Economía

Vitartis y Cajamar plantean una estrategia de crecimiento de la industria alimentaria para generar 15.000 empleos hasta 2030

Santiago Miguel asegura que "cualquier planteamiento de crecimiento del sector debe apoyarse en tres pilares; las personas, la ecuación innovación-sostenibilidad-tecnología y la apertura de nuevos mercados"

El presidente de Cajamar, Eduardo Baamonde, y el presidente de Vitartis, Santiago Miguel, presentan el acuerdo de colaboración alcanzado entre ambas entidades para elaborar un estudio sobre la estrategia de fortalecimiento y crecimiento de la industria alimentaria de Castilla y León
El presidente de Cajamar, Eduardo Baamonde, y el presidente de Vitartis, Santiago Miguel, presentan el acuerdo de colaboración alcanzado entre ambas entidades para elaborar un estudio sobre la estrategia de fortalecimiento y crecimiento de la industria alimentaria de Castilla y LeónMiriam ChacónIcal

El presidente de Vitartis, Santiago Miguel, y el presidente de Cajamar, Eduardo Baamonde, han dado a conocer esta mañana un primer avance del estudio sobre la estrategia de fortalecimiento y crecimiento de la industria alimentaria de Castilla y León promovido por Vitartis. Los primeros datos ofrecidos por los técnicos de Cajamar que trabajan en este documento muestran que en los próximos cinco años podría elevarse la cifra de ocupados entre 12.000 y 15.000 personas.

Aunque el trabajo en curso se prolongará probablemente hasta finales de año, el presidente de Cajamar apuntó algunas de las cuestiones ya identificadas como reto u oportunidad para crecer en el futuro.

Entre ellas, por ejemplo, citó la necesidad de fortalecer la integración en la cadena, tanto con los productores como con los clientes, o promover el aumento del tamaño de las propias empresas, por su relación con la capacidad de respuesta a otros retos en los ámbitos comerciales, de innovación, digitalización o regulatorios.

Asimismo, anotó la necesidad de modificar o actualizar las políticas de recursos humanos, “con la finalidad de poner en valor y transmitir públicamente el atractivo y la seguridad que ofrece este sector en el ámbito laboral, que es una fortaleza para toda la sociedad de Castilla y León”.

Los presidentes de Cajamar, Eduardo Baamonde, y de Vitartis, Santiago Miguel, durante la presentación de la estrategia para el fortalecimiento de la industria alimentaria de Castilla y León.

Eduardo Baamonde recordó también que el compromiso de Cajamar con el sector agroalimentario va más allá de la actividad financiera de la entidad, y “nos lleva a favorecer la generación de conocimiento para ponerlo a disposición del sector”.

Una muestra de ello es este acuerdo de colaboración entre Cajamar y Vitartis para elaborar el estudio planteado por la propia asociación, “con el objetivo de identificar retos y oportunidades para la industria alimentaria de Castilla y León, así como la propuesta de las líneas estratégicas a implementar”.

Para ello, “estamos siguiendo una metodología diseñada específicamente para este trabajo que combina una aproximación cualitativa sustentada en encuestas, entrevistas y grupos de trabajo internos y externos a la propia industria, con un análisis de indicadores cuantitativos basados en la evolución de las empresas a partir de sus cuentas económicas”, añadió.

Talento, competitividad y mercado

Santiago Miguel, que agradeció la colaboración de Cajamar en la elaboración de este trabajo, manifestó que Vitartis “quiere garantizar la perspectiva empresarial de esta estrategia y a ello se va a dedicar expresamente el Consejo de Presidentes de la Asociación”.

Desde esta perspectiva, dijo, “entendemos que cualquier proyección de crecimiento de la industria alimentaria debe apoyarse en tres pilares: las personas (talento), la ecuación innovación-sostenibilidad-tecnología (competitividad) y la apertura de nuevos mercados”.

El presidente de Vitartis reconoció que el equipo humano es una de las cuestiones que más preocupa a las empresas y, por ello, “estamos desarrollando un capítulo específico sobre esta cuestión, con el apoyo de la Junta de Castilla y León a través de una actuación singular, para conocer con detalle cuáles son nuestras fortalezas, cómo podemos ponerlas en valor y qué debemos mejorar para que nuestra industria sea verdaderamente atractiva para el talento”.

Aunque no ocultó que se trata de “una cuestión muy delicada y de gran trascendencia para el desarrollo de nuestras industrias”, también expresó su confianza en los empresarios del sector: “Me consta la capacidad de entrega y sacrificio de los empresarios del sector”.

Objetivos ambiciosos

Santiago Miguel aseguró que Vitartis se ha planteado este trabajo para exponer las líneas de crecimiento de la industria alimentaria “con objetivos ambiciosos y criterios de exigencia”, por lo que reclamó “la colaboración de todos los actores de la cadena de valor y de las instituciones públicas”.

“Creemos que el sector agroalimentario de Castilla y León puede asumir un mayor protagonismo en la economía regional y ofrecer más bienestar a la ciudadanía, especialmente en los municipios de mediano y pequeño tamaño”, dijo el presidente de Vitartis.

En este sentido, a falta de completar el trabajo que se está elaborando, Santiago Miguel consideró que “la puesta en marcha de la estrategia de crecimiento de la industria alimentaria permitiría elevar entre 12.000 y 15.000 personas la cifra de ocupados en 2030”. Actualmente, recordó, el número de ocupados en la industria alimentaria supera ligeramente las 50.000 personas, según datos de la Encuesta de Población Activa (EPA).

Y se refirió, como ejemplo concreto, a las exportaciones del sector. “Hay muchas industrias que exportan, más de 2.000 de las 2.867 que operan en Castilla y León, pero vendemos muy poco. Hay 450 empresas que vendieron por debajo de los 5.000 euros en 2023. Y casi el 60% de todas ellas exportaron por un valor inferior a los 50.000 euros”.

Según el presidente de Vitartis, en este capítulo “tenemos margen de crecimiento, como ya lo han hecho otras comunidades autónomas”. Y aunque no es posible avanzar más detalles, pendientes aún de valoración, sí quiso transmitir la idea de que “deberíamos ser ambiciosos y fijarnos como objetivo alcanzar los 5.000 millones en ventas al exterior en 2030, casi un 50% más que en 2023”.