Cultura

El Museo de la Evolución Humana muestra la historia del descubrimiento del cuerpo humano en el siglo XVI y su representación artística

La exposición, que permanecerá abierta hasta finales de año, aúna arte y ciencias a través de la trayectoria del médico palentino Juan Valverde de Amusco, el artista jienense Gaspar Becerra y el obispo burgalés

El consejero de Cultura, Turismo y Deporte, Gonzalo Santonja, inaugura la exposición temporal del Museo de la Evolución Humana, ‘El Médico, el obispo y el pintor’
El consejero de Cultura, Turismo y Deporte, Gonzalo Santonja, inaugura la exposición temporal del Museo de la Evolución Humana, ‘El Médico, el obispo y el pintor’Ricardo OrdóñezIcal

El Museo de la Evolución Humana (MEH) inauguró la muestra ‘El médico, el obispo y el pintor’ que relata la historia del descubrimiento del cuerpo humano en el siglo XVI y su representación artística, a través de la trayectoria de tres grandes personalidades de la época, como fueron el médico palentino Juan Valverde de Amusco, el artista jienense Gaspar Becerra y el obispo burgalés Juan Álvarez de Toledo.

El consejero de Cultura, Turismo y Deporte, Gonzalo Santonja y el director científico del Museo de la Evolución Humana y comisario de la exposición, Juan Luis Arsuaga fueron los encargados de presentar esta exposición a la que ambos pusieron en valor por su importancia al reivindicar el papel de la ciencia en el siglo XVI.

La muestra, que se sitúa en la sala de pieza única de la primera planta del MEH, se centra también en el libro ‘Historia de la composición del cuerpo humano’, publicado en 1556, en cuya historia y elaboración confluyen los tres personajes, ya que Juan Valverde de Amusco lo escribió, Gaspar Becerra es el autor de las 42 láminas calcográficas que lo ilustran y Juan Álvarez de Toledo puso en contacto al médico y al artista durante su estancia en Italia.

“Esta exposición pone al Museo de la Evolución Humana en un sitio de primer nivel”, afirmó el consejero, que indicó que se trata de una muestra “memorable” que reivindica la cultura española “por el lado científico”. “Nuestro acervo literario y artístico es tan importante que a veces se nos olvida el científico”, indicó el consejero, que destacó la figura de Juan Valverde de Amusco, y recordó que él mismo se encargó de hacer la transcripción del libro ‘Historia de la composición del cuerpo humano’ que se publicó en 1985 con la editorial Turner. “La publicación de Juan Valverde de Amusco marca un antes y un después en la historia del estudio del cuerpo humano”, afirmó el consejero.

“Siempre que se habla de la cultura española, se pondera en todo el mundo la literatura, la música, que son cimas universales, pero no insistimos en el ámbito científico y la medicina”, señaló el consejero, que defendió así las figuras importantes de esta época en ese ámbito y los grandes avances de la época en materia científica. Palabras a las que se unió Arsuaga, que indicó que en lo referente a la ciencia, el siglo XVI fue “el siglo de oro”, que deseó la llegada de otro “momento de esplendor científico”

La muestra, que se sitúa en la sala de pieza única de la primera planta del MEH, se centra también en el libro ‘Historia de la composición del cuerpo humano’, publicado en 1556, en cuya historia y elaboración confluyen los tres personajes, ya que Juan Valverde de Amusco lo escribió, Gaspar Becerra es el autor de las 42 láminas calcográficas que lo ilustran y Juan Álvarez de Toledo puso en contacto al médico y al artista durante su estancia en Italia.

El libro de Valverde de Amusco se convirtió en uno de los textos de anatomía humana más leídos y publicados del Renacimiento. En esta exposición, que permanecerá en el Museo de la Evolución Humana hasta finales de año, se expone una primera edición de la obra gracias a la Biblioteca Histórica ‘Marqués de Valdecilla’ de la Universidad Complutense de Madrid.

Para escribir esta obra Juan Valverde de Amusco se apoyó en la obra de anatomía precedente de Andrea Vesalio ‘De la estructura del cuerpo humano en siete libros’, que también se puede contemplar en la exposición. Sin embargo, el autor palentino aportó varias novedades frente a dicha obra: la estructuración de los conocimientos en un libro manejable, el texto en romance y la mejora técnica que supuso el grabado en cobre.

Esto hizo que la obra de Valverde de Amusco se extendiese por toda Europa, convirtiéndose su autor en uno de los padres de la anatomía científica. Fue el primer manual moderno de anatomía escrito en castellano preciso y sencillo que facilitó el conocimiento profesional a médicos, cirujanos y artistas, contribuyendo a la utilización del método científico en la anatomía y al desarrollo del español como idioma científico.

En este punto, Arsuaga destacó que en esta muestra “convergen arte y ciencias”, a través de los libros que en ella se muestran, a los que definió como “atlas” ya que incorporan no solo información, también ilustraciones que permitían conocer cómo era el cuerpo humano. “Son la síntesis perfecta de la unión de esas dos culturas: humanidades y ciencias en una sola”.

Gaspar Becerra, autor de las láminas del libro

A lo largo de la exposición, se habla también de otro gran personaje, como fue el autor de las ilustraciones del libro de Amusco, Gaspar Becerra. Según explicaron desde el Museo, fue uno de los más grandes artistas españoles del Renacimiento, que importó la manera de trabajar la pintura y la escultura de los grandes artistas italianos, el manierismo.

"Tan extraordinaria era su calidad artística que pronto llegó a formar parte del círculo de discípulos del propio Miguel Ángel Buonarroti”, destacan. En el recorrido de la exposición se pueden contemplar cinco láminas con copias de esas ilustraciones de Gaspar Becerra. Tres de las figuras que se muestran son exclusivas del libro de Valverde de Amusco y tienen un marcado regusto renacentista, otras dos siguen la estela de la obra de Vesalio.

También se expone una escultura original de Santo Toribio realizada por este artista, procedente de la Catedral de Astorga, la reproducción de ‘El suplicio de Marsias’, de la ‘Venus saliendo del baño’ y de ‘Hipnos’, el dios del sueño, así como una fotografía de las anatomías y figuras que el artista baezano realizó en una de sus más grandes obras: el retablo mayor de la Catedral de Astorga.

Durante la visita, se pueden contemplar también varios tratados de anatomía de otros reconocidos médicos del siglo XVI, ya que, tal y como recordaron durante la presentación, España produjo “grandes médicos” en el Renacimiento. “No estaba la medicina española retrasada respecto de la de los otros reinos europeos, aunque la primacía de los saberes médicos correspondía a universidades extranjeras como la de Padua o la Sorbona”, añaden.

Así, se exponen libros originales de algunos de estos ilustres médicos españoles, muchos nacidos en Castilla y León, como Luis Lobera de Ávila, Andrés Laguna, Bernardino Montaña de Montserrate, Luis de Mercado o el propio Juan Valverde Amusco. De esta forma, el MEH buSCA “recuperar EL diálogo entre arte y ciencia”, y lo hace gracias a colaboraciones con otras instituciones como la Biblioteca Histórica ‘Marqués de Valdecilla’ de la Universidad Complutense de Madrid, el Museo Nacional de Escultura de Valladolid y la Facultad de Medicina de esta misma ciudad, la Catedral de Astorga, el Museo del Prado, la Parroquia de San Lorenzo de Burgos y el estudio de arquitectura A2G, informa Ical.