a los fieles a mirarla para experimentar la misericordia y la esperanza.

En un tono pastoral, Argüello elogió la labor de las cofradías y la comunidad cristiana como narradores vivos de este relato de redención. “Sois pregoneros”, les dijo, animándolos a no solo organizar procesiones, sino a escuchar y asombrarse de nuevo ante el misterio del amor divino. Subrayó que la Semana Santa no es un evento exclusivo de los creyentes, sino que interpela a toda la sociedad palentina, tejiendo un hilo de tradiciones que refuerza las raíces cristianas y fomenta la fraternidad y el bien común.

El pregón también incluyó referencias a la liturgia y los sacramentos que marcarán estos días, desde la confesión del Viernes de Dolores hasta la Eucaristía del Domingo de Pascua, pasando por la contemplación del perdón y la presencia de Cristo en los más vulnerables. “Que le descubramos resucitado en la palabra de Dios, en los hermanos reunidos y en el rostro de los más pequeños”, expresó, deseando que la ciudad viva encuentros transformadores en sus calles y plazas.

Con un cierre poético y esperanzador, Argüello pidió que la Semana Santa de Palencia 2025 sea un tiempo de asombro, misericordia y alegría desbordante, un momento para romper “el velo de distancia y ceguera” y reconocer la presencia del Resucitado. El acto, que marca el preludio de una de las celebraciones más arraigadas de la ciudad, dejó un eco de invitación a participar activamente en los próximos días, desde las procesiones hasta las ceremonias en templos como la Catedral o San Miguel, consolidando la unión entre la fe y la identidad palentina.