Curiosidades
El origen de los ocho desgarrones de la bandera con más historia de España
Conocida durante once siglos como la Seña Bermeja se compone de ocho franjas rojas y una verde
Las banderas son los principales símbolos que identifican a un país, a una Comunidad Autónoma o a una ciudad o pueblo, junto a los himnos y los escudos, y cuya oficialidad está regulada por ley.
Detrás de su origen e historia se encuentran las guerras y lo militar y los reyes y los nobles de antaño acudían con estandartes a las batallas para identificar a sus ejércitos, lamayoría adornados con grandes escudos y llamativos colores para que los soldados supieran en todo momento donde combatían y evitar así confusiones.
También servía en la distribución de los efectivos, y su enarbolamiento en castillos y naves quería trasladar a los autóctonos y visitantes que el señor se encontraba presente en el lugar.
En España, fue a través de la invasión de los pueblos germánicos y de los visigodos cuando se introdujo la costumbre de adornar los escudos con colores o figuras simbólicas.
Una tradición altomedieval que con el tiempo dio paso a la aparición de los escudos de armas o blasones en el tránsito de los siglos XI al XII.
Pero Castilla y León puede presumir de contar con una provincia cuya bandera es única en España, además de ser la más antigua del país: la de Zamora, conocida durante once siglos como la Seña Bermeja, compuesta por ocho franjas rojas y una verde.
Su principal característica son los ocho desgarrones o quiebras que mantiene rotas a las nueve franjas y a merced del viento.
Su origen reside en el héroe más venerado en la ciudad: Viriato, el gran líder lusitano que plantó cara al imperio romano en Hispania a mediados del siglo II antes de Cristo. Un guerrero al conocían como el Terror de Roma, cuya leyenda cuenta que se unió siendo pastor a la resistencia para finalmente liderarla contra los romanos, ideando para ello una guerra de guerrillas, con ataques sorpresa y aprovechando el conocimiento de los terrenos para causar numerosas bajas en el ejército romano.
Victorias que consiguió al menos en ocho ocasiones contra pretores y cónsules romanos, de ahí los ocho desgarrones de la bandera. Y en honor a esas ocho victorias de Viriato frente al Imperio romano se formó la bandera de Zamora.
El mito dice que cada vez que Viriato ganaba una de esas batallas, el cónsul que iba al frente de la tropa romana vencida le entregaba su vexilla, el estandarte que identificaba a las legiones y las cohortes romanas, como mandaba su tradición.
Tras ello, y como señal de victoria, arrancaba un jirón de la tela para colocarlo en su lanza.
Cientos de años después, se completó la Seña Bermeja de la mano de Fernando el Católico en marzo de 1476 tras ganar la Batalla de Toro a las tropas del Rey Alfonso V de Portugal y del príncipe Juan de Portugal dentro de la guerra de Sucesión Castellana.
Tras la contienda, el Rey Católico se interesó por la enseña zamorana y su curiosa forma, y al conocer su historia se quitó una banda verde esmeralda que portaba sobre sus hombros que añadió a la Seña Bermeja en agradecimiento y reconocimiento a los zamoranos por el auxilio prestado en la guerra.
Actualmente, este estandarte es la bandera oficial de la ciudad de Zamora, pero no de la Diputación Provincial no tiene bandera propia.