Patrimonio
La preciosa fachada renacentista que protege a la milagrosa Virgen de la Cueva
Es la puerta de entrada a un magnífico santuario rupestre lugar de peregrinaje por la fama de su agua curativa y en el que se puede rastrear la religiosidad de los habitantes durante los últimos 2.500 años
En plena ribera del Duero burgalesa, y más en concreto en un pequeño pueblo de apenas un centenar de habitantes, se encuentra una de las joyas arquitectónicas de España que, además, cobija a la milagrosa Virgen de la Cueva, la protagonista de la icónica canción (que llueva, que llueva...) para pedirla que diera el fruto con el que las familias pudieran salir adelante.
Se trata del Santuario de laVirgen de la Cueva, una construcción rupestre de la localidad burgalesa de Hontangas, población perteneciente a la Comunidad de Villa y Tierra de Haza, que se encuentra ubicada sobre una pequeña plataforma estructural desde la que se controla la vega del río Riaza. Su nombre es un derivado de Fontangas: el pueblo de las fuentes, algo que es real puesto que efectivamente éstas abundan en él. Y a los autóctonos les llaman hontangueros u hontangueses.
La importancia de este lugar viene determinada por sus valores históricos y artísticos pero también por el valor social y de culto que representa, y en el que se puede rastrear la religiosidad de los habitantes de la zona a lo largo de los últimos 2.500 años.
De hecho, el pueblo vacceo ya veneraba a sus divinidades en esta cueva que contaba con un manantial en su interior. También los romanos han dejado en esta zona sus huellas, en forma de unas aras votivas del siglo I antes de Cristo dedicadas a Aeio Daicino, un dios celtibérico relacionado con el agua. Y ya en la época cristiana fue cuando se levantó la ermita, una construcción fechada en el siglo XII, que tiene también su leyenda, y no solo una, conocidas en la comarca y transmitidas de generación en generación.
Una de ellas cuenta que los señores de Haza vieron desde su castillo una luz que salía de la cueva y que les sorprendió, por lo que decidieron acercarse hasta allí para ver que era y se encontraron la imagen de la Virgen, que después quisieron llevarse hasta Haza pero no pudieran moverla de donde estaba.
Otra leyenda habla de unos labradores del pueblo vecino de Adrada de Haza, que descubrieron la virgen en una cueva cercana a la localidad. También intentaron llevársela con su mulos a su pueblo sin éxito, ya que los animales se negaron a andar, por lo que decidieron construir allí la ermita de la que se formó después el municipio de Hontangas.
Verdad o leyenda, el caso es que lugar es un sitio de peregrinaje desde hace muchos años sobre todo por la fama milagrosa del agua de su manantial. Además, antiguamente, las jovenes casaderas acudían en peregrinación hasta Hontangas para rogar a la Virgen que les concediera un buen parto.
Así se pone de manifiesto en la inscripción grabada en el arco de entrada de la ermita, ‘Virgo tua Gloria Partus’ puede traducirse como ‘Tú Parto es la Gloria’.
De la cueva llama la atención el bajo y rocoso techo que se tuvo que reforzar con varios pilares para consolidar la estructura y dar seguridad a los fieles.
Con el paso de los siglos la ermita fue adquiriendo el aspecto de un templo estilizado sin perder su esencia rupestre. Se reforzó con pilares neoclásicos la irregular estructura de la cueva, y se protegió con una reja la imagen de la patrona, localizada en el centro de un retablo barroco.
Se trata de una espectacular talla románica de transición al gótico -finales del siglo XII o principios del siglo XIII-, de madera policromada. Junto a la imagen de la virgen el interior del templo contiene otras joyas como la pila de agua bendita así como una interesante colección de exvotos, en agradecimiento a la Virgen.
Ya en el siglo XVII se construyó el elemento arquitectónico más representativo: la fachada renacentista en la que sobresalen también algunos remates barrocos, posiblemente de finales del siglo XVI o principios del siglo XVII, que se remata en una espadaña de dos cuerpos, sobre las que se dispone un frontón partido al estilo barroco.
En su decoración destacan las imágenes colocadas en sus seis marcadas hornacinas. Además de la Patrona, la Virgen de la Cueva que sobresale de las demás sobre la puerta de entrada, se pueden contemplar las imágenes de San Juan Bautista, San José, S.an Miguel y el Rey David, talladas en los siglos XVII y XVIII.
Rituales y peregrinaciones
Por otro lado, cabe señalar que desde 1784 hay constancia documental de la existencia de la Comisaría de la Virgen, una institución formada por vecinos de Hontangas y de la zona que se encargaba de llevar a cabo los rituales y rogativas vinculadas con el culto a la Virgen.
Y ya dirante el siglo XX esta institución se sutituyó por la Cofradía de la Virgen de Hontangas, con un carácter más local, que es la que organiza procesiones vinculadas al fin de semana de la semana de resurrección y a la festividad mariana del 11 de septiembre, además de las peregrinaciones más solemnes.
Qué hacer en Hontangas
Hontangas ofrece al turista otros lugares de interés, como la iglesia parroquial San Juan Bautista, de estilo predominantemente renacentista, así como el puente sobre el río Riaza, la fábrica de electricidad (actualmente sin actividad) y los molinos.
También merece la pena un largo paseo andando o en bici por el Sendero del Arroyo Hontanguillas al que los autóctoos llaman del Chorrón, de unos 14 kilómetros pasando por Moradillo de Roa y La Sequera de Haza.