Exposición

Los niños invaden los museos por Navidad

Los museos y centros culturales se llenan de actividades familiares durante estas fechas para acercar el arte a los más pequeños con todo tipo de talleres y obras de teatro

La nueva sala de Cosmocaixa
La nueva sala de Cosmocaixalarazon

Ronald Stallworth nunca había venido a Barcelona y cuando se fue, se dijo que no volvería. Ronald era el primer vecino de Jonesboro, Arkansas, en visitar la Ciudad Condal y eso era en sí mismo todo un acontecimiento. Pasó aquí el fin de año y las fiestas y regresó a casa feliz pero confundido, convencido en que no hay lugar como tu casa. Cuando regresó se organizó una gran fiesta. «Y cómo es, cómo es la ciudad, Ronald», le preguntaba su familia y amigos y él callaba, sin decidirse a hablar, porque no quería decir lo único que le venía a la cabeza. «Venga, Ronald, no te hagas el interesante, dinos cómo es Barcelona», dijo su primo Mick. Ronald seguía sin querer hablar, pero estaba claro que quedarse callado para siempre era ridículo.

Al final, sí se decidió a contar lo que había visto en Barcelona, aunque no podía evitar cierta timidez. «La ciudad es muy bonita, lo juro, pero son gente muy extraña y peligrosa. En todos los museos, por ejemplo, exponen niños y te sientes un poco raro porque, no sé, no deberían hacer algo así, ¿no?», dijo. Su familia se quedó estupefacta y hasta la abuela Rose se rompió la rodilla. Se miraron unos a otros y luego miraron a los más pequeños, a Lillian, por ejemplo, una niña rubita y preciosa de cinco años que empezó a tener un miedo horrible a los barceloneses.

Ronald Stallworth creía que ya había respondido a todas las preguntas del mundo y la curiosidad se había extinguido para siempre, pero se equivocaba. «¡Cómo que exponen niños!», exclamó su madre, abrazándose a Lillian, que se puso a llorar porque entendía que nunca podría visitar Barcelona, al menos hasta que se hiciera mayor. «Te lo juro, mamá, si vas al museo Picasso, está llena de niños allí quietos y moviéndose, da igual. Lleno. Hay tres niños por cuadro. Y si vas a CosmoCaixa, pues también. Y si vas al Museo Nacional de Arte de Cataluña, pues igual. Están por todas partes y los miras y entonces te miran a ti raro y viene el guardia y te pregunta, qué está mirando, señor, y tú le dices que las obras expuestas, que demonios ibas a mirar, pero entonces se enfandan y te echan de allí. Es todo muy raro», contestó Ronald Stallworth.

El hermano mayor de Ronald, Alex, le dijo que a veces, van niños a los museos, que quizá sólo estaban visitando el museo, como él, pero Ronald se enfadó y dijo que no con rotundidad. «Ya, claro. Te digo que había demasiados niños para que estuvieran de visita. Estaban allí expuestos y había quien los abrazaba y todo, era espeluznante. No se puede abrazar a las obras de arte. A mí me detuvieron cuando me abracé a uno de los cuadros de Picasso», dijo Ronald Stalworth.

El pobre Ronald Stalworth visitó Barcelona en mala época para los que no entienden que los niños son obras de arte, porque estas fiestas navideñas los museos de la ciudad han organizado tantas actividades especiales para los más pequeños que éstos están en todas partes. Incluso la Sagrada Familia apuesta por el público familiar con una visita para niños de 6 a 12 años a la puerta del Nacimiento y talleres de manualidades gaudinianas con los que crear una estrella.

El Cosmocaixa los niños pueden disfrutar de la obra teatral «No sap pas on», un espectáculo que juega con la ciencia y la magia para la delicia de los más pequeños. La actividad se centra dntro de la exitosa exposición sobre los espejos. Además, también se ha organizado una Escape Room muy especial, «El sueño de Fibonacci» donde a partir de las matemáticas utilizarán gafas 3D, caerán en piscinas de bolas y utilizarán linternas de luz ultravioleta.

De Picasso a Akhenaton

En el Museu Egipsi, entre hoy y mañana han preparado una serie de talleres para introducir a los niños entre 6 y 12 años a personajes tan enigmáticos como Akhenaton o la mismísima Cleopatra. En la Fundació Miró se realizan talleres de arte sonoro y artes plásticas, así como una visita dinámica de la exposición «Música sobre papel». Y en el Museu Picasso se explora la relación entre el poeta Paol Eluard y Picasso a través de un taller que une poemas y colores.

El Mnac también ha celebrado la Navidad en el museo con conciertos y conversaciones sobre los cuadros, pero quien quiera ir ahora podrá admirar en La Biblioteca Folch i Torres su espectacular colección de felicitaciones de Navidad. Y las propuestas para atraer al público familiar no se limitan a Barcelona y los museos de Girona iniciaron la 5 edición de su Nadal als Museos, lo mismo que la red de centros de Lleida. Así que no hay excusa, a ir a nuestros museos.