Sanidad

La «revolución» que prepara Castilla y León en la investigación e innovación en salud

El Plan Estratégico de Investigación e Innovación en Salud 2023-2027 aspira a convertirse en “palanca de transformación” del modelo sanitario, social y productivo

El consejero de Sanidad, Alejandro Vázquez
El consejero de Sanidad, Alejandro VázquezRubén CachoAgencia ICAL

La Consejería de Sanidad se ha desafiado a posicionarse como promotora de la excelencia científica y tecnológica en el ámbito de la salud, y a convertirse en ejemplo de compromiso y liderazgo en la trasferencia del conocimiento y resultados en salud. Lo hace con el paciente como telón de fondo y con el último objetivo de contribuir a mejorar la salud de la población. Su arma: el HUB Investigación e Innovación en Salud, que se presentará en sociedad entre el 27 y 30 de noviembre, con un cóctel para crear redes de colaboración, actuar como catalizador de sinergias entre el sector público y privado y que permitirá conocer propuestas de vanguardia en el campo de la salud.

En este cónclave se conocerá también la hoja de ruta de la Investigación y la Innovación (I+i) en salud en Castilla y León nace para provocar en cinco años una “revolución” de la masa crítica actual de unos 500 investigadores y disparar los ensayos clínicos y patentes, que en este último caso no alcanzan las 900 de media anual. Llega para convertirse en “palanca de transformación” del modelo sanitario, social y productivo de la Comunidad, y lo hace con las casi 50 acciones distribuidas en diez programas, en cuyo diseño han estado implicadas más de 3.000 personas, agentes internos y externos.

Se trata del Plan Estratégico de Investigación e Innovación en Salud 2023-2027, que se presentará en el marco del HUB Investigación e Innovación en Salud el 27 noviembre en Valladolid, servirá de revulsivo para afrontar la realidad y las necesidades sanitarias presentes y futuras de la población de Castilla y León, cada vez más asolada por la cronicidad, el envejecimiento, la dispersión geográfica y su heterogeneidad.

Llega en un momento de “oportunidad” para impulsar la I+i en salud a nivel organizativo de procesos y servicios, de terapias, de nuevas herramientas tecnológicas y digitalización, y nuevas formas de prevención y atención, en el que “la transformación de los sistemas sanitarios públicos es imprescindible para adaptarse a una sociedad más informada y participativa que demanda cambios en la atención y cuidados de las personas”, según figura en el borrador al que ha tenido acceso Ical.

Los objetivos pasan por una apuesta decidida por la I+i en salud; ampliar y consolidar esta actividad; fortalecer la estructura del sistema; fomentar el trabajo en red; potenciar las competencias; detectar, atraer y fidelizar talento; optimizar los procesos de gestión, así como avanzar en la digitalización y gestión de datos; difundir los resultados, y generar una cultura sólida de I+i, teniendo en cuenta que “el creciente desarrollo científico tecnológico constituirá un medio para conseguir el salto cualitativo hacia una nueva etapa en el desarrollo de la Investigación y la Innovación, que, junto a un liderazgo decidido y una orientación estratégica, permitirán mejorar su impacto en la sociedad”.

De forma paralela, marca como retos un alineamiento y consistencia estratégica; el posicionamiento de la investigación y la innovación de Castilla y León; diseñar la estructura del sistema de I+i en salud para los próximos años, demás de impulsar el trabajo en red y mejorar la accesibilidad e interdisciplinariedad.

Junto al refuerzo de la masa crítica en I+i en salud, quiere reconocer la labor investigadora e innovadora en la organización; sistematizar los procesos de gestión de la I+i; avanzar el la salud de datos y transformación digital, así como contribuir a la difusión de resultados, y alcanzar una mayor participación y visibilidad de la actividad de investigación e innovación.

Sentar bases y consolidar estructuras

El plan quiere poner las bases de la I+i en Castilla y León para los próximos años, la estrategia; consolidar los instrumentos, sus institutos de investigación biosanitaria, que estarán, además de en Salamanca y Valladolid, en León y Burgos, así como crear una revolución en todo el ecosistema, y lograr que todo lo que se investigue tenga recorrido, una tarea que protagonizarán de lleno los cuatro institutos de excelencia. Servirán para que entren en contacto directo con empresas consolidadas, multinacionales o nacionales, y startups o spin-off.

También, completará la red de unidades de apoyo a la investigación en Atención Primaria y Hospitalaria, y de forma paralela, exprimirá la Ley de Ciencia, de modo que Sacyl creará la categoría profesional del investigador clínico, para que los profesionales puedan dedicar más tiempo a la investigación de manera reconocida.

En la actualidad, los investigadores a tiempo completo se encuentran fuera del sistema, con lo que esta nueva figura les permitirá combinar los dos roles, asistencia sanitaria e investigación, con tiempos definidos y agendas para desarrollar cada actividad y que puedan convertirse en líderes científicos en su ámbito y tractores de otros investigadores”.

El plan está alineado con la Estrategia Regional de Investigación e Innovación para una Especialización Inteligente (RIS3), el Plan de Atención Primaria Comunitaria y el de Enfermedades Raras. Pondrá en valor las herramientas y medios para gestión y análisis de datos, para que los investigadores cuenten con los recursos adecuados para desarrollar más estudios; avanzar la gestión, la sistematización y unificación de los procesos de gestión, y el uso de plataformas de gestión de la investigación.

Por último, también quiere dar mayor visibilidad a los resultados y generar cultura de investigación e innovación tanto en la institución, en el sistema de salud, y en la propia ciudadanía, para poner de relieve la importancia, por ejemplo, de que los pacientes participen de esos estudios clínicos y de proyectos de investigación.

La estrategia enlaza con uno de los diez compromisos prioritarios de legislatura de la Consejería de Sanidad, “impulsar, reforzar, fortalecer, apoyar la investigación y la innovación en el ámbito de la salud”, y nace tras un año de “arduo trabajo” que ha servido para un análisis riguroso de la situación, medir indicadores y analizar el posicionamiento de la Comunidad en este campo tanto en España como en Europa.